El atraso de un país como México puede advertirse en los lugares habituales y en otros. He aquí algo en lo que no piensan muchas personas: otros países tienen industria literaria.
Es decir, en otros países, además de sus grupos de escritores «serios» –empeñados en producir individualmente obras importantes y de elevado mérito artístico, dignas de figurar en los cánones– y de sus escritores «comerciales» –interesados en explotar individualmente temas y géneros populares– hay verdaderas comunidades de escritores industriales: masas anónimas (y grandes) que trabajan escribiendo, en equipo, lo que otros les dicen.
No me refiero con esto a los «negros» o «escritores fantasma» que se supone que no existen en ningún lado y no ayudan a más de un figurón reconocido, pero escaso de tiempo, a escribir sus obras maestras: los «otros» que gobiernan a los escritores industriales acostumbran ser editores y otros especialistas encargados de producir cierta cantidad de libros al año, por ejemplo, alrededor de un personaje o un escenario popular o, de plano, con los nombres registrados y protegidos de una franquicia del entretenimiento. Así, hay novelas con los personajes de los filmes de la serie La guerra de las galaxias, o en las tierras inventadas del juego de rol Calabozos y Dragones, o que retoman –como sucede también, por ejemplo, en el mundo del cómic– a tal o cual héroe para continuar sus aventuras una vez que su creador original ha dejado de escribirlas. (Hace poco se publicó una «continuación» de El padrino de Mario Puzo, hecha por comité: editores, publicistas y al menos un escritor, y paralelamente un juego de video.)
La calidad de lo que se produce de este modo es discutible, pero lo importante, en este caso, es lo siguiente: en los países donde existe esta industria, resulta difícil sostener la idea –tan popular entre nosotros– de que todo escritor es por definición un parásito indigno. Por otro lado, el hecho de que existan esos otros sitios, donde el escritor es ligerísimamente más apreciado, no debe movernos a optimismo. Es un ecosistema al que no pertenecemos, y cuyo funcionamiento no sólo impedirá la entrada de casi todos los forasteros que quieran ingresar en él: además, sus complejidades (al menos de entrada) nos sobrepasan.
Un caso de la vida real: hace algunos días recibí la visita de un tiburón de aquellas aguas. Me llegó un mensaje electrónico de una supuesta agente literaria interesada en mi trabajo; todo lo que tenía que hacer era mandarle el manuscrito de mi novela (¿cuál?, ¿cómo supo que trabajo en una si no lo he dicho a nadie?) y pagar una pequeña cuota para que ella juzgara a dónde sería mejor proponer mi trabajo: a qué prestigiosa editorial, en qué grandes ferias del libro, todo eso. En realidad, por supuesto, esta persona había tomado mis datos (junto con los de miles de otros) de algún sitio web, y está fichada en las páginas de las agencias literarias serias (otra cosa que casi no existe entre nosotros) como una estafadora: una persona que se gana la vida cobrando por leer manuscritos pero que jamás ha aceptado representar a nadie.
Ecosistemas
7 comentarios. Dejar nuevo
Pues sí: existe. Y en ella trabajamos muchos que no por ello desistimos de otros proyectos que consíderamos dignos (o al menos eso me digo yo que escribo falsos testimonios de mujeres al borde de un ataque de nervios).
México está perdido. Por Dios: nos gobierna un analfabeta.
O sea …¿que de «parásito indigno» a «parásito indigno Y defraudado» hay sólo un descuido?
🙁 Ojalá que ese «tiburón» se hunda en lo más profundo de su negro océano. Amén
Creo que es un poco extremo decir que Vicente Fox es un analfabeta, o me dirán que el Peje es Octavio Paz???? Y haganle como quieran pero los escritores NO PRODUCEN beneficios tangibles para una sociedad. Eso está demostrado y no es patetico que lo más que pueden aspirar es escribir para FREAKS??
Pues yo digo que Fox es analfabeto y que el peje también y todos. No creo que decir algo de alguien sea de inmediato ‘defender’ a otro. Beneficios tangibles no son, por ejemplo, aprender a poner acentos, traducir y saber el género de las palabras.
Aunque en realidad quería comentar acerca del numeroso grupo de escritorcillos ganadores de premios con extrañísimo nombre, a los que estudian en la Sogem y se presentan de inmediato como escritores, que desean ver su nombre en algún medio impreso y luego recortarlo para su colección, que toman cursos, que apenas leen un libro cualquiera y ya desean escribir sus ‘poesías’.. y todo eso. Saludos. Y Stanislaw Lem, Alberto?
¡Qué horror! Sería bueno que uno sólo tuviera que preocuparse por la literatura.
Don Oruga, en esas andamos o hemos andado todos; espero que el texto no haya sonado como un juicio sumario.
Felipe, Amén. 🙂
Francisco, Estragón tiene razón en lo que dice sobre tu comentario, y yo agregaría que hay mucho más acerca de la escritura y de la lectura de lo que tal vez no estás enterado; te sorprendería. Si no te molesta leer a un parásito, incluso podrías llegar a sorprenderte aquí.
Estragón, Lem saldrá ya sea aquí o en el sitio de al lado, pronto. Sobre los «beneficios» (y sobre eso otro o esos otros que mencionas) escribiré más pronto aún.
Fernando…, sí. Sería bueno. Aunque de hecho podemos hacerlo…
Pues con todo respeto…me sentiré MUY mal el día que yo no acentúe patético…así sin acento (patetico) me suena…. patético… Y por otra parte, «patetico» (sin acento) me suena… como a un pato chiquito y mediocre… como al patito feo pero sin posibilidad siquiera de evolución.
Pero bueno, los acentos no sirven para «hacer dinero».
En fin…que parafraseando a Manolito (el de Mafalda) ¿Para qué diablos me sirve saber que el «Everest es navegable»? ¿Será que eso «NO DEJA DINERO»? ¿Será que por ello los Bribiesca son CIUDADANOS DIGNOS (aunque sea con enriquecimiento ilícito) por el simple hecho de provenir de una señora que cree que existe «Rabina Gran Tagore» aunque en el papel que le pasaron para leer decía claramente Rabindranath Tagore? ¡Prefiero mil veces escribir para freaks o para mí mismo en todo caso! (pero eso sí con los acentos donde van y como me los enseñaron).
Ah y por cierto, el Peje tampoco es Octavio Paz ni Felipe Calderón es Calderón de la Barca (aunque crea que la Vida es Sueño) ni…
Bueno los países tienen los políticos que se merecen 🙁