Concurso

concurso #5

20 comentarios

Una vez más, esta bitácora convoca a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:

Instrucciones:
1) Suponer que la imagen ilustra una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen.
3) Escribir la sinopsis de la historia, su resumen, en los comentarios de esta misma nota.

El ganador de cada mes será elegido tomando en cuenta la opinión de quienes decidan opinar, y recibirá un trofeo virtual. (Los concursantes deben dejar una dirección válida de correo electrónico, para poder recibir su premio.) La fecha límite para hacer propuestas es el 24 de marzo.

Quedan invitados… y pronto subiré los resultados del concurso del mes anterior; una disculpa por el retraso.

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  • Miguel R. Mendoza
    03/03/2006 8:04 pm

    No es la primera vez que un e-mail desata mi imaginación para escribir una historia. La imagen adjunta es, hasta cierto punto, clara. Ha ocurrido un accidente automovilístico en algún tunel vehicular, en alguna ciudad europea. El anuncio «Distefano» es bastante alusivo. No alcanzo a leer bien el chaleco de uno de los hombres que están abriendo la cajuela del carro accidentado, parece decir «Joker», o «bromista»; es esto una broma? .,¿es una recreación del accidente de «Lady Di»? No lo sé. Me inquieta la imagen de tierra saliendo de la cajuela del carro accidentado. ¿Como llego allí? ¿Es tierra, realmente? ¿O es un cuerpo incinerado?
    Esto que escribo un viernes en la noche, no es, desde luego, la sinopsis de la historia sugerida por la foto, pero bueno, estoy solo, ya me tomé 3 cervezas, oí un poco de jazz, me fumé muchos cigarros, de los normales, y sé que no ganaré ningún premio virtual o de otra índole, pero esto ha sido muy divertido y es, casi, un cuento.

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  • Sé que mi texto es un sacrilegio no contra el blanco del merengue sino contra la humanidad misma, pero eso fue lo que me dijo la fotoa bote pronto, así que sintiéndolo, aquí lo presento.

    Premonición de la muerte de la saeta rubia.

    El fútbol había sido su reino, un reino galopante por las praderas donde el balón es más rápido que la memoria, no en vano se puede recordar un año entero y a detalle, antes de dar el pase a la red y explotar en luz. Si un dios antiguo podía jugar era él y no otros que venidos de galaxias distantes no saben lo que es la pasión. Me dijo: “el fútbol es cuestión de hombres si sabes a lo que me refiero” y lo sabía en efecto.

    La gloria (cambiante e ingrata) había dejado ya su parcela blanca para posarse con donaire en la de sus peores enemigos, una plaza blaugrana bendecida y soleada a la que muchos años antes, en su nacimiento, había traicionado. El destino juega desde la banca disponiendo los movimientos del catenaccio y el tiempo distribuye juego en mitad de la cancha donde todo se ve.

    Atormentado por las caras derrotas blancas y el derroche artístico azulgrana su salud empeoro para desembocar en un ataque al corazón. Sobrevivió pero sabía que era el final. Quería despedirse como los grandes, no en el estadio de sus victorias sino en el de sus amores. Pero sus compañeros directivos y exjugadores y sobre todo los galácticos se opusieron, la pérdida económica era inaceptable, el boicot se volvió mundial. Él… no cejo en su dedición así que viajó a M. para jugar su último partido contra un combinado de desconocidos venidos de todo el mundo.

    Mi hermano, un nostálgico de esas épocas que no vivió, y yo, un solidario, lo recibimos en el aeropuerto para llevarlo. Charlamos un poco… pero quiso dormir un poco, así que lo metimos en un “sleepinbag” y guardamos silencio todo el camino. No queríamos perturbarlo. Cuando arribamos a su Estadio y abrimos la bolsa un montón de tierra se vino abajo.

    ELT

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  • El mago

    Fue una noche absurda… la niebla por fin se disipó; inexplicablemente ya no estaba «el mago». Se habian emborrachado juntos y el habia desaparecido…apenas lo conocian y no quiso contarles por que le apodaban «el mago».
    El motor del carro de Jorge tampoco estaba, en su lugar quedaba un montón de grava-arena. Lo buscarian para preguntarle, aunque lo único que sabian es que trabajaba en las calles de la colonia Buenos Aires, vendiendo refacciones….

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  • ELTIRANICIDA
    09/03/2006 1:28 pm

    Obvio.

    Ya habíamos vuelto a la vida a Tirano Banderas en nuestra instalaciones secretas con la más alta tecnología. También a Bernarda Alba. La última pieza que nos haría los dueños del mundo en todos sus estratos era Pedro Páramo que nos entregaría la potestad sobre los muertos o los casimuertos… pero cuando trajimos su material genético en el carro de uno de sus no-hijos, de nuevo se desmorono en un montón de piedras.

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  • El primer vórtex distéfano ocurrió en el cruce de Arriaga y Morelos. Los curiosos llegaron en un auto azul, placas XXX-XXXX y comenzaron el baile primaveral manos arriba y moviendo la cadera. Lindos como ellos solos, hacían el pasodoble alrededor de la singularidad cósmica, riéndo un poco y silbando.
    Después del júbilo inicial, los tipos se vieron algo ridículos ante el vórtex. ¿Cuál sería el protocolo correcto en una situación así?, se preguntaron. Ya comenzaba otro curioso a llegar cuando se decidieron. Tomarían al vórtex y lo meterían a la cajuela del auto.
    Resultó que la tarea fue más complicada de lo previsto. El hoyo chorreaba y se condensaba más rápido que el vicvaporub y más o menos olía igual al cargarlo. Difícil también si se considera que no dejaba escapar la luz y al cargarlo la relatividad se hace mierda y te pesan los dedos un huevo (¿o era alrevés?).
    Finalmente, después de repetidos intentos, lograron enclaustrar al vórtex. Poco de ciencia sabían los hombres, los distéfanos son claustrofóbicos y engullen sus cárceles. Algo asustados al ver su auto perdido en el infinito mundo de la antimateria y del poco respeto del vórtex por la propiedad privada, decidieron hacer lo que se hace: llamar a la grana.
    Ilusos al no saber que clase de influencias el vórtex tenía.

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  • Creíamos serlo todo. Creíamos tenerlo todo. Creíamos escribirlo todo en esa tertulias que se desarrollaban ya en casa de Joy, ya en el depa de soltero que la madre de Rubens pagaba y que acompañábamos con güisqui robado de la cava del padre de Fernando.

    Embriagado por el éxito (Podría preguntar irónicamente y sonreír cuando dijera, les dijera, me dijera a mí mismo: ¿por qué otra cosa podría ser?) de mi primera minificción alguien deslizó la idea: «conozco a un joven escritor, vive en Toluca, vamos a buscarlo. Publica en el suplemento Arena. Apellida Chimal. Quizá pueda publicar tu historia».

    Se aprobó la propuesta. Todo mundo abordó los dos autos. En el de Jordi íbamos Marcela, el dueño del carro y yo. En el de Joy, en la cajuela, echamos las cosas, las mochilas, las libretas, serían la avanzada… después de la curva Jordi nos advirtió, alarmado: «¡David, David, los textos, tu cuento, tu cuento!». Marcela marcó al teléfono celular de Joy para que se detuviera y así fue. «¿Por qué hay tanta tierra?», «¿Dónde están los cuentos, los textos, las letras?», «¿Qué fue lo que escribiste en tu libreta?», me interrogaron.

    «Escribí que los cuentos que escribo se hacían realidad. En uno de ellos un grupo como el nuestro iba en busca de un escritor para mostrarle sus cuentos. Camino a casa del escritor los textos se convertían en tierra», les expliqué.

    «¿Y cómo termina?», me preguntaron a coro. «No lo sé», dije. Antes de que Marcela y yo comenzáramos a llorar por el texto perdido les confesé que el cuento estaba precisamente en la cajuela del carro de Joy, junto con el texto recién escrito hacía unos minutos…

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  • A domicilio

    Mariano y Sagrado jamás imaginaron lo que sucedería en su primer trabajo a partir de la inauguración de su negocio. Después de ahorrar por varios meses y de hacer las modificaciones necesarias en la vagoneta, los jóvenes empresarios recibieron el primer encargo. Justo estaban por sacar las cenizas del horno ambulante cuando éstas se desperdigaron por todos lados. Las cremaciones a domicilio tienen sus inconvenientes.

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  • -Con una chingada Marlon ! Ora si que la jodimos, tres accidentes en una noche es algo fuera de lo común.
    -Empuja cabrón y déjate de joterías pinche Pelón que no las necesitamos, ya la cagamos, mejor vamos a meterle pata porque la cosa se pone fea.
    -No mames gûey, la pinchi tierra se viene tirando, lo hubieramos dejado enterrado en el patio.
    -Ya ni pedo – contestaba Marlon resignado y entregado a su mala suerte.
    -En la marquesa no lo van a encontrar, gûey.
    -Y para qué jodidos querías la tierra?
    -Cabrón deja de hacer tantas preguntas, que no sabes que la tierra del patio tiene hartas lombrices, pendejo.

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  • -¡Wilson! ¿Que significa esto? ¿Por que todos los dias usted y sus hombres acaban llenos de tierra? Estamos en un puesto fronterizo por Cristo, no en una trinchera.
    -Son esos malditos mexicanos mi Capitan, todos los dias pasa por aqui al menos uno con su camioneta llena de tierra -dijo el sargento y continuó -Siempre dicen que no traen nada ilegal, nosotros no les creemos nada y por supuesto nos ponemos a revisar que no esten llevando contrabando escondido entre la tierra y es tanta nuestra dedicacion por hallar cualquier cosa que pueda ser sospechosa, que no podemos evitar acabar todos ensuciados mi Capitan.
    -¿Y a que hora pasan normalmente esos mexicanos locos?¿ Dices que es todos los dias?
    -Si pasan todos los dias, hay un par que siempre pasa a eso de la una de la mañana mi capitan. A veces es mas de un carro, me comunique con el puesto numero 14 y me comenta que tambien ya han tenido varios casos en la semana.
    -OK entonces yo los acompañare en su revision nocturna para ver que es lo esta ocurriendo

    El dia transcurrio y pasada la media noche se vieron en la lejania de la carretera los faros de una Ford guayin con placas de California, venia tripulada por dos mexicanos de menos de 30 años, los guardias fronterizos los hicieron bajar del vehiculo para llevar a cabo la revision de rutina, en seguida notaron 4 grandes bultos de color azul, pidieron a los mexicanos mostrar lo que contenian. Despues de tantos dias ya no le sorprendio a los oficiales encontrar que estaban llenos de tierra, el Sargento Wilson fue a buscar inmediatamente al Capitan, este salio en seguida de su oficina y se acerco al vehiculo, entonces pidio que alumbraran con reflectores al vehiculo, pido a uno de los mexicanos que abriera uno de los sacos, la tierra se desparramo liberada. El Capitan se aproximo y tomo una muestra con uno de sus dedos, la olfateo como buscando algun agente extraño, pero no encontro nada, pidio que trajeran perros para detectar algun tipo de estupefaciente. La orden fue obedecida pero no rindio ningun resultado los canes hubieran respondido mejor con un kilo de azucar que con ese monton de tierra.
    Desesperado por el misterio se arremango la camisa y metio sus manos en el bulto, pero no encontro nada mas que tierra y mas tierra, los dos mexicanos sonrieron ante el espectaculo asi como alguno de los guardias fronterizos que fingia haciendo una mueca al ver a su superior ensuciandose apurado. Finalmente el Capitan se canso se buscar y pidio un trapo para limpiarse, se acerco a los dos traficantes de tierra y serio les dijo:

    -Vamos a hacer un trato ustedes me van a decir de que se trata todo esto de pasar la frontera cargango tierra y yo no les voy a recoger sus visas, prometo que sea lo que sea que esten haciendo lo voy a respetar y me voy a hacer de la vista gorda, ¿les parece?

    El mas alto de los mexicanos vestido con una chamarra azul de mangas rojas dijo con una voz muy tenue -Estamos llevando camionetas y carros usados, para venderlos en Mexico la tierra nada mas es para hacer la finta
    -¿Eso es todo?- pregunto el Capitan un poco incredulo
    -Si eso es todo señor -dijo el otro mexicano de cabeza rapada
    -Bien entonces pueden irse, los vamos a estar vigilando y si quieren seguir trayendo tierra para hacer la finta, siganla trayendo siempre la vamos a revisar

    La guayin Ford se perdio en la carretera y el Capitan volteando a ver al Sargento le dijo -Los mexicanos son tan estupidos, podrian llevar el carro sin tierra al otro lado sin ningun problema, pero como no saben de leyes aduanales hacen cada estupides, definitivamente merecerian ser conquistados.

    Mientras en la lejania dentro de la guayin Ford, Ramon conversaba con Mario
    -Ujuuuuu Pinches gringos JAJAJA, se la tragaron toda
    -Si pinche Ramon y cuando se den cuenta sera demasiado tarde, dicen que todos los dias pasan mas de mil vehiculos como el nuestro cargando tierra por distintos puntos de la frontera y que cada vez son mas. Asi poco a poco en unos 50 años recuperaremos el territorio que esos hijos de la chingada nos robaron.

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  • Jaime Garibay
    18/03/2006 2:38 pm

    HOLA.
    FELICITACIONES A TODOS SON BUENOS. ME GUSTARON SUS HISTORIAS.
    PERO LA QUE SE LLEVO MIS PALMAS FUE LA DE LA «SAETA RUBIA» SOY PAMBOLERO Y LE TENGO ALGO DE INQUINA AL REAL MADRID.
    VOTO POR «ELT».
    GRACIAS.
    JAIME

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  • La de mame es buena, pero ya bicampeón es mucho no? jajaja

    La Tierra ahora sí estaba enfurecida. 1990, quizá antes, sus hijos en la sierra cerca de un lugar olvidado, sus dominios llenándose de huecos y los huecos de cadáveres. Las Margaritas, San Cristóbal, los años transcurrieron como lo hacen los tratados que bien se sabe no llegarán a ningún lugar. Y vino 1994, todo el mundo lo escuchó, y aunque algunos quisieron responder las cosas no cambiaron mucho; indígenas naciendo, indígenas enfrentando al paramilitar, indígenas enterrados en fosas comunes carentes de todo menos de dignidad. Y es que el pueblo chiapaneco es resistente, es terco, y esa terquedad le da más nobleza de la que el ejército nacional podrá tener en su existencia. Idealista Marcos y los que han caído ya, fantasiosos caracoles que terminaron aplastados por carros militares, cantos en náhuatl, tal vez en tzotzil que se callaban al primer sonido de disparos. sI todo hubiese seguido así de sencillo como en ese entonces, cuando el gobierno aún podía solucionarlo, cuando se podían olvidar protocolos y dejar de una vez por todas la paz en San Cristóbal, y en todo Chiapas.

    Hoy la Madre Tierra se cansó de esperar a que sus hijos se pusieran de acuerdo. Imparcial, tremenda y sabia como sólo lo es ella, no posó su brazo fuerte sobre un lado de la balanza. Decidió resolver los problemas de una vez por todas. Se terminó los ríos en llanto de sentir cómo sus hijos regresaban a ella fríos, derrotados. La sangre indígena tocó las fibras más sensibles del corazón de la madre, de aquella Coatlicue implacable; nuestra madre no se fue por las ramas, un día gris como no ha habido otro la inmensidad verde colmó su paciencia. Decidió, de una vez y para siempre, llevarse a lo más profundo de su ser a Las Margaritas, y a San Cristóbal y a todos y cada uno de los caracoles que levantaron nuestros hermanos, junto con la sierra. De un momento a otro la punta más alta de las montañas se convirtió en un montículo minúsculo rodeado por agua. Comunidades enteras quedaron borradas por ríos violentos. La gente se apretujaba en los resquicios de tierra que alguna vez rozaron las nubes. La naturaleza quiso terminar con el sufrimiento, con el dolor, con la guerra sin sentido. No quiso saber del paramilitar, del zapatismo, de los niños. En su sabio pensamiento quiso dejar nada más que agua.

    Y los días pasaron; personas fueron muriendo, ahogándose, rindiéndose. El ejército, que anteriormente esparcía la muerte día con día no se paró ni siquiera un kilómetro cerca del estado inundado. Nadie quiso saber nada, ni el presidente, ni la televisión. Chiapas, de un día a otro y con todo su esplendor pasado, con toda la miseria actual se hunde cada vez más.

    No somos héroes, ni siquiera somos mexicanos; somos simplemente un par de humanos que, junto con todo el mundo, toma tanta tierra como puedan cargar sus manos, sus sacos y sus autos, para llevarla al puerto más cercano, con la esperanza de que el viaje hacia América no sea tan largo, que lo poco que podemos hacer sea suficiente. Llevamos tierra, por el hueco que formamos con indiferencia ante una realidad tan absurda. Tierra, para los muertos que siguen sin descansar en la justicia, tierra para la madre naturaleza que rompió en llanto y se llevó consigo Chiapas. Tierra esperando que un día el hueco se llene y aquellas comunidades, con sus caracoles y sus avenidas de tierra vuelvan a parecerse al paisaje de 1990.

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  • Carlos y Pesimín avanzaban velozmente sobre las avenidas italianas, su plan era irrumpir en la feria mundial del automovil y dejar a todos con la boca abierta. Carlos conducia un milagro automotriz, producto de la dedicación de su abuelo y su padre, mientras pesimín era un apatico y medriocre de primera, quien fungia como su único amigo.

    – Esta noche los europeos me van a besar los pies, decia Carlos,- todo el esfuerzo de dos generaciones de mi familia se veran fructificados y yo sere inmensamente rico.

    -Pues yo no se que decirte pinche Carlos,osea, el auto tiene sus cosas chidas pero no se si sea algo asi como que muy muy fregón.

    – Ya vez como eres culero pinche Pesi, pero si no hay un auto en el mundo como este, un auto sensible gracias a que mi abuelito lo desarmo y lo volvio a armar santiguando sus partes; Mi papa siempre lo trato como a un hijo, hasta le dio más atenciones que a mi.

    -Pues si, pero tu sabes que los mexicanos nunca ganamos nada, además, quien sabe que maravillas vayan a llevar los alemanes o los japoneses, esos si son chingones, no mamadas, ¿Por que vibra asi esta madre?.

    – Lo estas poniendo nervioso pendejo, no ves que en eso radica su valor, este auto es tan sensible como cualquier persona, ya te lo he dicho, si me siento triste avienta su liquido limpiaparabrisas para llorar conmigo, si estoy alegre me busca una cancion linda en el radio, si se acerca alguien sospechoso se pone los seguros el solo, activa su claxón si se me olvida algo dentro de él, como te dije cuando lo vean me van a querer besar las patas.

    – Tal ves, tal ves… pero no crees pinche Carlos que cuando lo muestres, los alemanes te lo van a querer quitar para hecerle todo tipo de pruebas y experimentos ¡Huevos,que chingados pasó!.

    -Se apagó nada mas buey, llevamos tres horas de camino, no esta acostumbrado. Mira ya arrancó otra vez, sin pedos, pues yo no voy a permitir que lo toquen hasta que me den una buena lana.

    – Pues a tu papa no le hubiera gustado venderlo, además si lo piensas bien, estaria cabrón producirlo en serie, digo, cuarenta años de atenciones especiales para que el mamón se humanize.

    – Pues yo sigo pensando que nadie puede exhibir un proyecto más cabrón.

    – Pues ahi va a estar la Ferrari, la Mercedes, la Lotus, BMW, y quien sabe cuantas mas constructoras cabronas, ya ves ya empezó a vibrar otra vez y más cabrón.

    – ¿ya esta vibrando más cabron verdad, pinche Pesi?.

    – Si ya esta más cabròn, mejor parate aqui por que con este sangoloteo vas a chocar o nos van a parar.

    – Pues no entiendo, le puse el tanque lleno con dos Biometrixs para el stress.

    – ¡Ora pinche Carlos, ese ruido que chingados fue!

    – No lo se buey, pero sonó cabrón, ¿fue de atras no?.

    – Si yo tambien pienso que fue de atras, deja me bajo a ver que pedo.

    – Vamos

    – Oyeme pinche Carlos tu carro huele como la puta madre, me voy a guacarear, ¿que chingados le pasó?

    -No se chingada madre, ayudame a abrir la cajuela.

    – ¡¡¡ y esto que chingados es ¡¡¡¡¡¡¡

    – Ya vez pinche Carlos te digo que los mexicanos nos arrugamos a la mera hora,¡¡¡ tu pinche auto se acaba de cagar del susto!!!

    – Pesi….. que poca madre tienes.

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  • Hi!
    Me gusta lo que hacen en ésta pagina.
    Me gustaron la historia de Don ELT sobre todo la primera parte.
    Me gusta que no le dedique todo el texto a la fota sino que la toca apenas.
    La del Sr. MAME es la que menos me gusta creo que ésta hecha para gustar a los que visitan ésta página habitualmente.
    Ojalá tomen en cuenta mi comentario.

    Lulu

    Responder
  • ALBERTO, TE MANDO MI HISTORIA DE LA FOTO DEL MES DE MARZO. SALUDOS.

    OJO POR OJO
    Por Nadir Chacín

    Habló con su hermano, quería descansar de tanta sed de venganza. Le dijo que el trabajito del brujo le ayudaría a pagarle a su esposa con la misma moneda.

    -Chin… ¿qué hacemos? El güey está esperando la bolsa para hacerle el trabajito.
    -Dije que te ayudaría a estar tranquilo, carnal, pero te pasas…trajiste la tierra de todos los pinches muertos del cementerio….y ya se rompió la bolsa….mira.
    -Quería fregarla, mano, ¡qué sufra!
    -¿Qué querías con tanta tierra…que la brujería la matara?
    -Pos, sí, ella me mató primero, es justo… ¿no?

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  • Me encantan el de Ivan y el del Subcomandante Huarache. El de mAmE, está genial. Los cuentos con crítica social de fondo como el del Sub y el de mAmE, no sólo son ideas muy originales, sino que son formas contundentes de «recordar», de hacer «recordar» la historia. Eso nos viene bien a todos, ya que la amnesia histórica es un mal en estos tiempos. La historia de Ivan está muy divertida y con un final muy original…sobre todo para los que como yo, les divierte el tema escatológico.

    Saludos y esas son mis opiniones.
    Nos vemos el sábado
    Nadir

    PD: A ver si me asesoran, porque me siento en el Jurásico por no tener mi propio BLOG.

    Responder
  • me encanto el de Ivan sobretodo por los Biometrix, jajaja esta literalmente cagado y muy original el mejor sin duda. Saludos!!!

    Responder
  • que paso aquí ¿porque hay mensajes que antes no estaban?
    bueno a mi me gusta el de tiranicida y el de david chavez

    Saludos

    Responder
  • Hola. Soy nuevo en esto. Escribo desde Madrid. Me gusta este tipo de sitios donde se puede escribir lo poco o mucho que creamos. Espero guste mi historia. En lo personal me gusto mucho la de Mame.

    Saludos

    As de Corazones

    Cuando la guerra empezó sólo era un crío de ocho años, mi padre me decía, ilusamente, al ver como un soldado mataba a un hombre de un disparo en la cabeza, engañando más a su corazón que a mi inocencia, que los soldados matan a las personas malas, que cumplen con el deber de servir a la nación, de proteger a los ciudadanos y de morir heroicamente por el país.

    Eran tiempos de guerra, con el estómago casi vacío no se puede pensar bien, motivado por el asesinato de mi viejo, a cusa de una revuelta entre revolucionarios y el ejercito, decidí enlistarme para luchar por la patria.

    Los primeros años los pase en un cuartel a las afueras de mi pueblo. Los fines de semana podía visitar a mi madre y a mis hermanos, los que esperaban con anhelo la poca paga que proporcionaba la milicia, la única fuente de ingresos en la región, dinero bien visto por los conservadores pero mal visto para mi hermano mayor Álvaro, el siempre fue, como decía mi padre, un as de corazones, aquel que solo sale una vez en la vida en un juego de baraja, pero cuando sale, no haces mas que sonreír.

    Un día a las doce de la noche llego el Sargento Domínguez, despertó a todos los soldados del cuarto regimiento de infantería (al cual pertenecíamos) para ir en busca de unos revoltosos que querían tomar la ciudad y habían hecho sitio justo a las márgenes del río.

    El grupo de subversivos estaba dirigido por su líder intelectual y espiritual, un hombre al que apodaban el “as de corazones”. La orden de mis superiores era directa, había que acabar con él, medalla al mérito al que lo capturara, vivo o muerto.

    La batalla duro varias horas, y tras las bajas de ambas partes, fueron mermando los hombres, al final de la contienda sólo quedábamos unos cuantos. Por azar del destino llegue con tal afamado personaje, para mi sorpresa, descubrí que el insurgente era mi hermano. Ahí estábamos, uno en frente del otro, la autoridad militar ante la familia, el opresor ante el revolucionario.

    – Vamos que esperas, soy tu medalla – dijo Álvaro.
    – Pero antes eres mi hermano. ¿Qué buscas con este movimiento?.
    – Busco la libertad, mi tierra libre del ejercito.
    – Pues ese ejercito nos dio de comer estos años.
    – El mismo que asesino a nuestro padre por querer cambiar esa situación.
    – Mentira – Repliqué.
    – ¿No sabias?. Él era el as de corazones, yo sólo seguí su movimiento, pero el sigue vivo en el pensar y sentir de todos los que luchamos por la causa.
    – Pero jamás me di cuenta.
    – De eso se trataba, nos servias dentro del ejercito para conocerlos, fuiste el mejor espía que hemos tenido.
    – ¿Me has utilizado todo este tiempo?
    – Si, pero piensa que ha valido la pena, ahora Santa María, Quevedo y Cimarro ya son libres, sólo nos faltan unas cuantas ciudades más. Yo se que no crees en el ejercito y que sólo te enlistaste por ganar unas cuantas monedas. Llego el momento de que luches a nuestro lado, por nosotros, por ti.
    – Todo es diferente.
    – No ha terminado ya la suerte, las cartas aún no están echadas del todo.

    Desde ese día me uní a la causa revolucionaria, ahora lucho por la libertad de mi gente. Todas las noches mi hermano y yo llevamos nuestra tierra a un mejor lugar, un sitio libre y en donde la gente ya no tenga miedo.

    Lobo

    Responder
  • Adan Balcazar
    28/03/2006 2:21 pm

    Por desgracia llegue tarde, y me hubiera gustado participar, espero poder hacerlo en Abril.

    Pero me estoy imaginando a ese par que andan hasta las manitas saliendo de una parrillada ya que se van y habren la cajuela del auto uno de ellos dice….
    ¡ Compadre, ya me acorde donde puse el carbon !

    Responder
  • Miguel R. Mendoza G.
    23/06/2009 9:25 pm

    Bueno, despues de 3 años puedo leer mi comentario sobre una imagen. Tal vez sea el hecho de que entre mas viejo, mas pendejo. Aunque soy un bibliotecario pensionado, acabo de cumplir 70 años, la computacion la empeze con Apple y por lo visto, aun me falta mucho por aprender. Por lo pronto estoy imprimiendo estas 12 paginas de comentarios, pues leo mas a gusto el papel. Y les cuento, soy hijo del escritor y poeta chihuahuense Miguel R. Mendoza cuyas obras se encuentran en las principales bibliotecas universitarias de Mexico y los Estados Unidos. A la fecha, he logrado editar las siguientes obras de mi padre: «Al comenzar el dia», «Ritornelo para una hora triste», «El angel a la orilla del camino» y «Siempre una rosa», y tengo en prensa 2 titulos mas, que pongo a su disposicion si me escriben a mi correo: miko390606@yahoo.com.mx. Hago esto como un homenaje a mi padre, sin fines de lucro y he obsequiado ejemplares a todas las bibliotecas publicas que hemos visitado durante nuestras pocas vacaciones.

    Un abrazo.

    Miguel R. Mendoza G.

    Responder

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