Instrucciones: 1) Suponer que esta imagen ilustra una historia. 2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen. 3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.
El o los textos ganadores recibirán un trofeo virtual y serán seleccionados considerando la opinión de quienes decidan opinar. La fecha límite para participar es el 24 de junio.
Valora en Bitacoras.com: Esta bitácora convoca una vez más a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen: Instrucciones: 1) Suponer que esta imagen ilustra una historia. 2) Imaginar cuál es esa historia: qué está ……
Cuándo Hansel me dijo que vendría a visitarme con el príncipe que acababa de conocer en la convención de «magia balsámica de los besos», esperaba verla entrar de la mano de una corona.
A María, niña solitaria, el abuelo le dijo un día que aquel armario era mágico, que nunca estaría sola siempre que cerrara los ojos fuertemente al tomar la ropa que se habría de poner ese día, que un amigo que nadie más podría ver, le daría la ropa a utilizar, un amigo del mismo color que la ropa, que le acompañaría durante el día.
Hoy ¡gracias a Dios!, María está mucho mejor, ya no hay amigos verdes o rojos, ni de múltiples colores, hoy los amigos son todos blancos, como las batas que se usan en este hospital en donde, como dijo el abuelo, jamás se siente sola.
RT @albertochimal: Está abierto desde hoy, y hasta el 24 de junio, el concurso de minificción de Las Historias. Para participar visite http://bit.ly/9gqjGK
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RT @albertochimal: Aviso nocturno: si les gustan los #cuentuitos y la #nanoficción, asómense al concurso mensual de Las Historias. http://bit.ly/9gqjGK
Cuando salí a la tienda, pase por su cuarto para dejarle un recado.
De nuevo la encontré en el piso y con la televisión encendida.
Una bola de babosadas que me decía: que nunca llego tarde, que era una caricatura, que algo llegó del cielo, que los Picapiedra, que la venían siguiendo y no sé que más tonterías.
Gazzu, Gazzu. Estaba grito y grito.
Estaba toda perdida.
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Al llegar esperaba ver una estampida de niños corriendo por toda la casa. Pero enseguida me percate de que reinaba una calma y un silencio sepulcral. Los niños no estaban. Todo seguía en orden, cómo lo había dejado, excepto algo estaba fuera de lugar. En ese momento me dirigí al sótano y me asegure de que el candado de la jaula estuviera bien cerrado. Los pequeños, cómo siempre, me veían horrorizados.
¡Si, esta es la casa, pase!… A la bruja de su amiga, se le metió en la cabeza que hoy viernes cumple mil años y quiere celebrarlo. Justo a las diez de la noche me convirtió en este monigote de vinyl (en realidad soy un oscuro gato). ¡Tú les darás la bienvenida a mis invitadas!, dijo. Y ¡pum! me adosó al techo. Dos horas llevo aquí arriba, esbozando esta sonrisita sabritona que ves. De trece invitadas usted es la primera en llegar. Entre pues y camine despacio hasta el fondo, pero no prenda la luz porque eso la enfurece. La pócima de regalo, viértala al pasar, en la olla que hierve la izquierda.
El esbat será en el sótano pero acabarán sobrevolando el cementerio.
Mi tía Juana, siempre olvidaba, por eso volvía a casa a encontrar las llaves que estaban en su bolso.
Mi tía Juana era así, con un pie en el recuerdo y la cabeza en el olvido.
Mi tía Juana era soltera.Olvidó besar a su príncipe azul. El aún bajo forma de rana, le sonreía siempre, porque creía que esta vez si, volvía acordándose de él.
Abrió los ojos rojos, por culpa el sol del medio día que atravezaba las persianas sin permiso. Todo lo demás parecía en tinieblas.
Después de tres años, por fin había dormido bien. Sabía que ya no habría más noches en vela por las infidelidades de Xavier. Ya todo habia acabado, Xavier ya no estaba y ella podría salir con sus amigos de nuevo.
Al ver el globo verde asomado en la puerta, recordó que Xavier lo había llevado para borrar sus errores, como otras veces. Como nunca, esta vez no recibió el regalo y comenzó la discusión.
Había olvidado desanudar el globo del cuerpo frio y tieso de Xavier escondido en el closet.
Llega un momento en la vida de todo ser vivo en que los ánimos no dan para otras vacaciones. Los cabellos que quedan en pie son cada vez más tiesos y reacios. La piel, a medida que el tiempo transcurre, se asemeja al material de las paredes y se afloja formando surcos como mares imprecisos. Cuando los pasos le son más difíciles -a todo ser vivo-, los dioses le hacen un último regalo antes de viajar a otros mundos y otros infiernos. Tras el último y más avejentado paso, el hombre y el ser y la bestia y la sombra flotan, agitando sus piernas como subiendo escaleras de humo translúcido. Entonces todos ascienden graciosos cual globo euclidiano y se funden en el silencio de la estratósfera filosa, donde van a parar los sueños y la carne levemente inflada de los seres viejos y vivos.
A los seis años, Isabel decía tener un “sexto sentido” místico que le obligaba a ver personajes intangibles para el resto de los seres humanos; decía que los cuerpos etéreos de cada persona se encontraban rodeados de pequeños seres tornasoles a los que apodaba “smurfsónicos” y todos en la familia la considerábamos loca basados en dos cosas: lo pintoresco de sus ideas y el hecho de que no encontrábamos explicación para que una niñita conociera la palabra “etéreo”.
Un día llegó a nuestra casa la tía Raquelita, mística de cafetería que al ver a la pequeña Isabel señalando hacia el marco de la puerta se sorprendió de compartir su capacidad con alguien (ella también decía ver a los dichosos smurfsónicos) al grado de caerse al suelo y convulsionar hasta el paro cardiaco; en cuanto su cuerpo terminó de moverse los duendecillos tornasoles habían desaparecido e Isabel se volvió una niña normal que no decía ver pequeñas creaturas coloridas y conocía la palabra “etéreo”. Nuestra vida familiar se volvió casi perfecta.
OLVIDO
Como todos los días me levanto temprano, hago el lunch de mis hijas, las despierto para estar a tiempo, al principio mi llamado es con calma y derramando todo el amor que les profeso, a la tercera llamada es un grito de horro que las hace saltar de la cama. Entre llantos y pleitos logramos salir del departamento, bajamos cinco pisos, las veo bellas peinadas, con sus mochilas en la espalda, sus loncheras en la mano, y me digo que hermosas son. LLegamos a la cochera y para no variar el coche de mi vecino, está delante del mio, habrá que llamarlo para que una vez más mueva su coche y podamos salir a tiempo..(el tiempo parece eterno). Una de las niñas recuerda y manifiesta en voz alta: mamá¡¡¡ olvidé mi rana, esta frase seguida de un llanto interminable, la mirada de la hermana es inquisidora, madre sube por la maldita rana para que ésta se calle, suspiro profundo recorro de regreso los cinco pisos que habíamos bajado hace no más de diez minutos. Al entrar al departamento siente que ha olvidado algo y piensa de pronto que bello sería tener hijos……
no se como me decidí a ir después de tantos años, pero deseaba verla por un momento nada mas,
sabia muy bien lo que podía pasar ella no sabia quien era, seguramente si me descubriera al ver mi fachada huiría a gran velocidad. Al recorrer el pasillo me encontré con un globo con una forma muy singular,me recordó a los viejos tiempos, siempre he creído que son de buena suerte esas criaturas verdes-sera acaso una señal de buena fortuna- pensé, mientras llegaba al final del pasillo.Entonces una pequeña apareció ante mi, al parecer buscaba algo, era una niña hermosa,cabello rogiso, con preciosos risos, y un vestido color celeste que la hacia parecer una princesita. Me observo con curiosidad.
-no ha visto un globo por aquí, mi madre me lo envió»-me dijo, pero no me anime a contestar- señora, lo ha visto, es importante-dijo con afán, mostró entonces una expresión que conocía muy bien, era mi pequeña -si lo se, cerca de la ventana- dijo con nerviosismo, pero a la pequeña no le importo al escuchar la ubicación corrió en esa dirección. la seguí con leves pasos, hasta que la alcance ,saltaba para alcanzar el globo que flotaba, me acerque y se lo entregue- toma- le dije, lo tomo abrazándolo con fuerza-muchas gracias- dijo la pequeña, luego corrió por el pasillo con emoción-¿cual es tu nombre pequeña?-pregunte rápidamente, antes que desapareciera.-perla, como mi mamá-dijo para luego desaparecer por el pasillo.Una gran alegría me embargo, ella sabia de mi existir, que mas podía pedir.
al salir me prometí regresar, y decirle quien era en realidad.
no se como me decidí a ir después de tantos años, pero deseaba verla por un momento nada mas,
sabia muy bien lo que podía pasar ella no sabia quien era, seguramente si me descubriera al ver mi fachada huiría a gran velocidad. Al recorrer el pasillo me encontré con un globo con una forma muy singular,me recordó a los viejos tiempos, siempre he creído que son de buena suerte esas criaturas verdes-sera acaso una señal de buena fortuna- pensé, mientras llegaba al final del pasillo.Entonces una pequeña apareció ante mi, al parecer buscaba algo, era una niña hermosa,cabello rogiso, con preciosos risos, y un vestido color celeste que la hacia parecer una princesita. Me observo con curiosidad.
-no ha visto un globo por aquí, mi madre me lo envió»-me dijo, pero no me anime a contestar- señora, lo ha visto, es importante-dijo con afán, mostró entonces una expresión que conocía muy bien, era mi pequeña -si lo se, cerca de la ventana- dijo con nerviosismo, pero a la pequeña no le importo al escuchar la ubicación corrió en esa dirección. la seguí con leves pasos, hasta que la alcance ,saltaba para alcanzar el globo que flotaba, me acerque y se lo entregue- toma- le dije, lo tomo abrazándolo con fuerza-muchas gracias- dijo la pequeña, luego corrió por el pasillo con emoción-¿cual es tu nombre pequeña?-pregunte rápidamente, antes que desapareciera.-perla, como mi mamá-dijo para luego desaparecer por el pasillo.Una gran alegría me embargo, ella sabia de mi existir, que mas podía pedir.
al salir me prometí regresar, y decirle quien era en realidad.
El globo verde es real: su acabado metálico y su ligereza de helio, su manera de estar suspendido y el reflejo de la madera oscura sobre su redondez hinchada. El globo verde es verdadero con todo y su forma absurda que podría representar un marciano o un cronopio de igual forma. El globo verde es tan real que ha escapado del cordel que lo ataba a la muñeca del niño y va hacia donde quiere; es real y próximamente será libre, sólo le falta sortear el pasillo que lleva hacia la ventana.
Sin embargo, ahí hay una mujer.
Desde el mundo de las cosas que son reales, el globo verde sabe cuando algo no lo es. Por eso se detiene en el dintel de la puerta.
cruza la puerta del viejo apartamento después de su más larga ausencia. El mismo armario resguardando sus ropas raídas, la misma duela chirriante, el globo verde que ve, sorprendida, aún hinchado, como si apenas se hubiera ido. Todo es igual, apenas unos centímetros distinto.
La vieja inmortal trae las manos agrietadas por contener el llanto y librar tantas batallas, y el corazón, qué decir del corazón, lo trae hecho un amasijo de recuerdos y falsas esperanzas. La vieja tira al suelo la escafandra, tira los sueños y cierra los ojos sin soltar el llanto, no hay llanto, nada la sorprende después de quinientos años. Aprieta los ojos, desea morir, desea los recuerdos con plazo impostergable, desea terminar su vida, desea que su vida sea un cuento y poner punto final, pero la vieja sólo escribe, no tiene otro remedio, escribe ante la luz que se filtra por la puerta que se mantiene abierta
Había sido una noche inusual para Susana. Apenas abrió la puerta de su apartamento se sintió aliviada. Hacia tiempo que no le reconfortaba sentirse sola. Sabía que mientras estuviera rodeada por esas paredes su corazón regresaría a las 80 pulsasiones por minuto, pero en aquel instante palpitaba a 120 pulsasiones. Era un bólido que bombeaba sangre a toda presión. Sentía que su cuerpo, lleno de aire, flotaba a la deriva, así como aquel globo en la entrada de su habitación. Globo que le fue obsequiado por el mismo hombre con el que pasó aquellas detestables horas de trabajo.
“Vete a la mierda” fue casi la última frase que Marta le soltó antes de alejarlo de su vida para siempre. “Y, por si quieres saberlo, una de las cosas que te faltó, una de entre las miles de cosas que te faltaron”, le gritó antes de cerrarle la puerta en las narices, “fue comprarme un globo, un pinche globo”.
Al día siguiente, al regresar de su trabajo, nada más ver el horrible globo, forma de marcianito, verde metálico, supo de quien era. Lo apartó para entrar a casa.
Lo que no vio fue la nota bajo la piedra que impedía que el globo flotara libremente: “Tú merecías ser lapidada. Y, aún así, ahí tienes tu globo, tu pinche globo”.
Ella se llamaba Marta. Ella se llamaba así en honor a su abuela, Marta I, de quien había heredado, no sólo su afición sino su oficio: globera. A Martita, como le decía su puta madre, literalmente, le gustaba coleccionar globos desde morrita. Aprendió la manía gracias al oficio de su madre. Cada vez que un cliente abandonada su cuchitril, Martita levantaba el condón que había servido a su madre como protección. Simplemente los guardaba en su cajita de zapatos Periquita. Viscosos unos, secos otros, desprendían un hedor oceánico desde el interior de aquella caja, infinidad de globos. Los había en todos sus tamaños, colores, incluso sabores. Marta tenía un fetichismo por los globos verde metálico. Le agradaba el brillo que desprendía aquel color. Cierto día, esta coleccionista de globos, mientras regresaba del trabajo, vio a un colega que llevaba entre su mercancía un globo en forma de extraterrestre. Verde metálico. Brillante. Le recordó sus días de infancia. Acá un viaje del tipo Máximo Gorki, pero menos denso. Canjeó el globo con su colega y se fue a su casa con la felicidad que embarga a una niña con juguete nuevo.
Una vez que llegué a mi cuarto ví flotar esa rana, por un momento pensé que si la besaba se convertiría en un príncipe, cuando volte ya no estaba …
y me asuste, volte y la vi volando por los aires…
AÑORANZA DEL PUNTO FINAL (segunda versión)
cruza la puerta del viejo apartamento después de su más larga ausencia. El mismo armario resguardando sus ropas raídas, la misma duela chirriante, el globo verde que ve, sorprendida, aún hinchado, como si apenas se hubiera ido. Todo es igual, apenas unos centímetros distinto.
La vieja inmortal trae las manos agrietadas por contener el llanto y librar tantas batallas, y el corazón, qué decir del corazón, lo trae hecho un amasijo de recuerdos y olvido y tanta lata. La vieja tira al suelo la escafandra, tira los sueños y cierra los ojos sin soltar el llanto, no hay llanto, nada la sorprende después de quinientos años. Aprieta la quijada para no gritar, desea morir, desea los recuerdos con plazo impostergable, desea terminar su vida, que su vida no sea más que un cuento y poner el punto final, pero la vieja sólo escribe, no tiene otro remedio, escribe ante la luz que se filtra por esta puerta que se mantiene abierta, la luz que deja ver el mismo armario resguardando mis ropas raídas, la misma duela chirriante, el globo verde que veo, sorprendida, aún hinchado, como si apenas me hubiera ido
Yo siempre imaginé a los alienígenas diferentes, algo parecidos físicamente al que vi aquel día, pero pensé que tenían huesos, que eran más altos y nunca imaginé que flotaban y que sólo tenían aire adentro, pensé que hablaban, que tenían un gran cerebro.
Le comenté a mi doctor que había visto uno, esta vez de verdad, él no me creyó, como de costumbre, le mostré una foto y me miró y dijo que después de todo nadie sabía cómo eran en realidad.
Hacía años que intentaba dejarles atrás, no sé daba cuenta que aquellos amigos que creó en la infancia cumplirían la promesa de estar siempre a su lado.
Las cervezas no terminan de enfriarse y el recuerdo de Helena no me deja. Recostado sobre la cama, cierro los ojos y busco entre las sábanas la forma de su cuerpo, en mis dedos la mezcla de sudores que tanto me enloquece. Siento su presencia emergiendo de la lluvia que comienza, la puerta que se abre, y su aliento tibio susurrándome al oído: “Mientras hago el amor a mi esposo, eres tú. Disfrútalo”.
Me miró asustada, tratando inútilmente de ocultar el pánico que gritaba desde sus ojos, mientras fingía que no veía nada, que no notaba nada raro, que el mundo seguía teniendo sentido y que todo, todo era normal.
Yo la miré con el corazón en un puño y no tuve fuerzas para aclararle que era un globo de su bisnieto, que no estaba loca, que todo estaba bien. Sé que suena cruel, pero de haberlo hecho, ambos habríamos tenido que aceptar que el hecho de que ella viera cosas raras era algo posible y probable. Además el miedo en su cara tenía un aire de repetición que simplemente me acerqué y distraídamente cerré la puerta, le di un beso y me la lleve del brazo a ver a ese bisnieto que con un globo de verde realidad nos confirmaba a mi madre y a mí, su incipiente locura
Estoy Cansada de la luz, estoy cansada de mirar atrás, quiero sumergirme en la oscuridad, no quiero ver ni caras felices ni colores vivos.Tan solo lo que deseo es paz.
Desde afuera la casa había cambiado. Ya no entraba la luz. Hace apenas unas horas, el día anterior, la Sr. Dominguez abríó sus ventanas de par en par, como dejando entrar a todo mundo, mirando al cielo, suspirando flores y demás rituales de ese estilo. Pero hoy es diferente y no es para menos. Ayer, como a eso de las 9:46 de la noche, tiempo del suroeste de México, una nave espacial se plantó sobre su casa: gigantesca, plateada, redonda, con luces destellantes y humo saliendo de por debajo. Pero qué verguenza, traer ese tipo de gente a la casa, que nada más se metan así como así, sin avisar: es una peladez, eso es lo que es. Pero la Sra. Dominguez no tuvo mas que meterse la nave a la bolsa, con todo y criaturitas verdes para después, como no había otro lugar, ir la a meter muy adentro del ropero, bien cerrada para que no se salieran las criaturas, donde aún después de estar bajo muchas cobijas la lamparota seguía brillando. Lo que no habría sido tan malo si entonces la Sra. no hubiera traído puesta su mascarilla de dormir, de limón y concha nacar, que con toda esa luz le oscureció la piel; lo que es la verdadera razón por la que la Sra. Dominguez hoy no abrió su ventana para que todos vieran la navesota que se encontró ayer. Una lástima.
LA ESTRELLA
Entrar en la casa que no tenía mucho de haber adquirido, me era muy pesado, sentía como si me adentrara en el esófago de alguna criatura mitológica. Prisionera en mi propia casa. No pasaba nada fuera de lo común a simple vista, pero el ambiente era cómo una plancha de acero y el oxigeno, era de color. Además no me gusta tener invitados a los que no les he abierto la puerta.
En fin, dulces, juguetes, flores blancas, rezos, y ahora, Samuelito me pedió; un globo. Pues con un globo llegué, preparado para su partida. Pero cuál enorme fue mi sorpresa, al ver en su cara un enorme puchero, y decirme son ese susurro caprichoso de ultratumba- yo no te pedí una rana, yo quería una estrella- dejando escapar la rana de aluminio por la ventana del jardín. Entonces, desesperada, tomé al pequeño fantasma cómo a la tela de una cebolla y le dí una nalgada. Enfurecida, ya que no se iba a ir, lo mandé castigado a la cocina.
NO ES MÁS QUE UN ECTOPLASMA,
pero un ectoplasma enamorado. Lo escamoteé en la sesión de espiritismo y lo guardo escondido entre los pantalones de cuero y el corpiño escotado, el de seda roja. Cuando abro el armario para arreglarme me susurra las palabras tiernas que son el sentido de mi vida, la fuerza para seguir luchando. Nunca nadie me querrá como él. Un tío que me eche un buen polvo, en cambio, lo consigo la noche que me pongo y, si te digo la verdad, no era ese precisamente el punto fuerte del pobre Agustín, que en paz descanse.
Y cuando regresaste a ver si no habías dejado nada, descubres asombrada vuestro hijo imaginario, disfrazado y olvidado, de todo el amor, y cualquier otra cosa que los haya unido, solamente queda un muñeco con los ojos de ambos y sin voz.
¡Esta tarde lo dejo todo y me voy!
Porque he querido hacerlo desde siempre. En esta bolsa está todo lo que he tenido y tendré, pero me llevo la rana; que me escucha más que tú, que me entiende más que tú. No te molestes en buscarme ya estaré muy lejos. En la nevera esta tu pasta favorita y el pollo de anoche. No olvides encender la luz por las noches y regar las margaritas. Hasta nunca.
La mamá llamó apurada a Juanito:
– ¡Juanito! ¡Ya vámonos a la escuela!
– ¡NO ahí está ÉL! junto a la puerta, ¡Me dijo que me llevaría de nuevo! ¡Y esta vez para siempre!, contestó sollozando Juanito.
– ¡Portáte como un hombrecito!- La mamá lo jaloneó del brazo
– ¡Nooooooo! ahí está escondido detrás de la puerta solamente se ve su globo con forma de hombrecito verde- siguió gritando el niño
La señora lo llevó a rastras al auto y de ahí a la escuela; En el camino el niño sufrió terribles convulsiones dentro del auto y murió; La señora reportó el suceso a la policía pero no encontraban el cadáver; Días después lo encontraron en la cajuela del coche; No era la primera vez que desaparecía un niño y aparecía muerto posteriormente en las cercanías pero esta vez había ocurrido todo a la luz del día; La policía nombró como en ocasiones anteriores a la madre como principal sospechosa; los medios se encargaron de lincharla, como a las anteriores; La familia se dividió, al igual que las otras.
Cuando ocurrió el sepelio, la madre acudió por su parte sin el padre. Afuera del cementerio había una muchedumbre.
La madre sufrió un desmayo cuando entre tanta gente alcanzó a descubrir a un hombre de negro que portaba un globo con forma de hombrecillo verde…
Engañó al excéntrico magnate que tenía por marido con el cuento de que le haría una fiesta de cumpleaños. Lo puso a inflar globos, unos con Helio, otros con la boca para que mejorara su respiración. Los globos contenían un poderoso veneno. Sabiendo que moriría dejó al anciano y borracho esposo para huir con todo el dinero que pudo. Cuando ya iba un poco lejos recordó que había dejado la llave de la caja de seguridad en un cajón. No podía dejar atrás las joyas. Regresó solamente para percatarse que el anciano estaba bien muerto sobre la mesa del comedor junto al pastel de cumpleaños. Cuando iba a salir un globo lleno de una mortífera mezcla de helio y veneno le cerraba el paso.
Ella lo apartó con un movimiento de la mano en la que llevaba su cigarrillo encendido. Lo último que se escuchó fue una ligera explosión. Al día siguiente la policía sacaba dos cuerpos muertos por envenenamiento. Uno de los empleados de la morgue se percató que el cuerpo del anciano llevaba dibujada una extraña sonrisa en el rostro…
Experta en manejo de infantes se pone a sus órdenes para el cuidado de sus pequeños. Expertos en corrección de travesuras. Método Montessori…»
A la Kikis Corcuera le pareció el anuncio que leyó en la página de sociales del periódico como una suerte de anuncio de entrenadores de mascotas pero pensó que no iba a continuar atada a los caprichos del primogénito. Ya estaba cansada de socializar con sus amigas solamente por el Internet, así que llamó a la empresa de marras para que se hicieran cargo del niño.
Al día siguiente cuando regresó el niño la esperaba muy quietecito, ya no era el azote de la quietud de la casa, perfectamente comportado esperaba flotando a un lado de la puerta, todo verde él.
Cuando lo vio la señora pensó que guardaba una apariencia un poco extraña pero que a fin de cuentas seguía siendo su hijo y era ahora sí un niño bien portado.
Cuando lo llamó y el vio que no se movía lo agarró por el hilo y pensó: ¡Bueno en todo caso servirá para alegrar la fiesta infantil de las Rivadeneyra!
Años luz de distancia del planeta Tierra. Seres de plasma han escuchado las señales de radio de los terrícolas. Dirigen su atención hacia nosotros. Descubren los experimentos nucleares. Se preocupan porque «los niños encontraron los fósforos». Intentan alertarnos para que no suceda la autodestrucción. Ocurre la «señal ¡WOW!». No consiguen comunicarse. Construyen para tal propósito un prototipo de humanoide. Lo envían a la Tierra. Dotado de oídos supersensibles para poder escudriñar el entorno. Equivocan el objetivo. Llega a casa de la señora Pérez. Molesta por el globo que la persigue insistentemente, la señora Pérez lo destruye con un alfiler en medio de una gran explosión. A años luz de distancia, dos seres de plasma maldicen la idea al tiempo que les zumban los oídos…
30 de Octubre de 1938. Casa de doña Carmen. Queens, Ney York, USA. No hay líneas de metro, toda la isla es un caos por causa de una emisión radial. Doña Carmen no puede ir al segundo de sus tres empleos y regresa a casa caminando como puede, entre la muchedumbre presa del pánico.
– Esto está cada vez pior, a ver si no me corren…
– …
– ¡Pero por vida de Dios! ¿Criatura que haces ahí arriba…? Y mira que verde estás…
– …
– Ya si no, con tanto carro, a veces no puedo ni resollar
– …
– Debes estar desnutrido, pero ahorita yo te voy a dar unas lentejas que quedaron de ayer. Ándale ven para acá
– …
– Me vas a dispensar que no te de unas tortillas, pero la marketa estaba cerrada. Yo no sé que le pasa a todo mundo hoy…
– …
– Le vas a hacer el feo a mis lentejas? Ya sé que la comida no es igual que en Puebla pero mira que tampoco están de no comerse ándale ven.
– …
– O será que se pone uno así verde por los dólares. Hay no… Yo nomás me quedo un año más y me regreso al rancho. Come te digo
– …
– A mi se me hace que te hicieron brujería, mañana mismo te llevo a San Patricio pa’ que se te salga el chamuco.
– …
– No, más bien yo creo que estás empachado. A ver deja te desempacho.
– …
– Espérate chaparrito que no he terminado. Ven pa’ca.
Y sin saberlo, doña Carmen salvó a la humanidad de una inminente conquista.
Este armario permanecerá vacío por siempre, la ropa no mancillará esta iglesia, ni los zapatos rodaran el suelo llenando de efluvios de pies encerrados en cuero las robustas paredes de nogal. Este armario será por siempre un retal de mi niñez, un viaje al pasado, será pues donde encierre por siempre los recuerdos de la candidez, los soplidos de la inocencia aleados con helio. No contaba con la nueva criada, esa despistada chica.
El presidente de este año inició el discurso de apertura, ¿que próxima guerra, que país caerá y cual elevaremos a la gloria de los elegidos?, y el globo entró tras de mi siguiéndome como perro faldero. Se quedo atrapado en el techo.
Sin nada mejor que hacer, lo observe atento mientras quitaba el envoltorio a la piruleta, el presidente tiene cara de bobo, pensé para mi.
N. giró lentamente en ángulo de 180 grados revisando con la mirada el lugar donde había dormido. Eran cerca de las dos de la tarde y tenía que salir de ahí antes de que llegara alguien pues se acercaba la hora de la comida. Era la última semana que visitaba casas ajenas buscando un lugar dónde pasar los días durmiendo. Pronto se mudaría a Guadalajara, le gustaba conocer lugares nuevos. Trabajaba de noche en una cantina cerca de metro Lagunilla y estaba ahorrando dinero para el viaje. Cada noche encontraba un lugar nuevo y gratis, así guardaba su dinero. Su método era sencillo: platicaba con los clientes y una que otra vez se enteraba detalladamente de sus costumbres, sus horarios, sus direcciones, era por eso que encontraba fácilmente dónde dormir cuando el dueño del domicilio se encontraba trabajando, además de que poseía un talento especial para abrir cerraduras dificultosas. No era mal agradecida y ni ladrona. Después de descansar no más de seis horas en un lugar, hacía la limpieza y les dejaba un globo verde metálico flotando por la habitación.
Buenas tardes a todos. He aquí la lista de ganadores de esta mes. Obtiene el premio en esta ocasión el cuento «Desinformada» de Magay, por su vuelta a un argumento muy socorrido de la ciencia ficción nacional, y reciben mención «Luces» de Fernando, el cuento sin título de Carontex, «Añoranza del punto final» de Garcíamalo y el cuento sin título de Hölsenbaud.
Muchas felicidades a todos ellos y gracias, como siempre, a todos los participantes. En pocos días estará en línea la convocatoria al concurso de julio. Hasta entonces…
[…] el premio en esta ocasión el cuento “Desinformada” de Magay, por su vuelta a un argumento muy socorrido de la ciencia ficción nacional, y reciben […]
Maestro Chimal:
Gracias por la mención. Las minificciones se me hacen muy complejas, está es la segunda vez que participo y realmente lo hago a base de pura intuición. Sé que no es el lugar, pero ¿qué características tiene un género tan sintético? Perdone que lo moleste así. Gracias de nuevo y felicidades a todos y a Magay, sobre todo.
Garcíamalo: felicidades a ti.
Sobre la minificción, yo creo que los rasgos más importantes son la brevedad (obvio) y la capacidad de sugerir los sucesos más que decirlo todo explícitamente. Para empezar con metáforas, la minificción podría ser una bomba de acción retardada, o mejor aún, una semilla, que germina en la mente del lector cuando ha terminado de leer.
Saludos…
Las Historias es un sitio de Alberto Chimal, escritor mexicano. Contiene una antología virtual de cuento en constante crecimiento y otros contenidos en archivo.
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Cuándo Hansel me dijo que vendría a visitarme con el príncipe que acababa de conocer en la convención de «magia balsámica de los besos», esperaba verla entrar de la mano de una corona.
No estarás sola.
A María, niña solitaria, el abuelo le dijo un día que aquel armario era mágico, que nunca estaría sola siempre que cerrara los ojos fuertemente al tomar la ropa que se habría de poner ese día, que un amigo que nadie más podría ver, le daría la ropa a utilizar, un amigo del mismo color que la ropa, que le acompañaría durante el día.
Hoy ¡gracias a Dios!, María está mucho mejor, ya no hay amigos verdes o rojos, ni de múltiples colores, hoy los amigos son todos blancos, como las batas que se usan en este hospital en donde, como dijo el abuelo, jamás se siente sola.
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Atrapado, el globo miró salir por la puerta a la única que hubiese podido salvarlo.
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¡Doctora, ya no sé que hacer!
Cuando salí a la tienda, pase por su cuarto para dejarle un recado.
De nuevo la encontré en el piso y con la televisión encendida.
Una bola de babosadas que me decía: que nunca llego tarde, que era una caricatura, que algo llegó del cielo, que los Picapiedra, que la venían siguiendo y no sé que más tonterías.
Gazzu, Gazzu. Estaba grito y grito.
Estaba toda perdida.
Honraras a tu padre y… ¡A la Madre!
Ay amor. Ahora entiendo por qué te costo tanto trabajo presentarme a tus papas.
RT @albertochimal: Aviso nocturno: si les gustan los #cuentuitos y la #nanoficción, asómense al concurso mensual de Las Historias. http://bit.ly/9gqjGK
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¡Buen día! @albertochimal invita a afectos a la #nanoficción, a participar del concurso mensual del blog Las Historias. http://bit.ly/9gqjGK
RT @durankist: nanoficcion? no sabía de tal cosa… cual es el hash? // Entra aquí: http://bit.ly/cJOwaf y al hash #nanoficción
@mundointerno Son de diez a quince palabras. Y también entra al blog: http://bit.ly/cJOwaf A ver qué te parece.
Ella ignora aquel que la persigue. Él estudia sus movimientos. Ansia de sentirse observada. Angustioso experimento. Cuerpos, superficie de irrealidad.
Al llegar esperaba ver una estampida de niños corriendo por toda la casa. Pero enseguida me percate de que reinaba una calma y un silencio sepulcral. Los niños no estaban. Todo seguía en orden, cómo lo había dejado, excepto algo estaba fuera de lugar. En ese momento me dirigí al sótano y me asegure de que el candado de la jaula estuviera bien cerrado. Los pequeños, cómo siempre, me veían horrorizados.
Cumpleaños
¡Si, esta es la casa, pase!… A la bruja de su amiga, se le metió en la cabeza que hoy viernes cumple mil años y quiere celebrarlo. Justo a las diez de la noche me convirtió en este monigote de vinyl (en realidad soy un oscuro gato). ¡Tú les darás la bienvenida a mis invitadas!, dijo. Y ¡pum! me adosó al techo. Dos horas llevo aquí arriba, esbozando esta sonrisita sabritona que ves. De trece invitadas usted es la primera en llegar. Entre pues y camine despacio hasta el fondo, pero no prenda la luz porque eso la enfurece. La pócima de regalo, viértala al pasar, en la olla que hierve la izquierda.
El esbat será en el sótano pero acabarán sobrevolando el cementerio.
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MI TÍA JUANA
Mi tía Juana, siempre olvidaba, por eso volvía a casa a encontrar las llaves que estaban en su bolso.
Mi tía Juana era así, con un pie en el recuerdo y la cabeza en el olvido.
Mi tía Juana era soltera.Olvidó besar a su príncipe azul. El aún bajo forma de rana, le sonreía siempre, porque creía que esta vez si, volvía acordándose de él.
Abrió los ojos rojos, por culpa el sol del medio día que atravezaba las persianas sin permiso. Todo lo demás parecía en tinieblas.
Después de tres años, por fin había dormido bien. Sabía que ya no habría más noches en vela por las infidelidades de Xavier. Ya todo habia acabado, Xavier ya no estaba y ella podría salir con sus amigos de nuevo.
Al ver el globo verde asomado en la puerta, recordó que Xavier lo había llevado para borrar sus errores, como otras veces. Como nunca, esta vez no recibió el regalo y comenzó la discusión.
Había olvidado desanudar el globo del cuerpo frio y tieso de Xavier escondido en el closet.
Llega un momento en la vida de todo ser vivo en que los ánimos no dan para otras vacaciones. Los cabellos que quedan en pie son cada vez más tiesos y reacios. La piel, a medida que el tiempo transcurre, se asemeja al material de las paredes y se afloja formando surcos como mares imprecisos. Cuando los pasos le son más difíciles -a todo ser vivo-, los dioses le hacen un último regalo antes de viajar a otros mundos y otros infiernos. Tras el último y más avejentado paso, el hombre y el ser y la bestia y la sombra flotan, agitando sus piernas como subiendo escaleras de humo translúcido. Entonces todos ascienden graciosos cual globo euclidiano y se funden en el silencio de la estratósfera filosa, donde van a parar los sueños y la carne levemente inflada de los seres viejos y vivos.
corrijo: traslúcido
no, no corrijo, creí que decía traslúcido. = ) Qué lío, la primera versión está bien.
AMIGOS IMAGINARIOS.
A los seis años, Isabel decía tener un “sexto sentido” místico que le obligaba a ver personajes intangibles para el resto de los seres humanos; decía que los cuerpos etéreos de cada persona se encontraban rodeados de pequeños seres tornasoles a los que apodaba “smurfsónicos” y todos en la familia la considerábamos loca basados en dos cosas: lo pintoresco de sus ideas y el hecho de que no encontrábamos explicación para que una niñita conociera la palabra “etéreo”.
Un día llegó a nuestra casa la tía Raquelita, mística de cafetería que al ver a la pequeña Isabel señalando hacia el marco de la puerta se sorprendió de compartir su capacidad con alguien (ella también decía ver a los dichosos smurfsónicos) al grado de caerse al suelo y convulsionar hasta el paro cardiaco; en cuanto su cuerpo terminó de moverse los duendecillos tornasoles habían desaparecido e Isabel se volvió una niña normal que no decía ver pequeñas creaturas coloridas y conocía la palabra “etéreo”. Nuestra vida familiar se volvió casi perfecta.
OLVIDO
Como todos los días me levanto temprano, hago el lunch de mis hijas, las despierto para estar a tiempo, al principio mi llamado es con calma y derramando todo el amor que les profeso, a la tercera llamada es un grito de horro que las hace saltar de la cama. Entre llantos y pleitos logramos salir del departamento, bajamos cinco pisos, las veo bellas peinadas, con sus mochilas en la espalda, sus loncheras en la mano, y me digo que hermosas son. LLegamos a la cochera y para no variar el coche de mi vecino, está delante del mio, habrá que llamarlo para que una vez más mueva su coche y podamos salir a tiempo..(el tiempo parece eterno). Una de las niñas recuerda y manifiesta en voz alta: mamá¡¡¡ olvidé mi rana, esta frase seguida de un llanto interminable, la mirada de la hermana es inquisidora, madre sube por la maldita rana para que ésta se calle, suspiro profundo recorro de regreso los cinco pisos que habíamos bajado hace no más de diez minutos. Al entrar al departamento siente que ha olvidado algo y piensa de pronto que bello sería tener hijos……
RT @TopsyRT: Concurso #55 http://bit.ly/9gqjGK ESPERO TENER TIEMPO PARA PARTICIPAR……
no se como me decidí a ir después de tantos años, pero deseaba verla por un momento nada mas,
sabia muy bien lo que podía pasar ella no sabia quien era, seguramente si me descubriera al ver mi fachada huiría a gran velocidad. Al recorrer el pasillo me encontré con un globo con una forma muy singular,me recordó a los viejos tiempos, siempre he creído que son de buena suerte esas criaturas verdes-sera acaso una señal de buena fortuna- pensé, mientras llegaba al final del pasillo.Entonces una pequeña apareció ante mi, al parecer buscaba algo, era una niña hermosa,cabello rogiso, con preciosos risos, y un vestido color celeste que la hacia parecer una princesita. Me observo con curiosidad.
-no ha visto un globo por aquí, mi madre me lo envió»-me dijo, pero no me anime a contestar- señora, lo ha visto, es importante-dijo con afán, mostró entonces una expresión que conocía muy bien, era mi pequeña -si lo se, cerca de la ventana- dijo con nerviosismo, pero a la pequeña no le importo al escuchar la ubicación corrió en esa dirección. la seguí con leves pasos, hasta que la alcance ,saltaba para alcanzar el globo que flotaba, me acerque y se lo entregue- toma- le dije, lo tomo abrazándolo con fuerza-muchas gracias- dijo la pequeña, luego corrió por el pasillo con emoción-¿cual es tu nombre pequeña?-pregunte rápidamente, antes que desapareciera.-perla, como mi mamá-dijo para luego desaparecer por el pasillo.Una gran alegría me embargo, ella sabia de mi existir, que mas podía pedir.
al salir me prometí regresar, y decirle quien era en realidad.
no se como me decidí a ir después de tantos años, pero deseaba verla por un momento nada mas,
sabia muy bien lo que podía pasar ella no sabia quien era, seguramente si me descubriera al ver mi fachada huiría a gran velocidad. Al recorrer el pasillo me encontré con un globo con una forma muy singular,me recordó a los viejos tiempos, siempre he creído que son de buena suerte esas criaturas verdes-sera acaso una señal de buena fortuna- pensé, mientras llegaba al final del pasillo.Entonces una pequeña apareció ante mi, al parecer buscaba algo, era una niña hermosa,cabello rogiso, con preciosos risos, y un vestido color celeste que la hacia parecer una princesita. Me observo con curiosidad.
-no ha visto un globo por aquí, mi madre me lo envió»-me dijo, pero no me anime a contestar- señora, lo ha visto, es importante-dijo con afán, mostró entonces una expresión que conocía muy bien, era mi pequeña -si lo se, cerca de la ventana- dijo con nerviosismo, pero a la pequeña no le importo al escuchar la ubicación corrió en esa dirección. la seguí con leves pasos, hasta que la alcance ,saltaba para alcanzar el globo que flotaba, me acerque y se lo entregue- toma- le dije, lo tomo abrazándolo con fuerza-muchas gracias- dijo la pequeña, luego corrió por el pasillo con emoción-¿cual es tu nombre pequeña?-pregunte rápidamente, antes que desapareciera.-perla, como mi mamá-dijo para luego desaparecer por el pasillo.Una gran alegría me embargo, ella sabia de mi existir, que mas podía pedir.
al salir me prometí regresar, y decirle quien era en realidad.
El globo verde es real: su acabado metálico y su ligereza de helio, su manera de estar suspendido y el reflejo de la madera oscura sobre su redondez hinchada. El globo verde es verdadero con todo y su forma absurda que podría representar un marciano o un cronopio de igual forma. El globo verde es tan real que ha escapado del cordel que lo ataba a la muñeca del niño y va hacia donde quiere; es real y próximamente será libre, sólo le falta sortear el pasillo que lleva hacia la ventana.
Sin embargo, ahí hay una mujer.
Desde el mundo de las cosas que son reales, el globo verde sabe cuando algo no lo es. Por eso se detiene en el dintel de la puerta.
AÑORANZA DEL PUNTO FINAL
cruza la puerta del viejo apartamento después de su más larga ausencia. El mismo armario resguardando sus ropas raídas, la misma duela chirriante, el globo verde que ve, sorprendida, aún hinchado, como si apenas se hubiera ido. Todo es igual, apenas unos centímetros distinto.
La vieja inmortal trae las manos agrietadas por contener el llanto y librar tantas batallas, y el corazón, qué decir del corazón, lo trae hecho un amasijo de recuerdos y falsas esperanzas. La vieja tira al suelo la escafandra, tira los sueños y cierra los ojos sin soltar el llanto, no hay llanto, nada la sorprende después de quinientos años. Aprieta los ojos, desea morir, desea los recuerdos con plazo impostergable, desea terminar su vida, desea que su vida sea un cuento y poner punto final, pero la vieja sólo escribe, no tiene otro remedio, escribe ante la luz que se filtra por la puerta que se mantiene abierta
hola , perdon se reenvio dos veces la historia
una con el nombre de Aura Abigail, y otra con
calre21, puedes borrar una, espero que no sea un problema
Marketing de ultratumba
¿Y cómo quieres que tenga la cara? Ahora resulta que venden cronopios en cada esquina.
Muerta de miedo, Sabrina decidió ceder al experimento sexual extraterrestre. En fin, pensó, algún día me tenía que pasar.
Había sido una noche inusual para Susana. Apenas abrió la puerta de su apartamento se sintió aliviada. Hacia tiempo que no le reconfortaba sentirse sola. Sabía que mientras estuviera rodeada por esas paredes su corazón regresaría a las 80 pulsasiones por minuto, pero en aquel instante palpitaba a 120 pulsasiones. Era un bólido que bombeaba sangre a toda presión. Sentía que su cuerpo, lleno de aire, flotaba a la deriva, así como aquel globo en la entrada de su habitación. Globo que le fue obsequiado por el mismo hombre con el que pasó aquellas detestables horas de trabajo.
“Vete a la mierda” fue casi la última frase que Marta le soltó antes de alejarlo de su vida para siempre. “Y, por si quieres saberlo, una de las cosas que te faltó, una de entre las miles de cosas que te faltaron”, le gritó antes de cerrarle la puerta en las narices, “fue comprarme un globo, un pinche globo”.
Al día siguiente, al regresar de su trabajo, nada más ver el horrible globo, forma de marcianito, verde metálico, supo de quien era. Lo apartó para entrar a casa.
Lo que no vio fue la nota bajo la piedra que impedía que el globo flotara libremente: “Tú merecías ser lapidada. Y, aún así, ahí tienes tu globo, tu pinche globo”.
Ella se llamaba Marta. Ella se llamaba así en honor a su abuela, Marta I, de quien había heredado, no sólo su afición sino su oficio: globera. A Martita, como le decía su puta madre, literalmente, le gustaba coleccionar globos desde morrita. Aprendió la manía gracias al oficio de su madre. Cada vez que un cliente abandonada su cuchitril, Martita levantaba el condón que había servido a su madre como protección. Simplemente los guardaba en su cajita de zapatos Periquita. Viscosos unos, secos otros, desprendían un hedor oceánico desde el interior de aquella caja, infinidad de globos. Los había en todos sus tamaños, colores, incluso sabores. Marta tenía un fetichismo por los globos verde metálico. Le agradaba el brillo que desprendía aquel color. Cierto día, esta coleccionista de globos, mientras regresaba del trabajo, vio a un colega que llevaba entre su mercancía un globo en forma de extraterrestre. Verde metálico. Brillante. Le recordó sus días de infancia. Acá un viaje del tipo Máximo Gorki, pero menos denso. Canjeó el globo con su colega y se fue a su casa con la felicidad que embarga a una niña con juguete nuevo.
Una vez que llegué a mi cuarto ví flotar esa rana, por un momento pensé que si la besaba se convertiría en un príncipe, cuando volte ya no estaba …
y me asuste, volte y la vi volando por los aires…
Todo había sido un sueño.
AÑORANZA DEL PUNTO FINAL (segunda versión)
cruza la puerta del viejo apartamento después de su más larga ausencia. El mismo armario resguardando sus ropas raídas, la misma duela chirriante, el globo verde que ve, sorprendida, aún hinchado, como si apenas se hubiera ido. Todo es igual, apenas unos centímetros distinto.
La vieja inmortal trae las manos agrietadas por contener el llanto y librar tantas batallas, y el corazón, qué decir del corazón, lo trae hecho un amasijo de recuerdos y olvido y tanta lata. La vieja tira al suelo la escafandra, tira los sueños y cierra los ojos sin soltar el llanto, no hay llanto, nada la sorprende después de quinientos años. Aprieta la quijada para no gritar, desea morir, desea los recuerdos con plazo impostergable, desea terminar su vida, que su vida no sea más que un cuento y poner el punto final, pero la vieja sólo escribe, no tiene otro remedio, escribe ante la luz que se filtra por esta puerta que se mantiene abierta, la luz que deja ver el mismo armario resguardando mis ropas raídas, la misma duela chirriante, el globo verde que veo, sorprendida, aún hinchado, como si apenas me hubiera ido
Yo siempre imaginé a los alienígenas diferentes, algo parecidos físicamente al que vi aquel día, pero pensé que tenían huesos, que eran más altos y nunca imaginé que flotaban y que sólo tenían aire adentro, pensé que hablaban, que tenían un gran cerebro.
Le comenté a mi doctor que había visto uno, esta vez de verdad, él no me creyó, como de costumbre, le mostré una foto y me miró y dijo que después de todo nadie sabía cómo eran en realidad.
Sigue abierto el concurso de minificción de Las Historias: https://www.lashistorias.com.mx/index.php/archivo/concurso-55/
Inseparables.
Hacía años que intentaba dejarles atrás, no sé daba cuenta que aquellos amigos que creó en la infancia cumplirían la promesa de estar siempre a su lado.
RT @albertochimal: Sigue abierto el concurso de minificción de Las Historias: https://www.lashistorias.com.mx/index.php/archivo/concurso-55/
La visita
Las cervezas no terminan de enfriarse y el recuerdo de Helena no me deja. Recostado sobre la cama, cierro los ojos y busco entre las sábanas la forma de su cuerpo, en mis dedos la mezcla de sudores que tanto me enloquece. Siento su presencia emergiendo de la lluvia que comienza, la puerta que se abre, y su aliento tibio susurrándome al oído: “Mientras hago el amor a mi esposo, eres tú. Disfrútalo”.
Me miró asustada, tratando inútilmente de ocultar el pánico que gritaba desde sus ojos, mientras fingía que no veía nada, que no notaba nada raro, que el mundo seguía teniendo sentido y que todo, todo era normal.
Yo la miré con el corazón en un puño y no tuve fuerzas para aclararle que era un globo de su bisnieto, que no estaba loca, que todo estaba bien. Sé que suena cruel, pero de haberlo hecho, ambos habríamos tenido que aceptar que el hecho de que ella viera cosas raras era algo posible y probable. Además el miedo en su cara tenía un aire de repetición que simplemente me acerqué y distraídamente cerré la puerta, le di un beso y me la lleve del brazo a ver a ese bisnieto que con un globo de verde realidad nos confirmaba a mi madre y a mí, su incipiente locura
Estoy Cansada de la luz, estoy cansada de mirar atrás, quiero sumergirme en la oscuridad, no quiero ver ni caras felices ni colores vivos.Tan solo lo que deseo es paz.
Luces
Desde afuera la casa había cambiado. Ya no entraba la luz. Hace apenas unas horas, el día anterior, la Sr. Dominguez abríó sus ventanas de par en par, como dejando entrar a todo mundo, mirando al cielo, suspirando flores y demás rituales de ese estilo. Pero hoy es diferente y no es para menos. Ayer, como a eso de las 9:46 de la noche, tiempo del suroeste de México, una nave espacial se plantó sobre su casa: gigantesca, plateada, redonda, con luces destellantes y humo saliendo de por debajo. Pero qué verguenza, traer ese tipo de gente a la casa, que nada más se metan así como así, sin avisar: es una peladez, eso es lo que es. Pero la Sra. Dominguez no tuvo mas que meterse la nave a la bolsa, con todo y criaturitas verdes para después, como no había otro lugar, ir la a meter muy adentro del ropero, bien cerrada para que no se salieran las criaturas, donde aún después de estar bajo muchas cobijas la lamparota seguía brillando. Lo que no habría sido tan malo si entonces la Sra. no hubiera traído puesta su mascarilla de dormir, de limón y concha nacar, que con toda esa luz le oscureció la piel; lo que es la verdadera razón por la que la Sra. Dominguez hoy no abrió su ventana para que todos vieran la navesota que se encontró ayer. Una lástima.
LA ESTRELLA
Entrar en la casa que no tenía mucho de haber adquirido, me era muy pesado, sentía como si me adentrara en el esófago de alguna criatura mitológica. Prisionera en mi propia casa. No pasaba nada fuera de lo común a simple vista, pero el ambiente era cómo una plancha de acero y el oxigeno, era de color. Además no me gusta tener invitados a los que no les he abierto la puerta.
En fin, dulces, juguetes, flores blancas, rezos, y ahora, Samuelito me pedió; un globo. Pues con un globo llegué, preparado para su partida. Pero cuál enorme fue mi sorpresa, al ver en su cara un enorme puchero, y decirme son ese susurro caprichoso de ultratumba- yo no te pedí una rana, yo quería una estrella- dejando escapar la rana de aluminio por la ventana del jardín. Entonces, desesperada, tomé al pequeño fantasma cómo a la tela de una cebolla y le dí una nalgada. Enfurecida, ya que no se iba a ir, lo mandé castigado a la cocina.
Últimos días para participar en el concurso de minificción de Las Historias, en http://bit.ly/9gqjGK
NO ES MÁS QUE UN ECTOPLASMA,
pero un ectoplasma enamorado. Lo escamoteé en la sesión de espiritismo y lo guardo escondido entre los pantalones de cuero y el corpiño escotado, el de seda roja. Cuando abro el armario para arreglarme me susurra las palabras tiernas que son el sentido de mi vida, la fuerza para seguir luchando. Nunca nadie me querrá como él. Un tío que me eche un buen polvo, en cambio, lo consigo la noche que me pongo y, si te digo la verdad, no era ese precisamente el punto fuerte del pobre Agustín, que en paz descanse.
A donde quiere que fuera, la maldita paranoia me perseguía. No importando qué puertas abriera o cerrara, siempre estaba detrás de mí…
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Y cuando regresaste a ver si no habías dejado nada, descubres asombrada vuestro hijo imaginario, disfrazado y olvidado, de todo el amor, y cualquier otra cosa que los haya unido, solamente queda un muñeco con los ojos de ambos y sin voz.
¡Esta tarde lo dejo todo y me voy!
Porque he querido hacerlo desde siempre. En esta bolsa está todo lo que he tenido y tendré, pero me llevo la rana; que me escucha más que tú, que me entiende más que tú. No te molestes en buscarme ya estaré muy lejos. En la nevera esta tu pasta favorita y el pollo de anoche. No olvides encender la luz por las noches y regar las margaritas. Hasta nunca.
El visitante
La mamá llamó apurada a Juanito:
– ¡Juanito! ¡Ya vámonos a la escuela!
– ¡NO ahí está ÉL! junto a la puerta, ¡Me dijo que me llevaría de nuevo! ¡Y esta vez para siempre!, contestó sollozando Juanito.
– ¡Portáte como un hombrecito!- La mamá lo jaloneó del brazo
– ¡Nooooooo! ahí está escondido detrás de la puerta solamente se ve su globo con forma de hombrecito verde- siguió gritando el niño
La señora lo llevó a rastras al auto y de ahí a la escuela; En el camino el niño sufrió terribles convulsiones dentro del auto y murió; La señora reportó el suceso a la policía pero no encontraban el cadáver; Días después lo encontraron en la cajuela del coche; No era la primera vez que desaparecía un niño y aparecía muerto posteriormente en las cercanías pero esta vez había ocurrido todo a la luz del día; La policía nombró como en ocasiones anteriores a la madre como principal sospechosa; los medios se encargaron de lincharla, como a las anteriores; La familia se dividió, al igual que las otras.
Cuando ocurrió el sepelio, la madre acudió por su parte sin el padre. Afuera del cementerio había una muchedumbre.
La madre sufrió un desmayo cuando entre tanta gente alcanzó a descubrir a un hombre de negro que portaba un globo con forma de hombrecillo verde…
ültimo aliento
Engañó al excéntrico magnate que tenía por marido con el cuento de que le haría una fiesta de cumpleaños. Lo puso a inflar globos, unos con Helio, otros con la boca para que mejorara su respiración. Los globos contenían un poderoso veneno. Sabiendo que moriría dejó al anciano y borracho esposo para huir con todo el dinero que pudo. Cuando ya iba un poco lejos recordó que había dejado la llave de la caja de seguridad en un cajón. No podía dejar atrás las joyas. Regresó solamente para percatarse que el anciano estaba bien muerto sobre la mesa del comedor junto al pastel de cumpleaños. Cuando iba a salir un globo lleno de una mortífera mezcla de helio y veneno le cerraba el paso.
Ella lo apartó con un movimiento de la mano en la que llevaba su cigarrillo encendido. Lo último que se escuchó fue una ligera explosión. Al día siguiente la policía sacaba dos cuerpos muertos por envenenamiento. Uno de los empleados de la morgue se percató que el cuerpo del anciano llevaba dibujada una extraña sonrisa en el rostro…
«Empresa globalizadora …
Experta en manejo de infantes se pone a sus órdenes para el cuidado de sus pequeños. Expertos en corrección de travesuras. Método Montessori…»
A la Kikis Corcuera le pareció el anuncio que leyó en la página de sociales del periódico como una suerte de anuncio de entrenadores de mascotas pero pensó que no iba a continuar atada a los caprichos del primogénito. Ya estaba cansada de socializar con sus amigas solamente por el Internet, así que llamó a la empresa de marras para que se hicieran cargo del niño.
Al día siguiente cuando regresó el niño la esperaba muy quietecito, ya no era el azote de la quietud de la casa, perfectamente comportado esperaba flotando a un lado de la puerta, todo verde él.
Cuando lo vio la señora pensó que guardaba una apariencia un poco extraña pero que a fin de cuentas seguía siendo su hijo y era ahora sí un niño bien portado.
Cuando lo llamó y el vio que no se movía lo agarró por el hilo y pensó: ¡Bueno en todo caso servirá para alegrar la fiesta infantil de las Rivadeneyra!
S.E.T.I. S.A.
Años luz de distancia del planeta Tierra. Seres de plasma han escuchado las señales de radio de los terrícolas. Dirigen su atención hacia nosotros. Descubren los experimentos nucleares. Se preocupan porque «los niños encontraron los fósforos». Intentan alertarnos para que no suceda la autodestrucción. Ocurre la «señal ¡WOW!». No consiguen comunicarse. Construyen para tal propósito un prototipo de humanoide. Lo envían a la Tierra. Dotado de oídos supersensibles para poder escudriñar el entorno. Equivocan el objetivo. Llega a casa de la señora Pérez. Molesta por el globo que la persigue insistentemente, la señora Pérez lo destruye con un alfiler en medio de una gran explosión. A años luz de distancia, dos seres de plasma maldicen la idea al tiempo que les zumban los oídos…
Desinformada
30 de Octubre de 1938. Casa de doña Carmen. Queens, Ney York, USA. No hay líneas de metro, toda la isla es un caos por causa de una emisión radial. Doña Carmen no puede ir al segundo de sus tres empleos y regresa a casa caminando como puede, entre la muchedumbre presa del pánico.
– Esto está cada vez pior, a ver si no me corren…
– …
– ¡Pero por vida de Dios! ¿Criatura que haces ahí arriba…? Y mira que verde estás…
– …
– Ya si no, con tanto carro, a veces no puedo ni resollar
– …
– Debes estar desnutrido, pero ahorita yo te voy a dar unas lentejas que quedaron de ayer. Ándale ven para acá
– …
– Me vas a dispensar que no te de unas tortillas, pero la marketa estaba cerrada. Yo no sé que le pasa a todo mundo hoy…
– …
– Le vas a hacer el feo a mis lentejas? Ya sé que la comida no es igual que en Puebla pero mira que tampoco están de no comerse ándale ven.
– …
– O será que se pone uno así verde por los dólares. Hay no… Yo nomás me quedo un año más y me regreso al rancho. Come te digo
– …
– A mi se me hace que te hicieron brujería, mañana mismo te llevo a San Patricio pa’ que se te salga el chamuco.
– …
– No, más bien yo creo que estás empachado. A ver deja te desempacho.
– …
– Espérate chaparrito que no he terminado. Ven pa’ca.
Y sin saberlo, doña Carmen salvó a la humanidad de una inminente conquista.
Este armario permanecerá vacío por siempre, la ropa no mancillará esta iglesia, ni los zapatos rodaran el suelo llenando de efluvios de pies encerrados en cuero las robustas paredes de nogal. Este armario será por siempre un retal de mi niñez, un viaje al pasado, será pues donde encierre por siempre los recuerdos de la candidez, los soplidos de la inocencia aleados con helio. No contaba con la nueva criada, esa despistada chica.
El presidente de este año inició el discurso de apertura, ¿que próxima guerra, que país caerá y cual elevaremos a la gloria de los elegidos?, y el globo entró tras de mi siguiéndome como perro faldero. Se quedo atrapado en el techo.
Sin nada mejor que hacer, lo observe atento mientras quitaba el envoltorio a la piruleta, el presidente tiene cara de bobo, pensé para mi.
N. giró lentamente en ángulo de 180 grados revisando con la mirada el lugar donde había dormido. Eran cerca de las dos de la tarde y tenía que salir de ahí antes de que llegara alguien pues se acercaba la hora de la comida. Era la última semana que visitaba casas ajenas buscando un lugar dónde pasar los días durmiendo. Pronto se mudaría a Guadalajara, le gustaba conocer lugares nuevos. Trabajaba de noche en una cantina cerca de metro Lagunilla y estaba ahorrando dinero para el viaje. Cada noche encontraba un lugar nuevo y gratis, así guardaba su dinero. Su método era sencillo: platicaba con los clientes y una que otra vez se enteraba detalladamente de sus costumbres, sus horarios, sus direcciones, era por eso que encontraba fácilmente dónde dormir cuando el dueño del domicilio se encontraba trabajando, además de que poseía un talento especial para abrir cerraduras dificultosas. No era mal agradecida y ni ladrona. Después de descansar no más de seis horas en un lugar, hacía la limpieza y les dejaba un globo verde metálico flotando por la habitación.
Buenas tardes a todos. He aquí la lista de ganadores de esta mes. Obtiene el premio en esta ocasión el cuento «Desinformada» de Magay, por su vuelta a un argumento muy socorrido de la ciencia ficción nacional, y reciben mención
«Luces» de Fernando, el cuento sin título de Carontex, «Añoranza del punto final» de Garcíamalo y el cuento sin título de Hölsenbaud.
Muchas felicidades a todos ellos y gracias, como siempre, a todos los participantes. En pocos días estará en línea la convocatoria al concurso de julio. Hasta entonces…
[…] el premio en esta ocasión el cuento “Desinformada” de Magay, por su vuelta a un argumento muy socorrido de la ciencia ficción nacional, y reciben […]
Maestro Chimal:
Gracias por la mención. Las minificciones se me hacen muy complejas, está es la segunda vez que participo y realmente lo hago a base de pura intuición. Sé que no es el lugar, pero ¿qué características tiene un género tan sintético? Perdone que lo moleste así. Gracias de nuevo y felicidades a todos y a Magay, sobre todo.
Garcíamalo: felicidades a ti.
Sobre la minificción, yo creo que los rasgos más importantes son la brevedad (obvio) y la capacidad de sugerir los sucesos más que decirlo todo explícitamente. Para empezar con metáforas, la minificción podría ser una bomba de acción retardada, o mejor aún, una semilla, que germina en la mente del lector cuando ha terminado de leer.
Saludos…