Concurso

Concurso #29

Una vez más, esta bitácora convoca a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:

Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen ilustra una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.

El ganador de cada mes será elegido tomando en cuenta la opinión de quienes decidan opinar, y recibirá un trofeo virtual. (Los concursantes deben dejar una dirección válida de correo electrónico, para poder recibir su premio.) La fecha límite para hacer propuestas es el 24 de marzo.

Quedan invitados.

66 comentarios. Dejar nuevo

  • La chica súper, de tanto ver la televisión, pensó que volar era fácil, apenas despego el pie y un ataque de hilaridad se apodero de ella, que la idea de volar desapareció por completo, mejor seguir caminando, no importa que la muralla china parezca no tener fin…

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  • Hesperis.

    Hace tiempo que no pego los ojos. Mis manos ya no se tocan, ya no conocen su textura la una de la otra. La tierra presiona la planta de mi pie derecho, siento todo el peso del mundo sosteniéndose sobre mi pierna, tanto dolor, miseria, injusticia. Pero más pesados y dolorosos son los pecados del cielo, por eso para sostenerlos uso todo mi cuerpo, desde el talón a la coronilla.
    Pocos son ya los que recuerdan mi nombre entre los seres que habitan los llanos y los valles, los mares y los cielos. Desde aquí, la isla de Hiperbórea, yo los observo a todos, son las aves dentro de todos las que más quiero, ellas van y vienen de sur a norte, de norte a sur, realizando impresionantes migraciones para alimentarme con los frutos del trópico. También es para saludarme que los seres del océano recorren tantas distancias, ahí los brincos del pez volador, allá también los chorros de agua que producen las ballenas imitando a los géiseres de la tierra.
    Cuidar del mundo no es difícil mas no tolero la ingratitud. ¿Hombres por que ya no vienen a buscarme, por que me han dejado aquí sola? Tanto a sido su machismo, que no reconocen siquiera mi sacrificio, ya no es a mi a quien honran con sus templos, no es mi imagen con brazos extendidos la que colocan en sus cruces. Mientras yo resisto ustedes pequeños seres, invaden todos los rincones de la creación, devastando los bosques, ensuciando los mares y contaminando los cielos. ¿Que sucederá cuando las aves ya no traigan mi alimento, ni las ballenas me alegren con su aliento? Tenían que haber sido tan parecidos a su padre, ese haragán que hace tantos miles de años se fue por cigarros y me dejó encargado su trabajo, lo peor es que ya no aguanto la vejiga, otra vez tendré que ir al baño; esta vez durará más de cuarenta días.

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  • FE DE ERRATAS Esta es la version corregida, del cuento perdonen las molestias.

    Hesperis.

    Hace tiempo que no pego los ojos. Mis manos ya no se tocan, ya no conocen su textura la una de la otra. La tierra presiona la planta de mi pie derecho, siento todo el peso del mundo sosteniéndose sobre mi pierna, tanto dolor, miseria, injusticia. Pero más pesados y dolorosos son los pecados del cielo, por eso para sostenerlos uso todo mi cuerpo, desde el talón a la coronilla.
    Pocos son ya los que recuerdan mi nombre entre los seres que habitan los llanos y los valles, los mares y los cielos. Desde aquí, la isla de Hiperbórea, yo los observo. Dentro de todos son las aves las que más quiero, ellas van y vienen de sur a norte, de norte a sur, realizando impresionantes migraciones para alimentarme con los frutos del trópico. También es para reconfortarme que los seres del océano recorren tantas distancias; ahí los brincos del pez volador, allá también los chorros de agua que producen las ballenas imitando a los géiseres de la tierra.
    Cuidar del mundo no es difícil mas no tolero la ingratitud. ¿Hombres por que ya no vienen a buscarme, por que me han dejado aquí sola? Tanto ha sido su machismo, que no reconocen siquiera mi sacrificio, ya no es a mi a quien honran con sus templos, no es mi imagen con brazos extendidos la que colocan en sus cruces. Mientras yo resisto ustedes pequeños seres, invaden todos los rincones de la creación, devastando los bosques, ensuciando los mares y contaminando los cielos. ¿Que sucederá cuando las aves ya no traigan mi alimento, ni las ballenas me alegren con su aliento? Yo tan solo espero y espero, como bien dice mi nombre. Tenían que haber sido tan parecidos a su padre, ese haragán que hace tantos miles de años se fue por cigarros con su amigo Hércules y me dejó encargado su trabajo, lo peor es que ya no aguanto la vejiga, otra vez tendré que hacer del baño; esta vez durará más de cuarenta días.

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  • Virginia

    –¿Ir en falda en excursión al cerro? ¡Con lo nublado que está y el frío que se siente! ¡Carajo Virginia!, ¡estarás mal de la cabeza!- exclamó Pedro, pero Antonia entendía mejor la situación –Déjala, jamás entenderás a una mujer enamorada- dijo.

    Diez minutos después Javier subía a la camioneta, me daba un beso, miraba mi falda, sonreía, y de ahí al último paraje al pie de cerro, dejar la camioneta para subir el resto andando, caminar un par de horas, detenernos dos o tres veces para tomar un poco de agua y ver cómo la ciudad se va quedando atrás, sentir el viento en la cara y aliviarme los arañazos que los cardos secos me producen en las pantorrillas y los muslos.

    Llegando a lo alto del crestón ver la cuidad, el valle, los cerros que son puerta de entrada a la Sierra Madre; comer un par de sándwiches y una coca-cola; retozar en parejas y hacer el amor, la vez primera, dolorosa sí, pero no tanto, ya no más Virginia virginal, ya no más. Estaba tan feliz que me sentía volar.

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  • NADIE HABÍA PENSADO EN MÍ…NUNCA. NI SIQUIERA HABÍA PODIDO ADULARME
    O INSULTARME Y QUE YO ME SINTIERA RECONOCIDO
    O, ACASO, ENCONTRADO… HASTA HOY QUE ESCUCHÉ A GLORIA TREVI
    CANTAR MI VIDA… AHORA SÉ QUE… SOY UNA ROSA BLU…

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  • Para Alberto Chimal.
    Maestro, es un honor haber recibido una mención de su parte por el cuento anterior. Me complace y me anima a seguir participando y conociendo un poco de todo lo que usted hace. Miles de gracias.
    Hasta pronto.

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  • Juego pirotécnico.
    Volantina salió como todos los días dispuesta a jugar bebeleche sobre las montañas Esta vez tardó más en trazar su juego porque las montañas cansadas de ser pisadas, huían para evitarla. Misteriosamente, una muy grande se acomodó al final del juego donde volantina se esforzaba y llegaba con gran fuerza para rematarla, pero esta vez cuando Volantina culminó su juego, la montaña explotó con fuerza y Volantina voló entre el humo que salió del volcán disfrazado.

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  • El vuelo Eterno
    El tiempo se detuvo, o más precisamente yo me detuve en él; no se cómo pasó y no tiene sentido preguntar cuándo, porque el cuando no existe aquí. No sé si esto tiene que ver con el tumor que crece en mi cerebro o con alguna broma macabra de mi psique que intenta disociarse de la realidad, para no confrontarla. Al final, la razón o sinrazón de esto es inalcanzable para mí; pero lo macabro, el terrible castigo, es que por alguna circunstancia mis sentidos se hallan en un estado hiperalerta y mi cerebro funciona (por decirlo de algún modo) instantáneamente; como el Aleph de Borges. Sólo que yo sólo percibo lo que está al alcance de mis sentidos: un mar de sonidos y sabores, las reacciones de cada célula de mi piel, mis latidos, el fluir de la sangre en mi cuerpo, en fin; miles, millones de pensamientos y emociones; todo ello frustración y desesperanza.

    Mi mente parece estallar con tanta información, sólo para darme cuenta de que esa impresión y las sensaciones asociadas a esa percepción, se suman una y otra vez, en un bucle infinito e instantáneo, alucinante y perfectamente nítido.

    A pesar del delirio, comprendo que de alguna forma, el paso del tiempo ocurrirá y que pronto, en un instante, voy a gritar, llena de terror; cambiando esta expresión extática y estática de alegría, por un aullido desesperado de pánico y dolor. Pero el tiempo no transcurre aún y ese instante no llega. O quizá si transcurre, pero a una velocidad de miles de años por segundo y yo sólo continúo atrapada, petrificada aquí en mi sonrisa de libertad, en mi vuelo ficticio; como una postal feliz que está perdida entre los dos puntos de una línea rota del tiempo.

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  • Y entonces supe que puedo volar…

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  • Outseason

    Ahora que volar se ha dejado de vender en los centros comerciales es que sucede esto. Ya no tenemos aire ni sueños; creo que el extásis religioso también pasó de moda. Lo más vendido son el aroma a sexo, una madre cariñosa, el enfásis retórico y los vestidos del siglo XVIII. Para los intrépidos, la florencia del siglo XVI se vive bastante bien: en un buen caso se puede ser un caballero al servicio de Lucrecia Borgia, un asesino de Sforzas, un regicida.

    La melancolía se vende en tiendas especializadas a las que sólo asisten los ya escasos lectores de poesía. La muerte se vende en un jarrón chino de la dianastía Ming. No podemos comportarnos como si tuviéramos convicciones políticas. Aunque la verdad es que desde hace mucho que nadie piensa en rebeliones, en canciones, en flores robadas a los parques, en señoritas que te despiden desde el andén del subterráneo.

    Manejamos por horas a uno de esos parques temáticos que pronto cambiarán por salas de aroma y fiestas de Sade o Heliogábalo. El tema del parque es la vida al natural. Tuvo sus seguidores entre los alérigcos al acero y la nanoteconología.

    Ella tiene ese aire vital que no puede pedírsele a las vendedoras de seguros, las más hermosas, pero que no paran de hacer portafolios individualizados, y que, cada tanto, tienen que apagarse.

    Al fin me pide que corramos. Estamos entre la niebla, y el aroma de los sauces es hermoso, ¿habrán olido así?

    No tenemos forma de hablar de nosotros, no podemos decir te amo, porque esa frase ha sido sustituida por el I love You (se cansaron de traducir la propaganda).

    Pero aquí estamos. Ella me besa. Ella es hermosa. Se posa sobre un tronco, extiende los brazos, y, cuando su falda se extiende, recuerdo que hace mucho que el volar ha perdido su encanto y que me voy volviendo una gran nada en esta rueda que no para de girar, girar, girar…

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  • Con las botas puestas..

    Ramiro se revolvía angustiosamente en su lecho, nuevamente tenía esa horrible pesadilla seguramente cusada por el último comentario recibido antes de acostarse, su tía le había vuelto a decir…»Hijo, te irás con las botas puestas al cielo» y Ramiro se veía levantar el vuelo hacía el cielo pero con esa rara vestimenta propia de un mariquita como él les decía a los de dudosa preferencia sexual…Botas plateadas? con esa rara falda bombacha hecha para algùn carnaval y esa abundante melena?…No, así no iría al cielo por Dios! gritaba el pobre Ramiro en su sueño…

    Al despertar se palpa todo su cuerpo para comprobar que sólo fuè un feo sueño, se viste y se calza sus botas, pero estas sí son vaqueras! dice con orgullo norteño y acude a levantar a su tía que paralitica desde hace algunos años depende de su ayuda…

    En su trayecto al trabajo recuerda su sueño al ver por doquier tanta gente rara y de dice ¿caramba que nos están inundando? y decide irlos aceptando al momento que golpea el volante del carro que tiene vestidura de madera…No vaya a ser que llegue asì a saludar a San pedro y me mande derechito al infierno…

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  • Escucharon el disparo desde el bosque y al volver la vista la vieron tendita, inerte. Su figura quedó dibujada en el suelo como estaba sobre la pared: haciendo equilibrio sobre una pierna con sus brazos abiertos como alas y la pollera inflada por el viento con forma de hongo. La policía apresó al anciano que portaba un rifle al hombro cuando venía directo hacia la chica. El silencio por el asombro se tornó en bullicio cuando el viejo cayó de rodillas y se echó a llorar. Sacó unas gafas rotas del bolsillo y pareció ofrecerlas como una explicación echando mocos por la boca y llorando desconsolado. Luego sacó por debajo de su ropa unas plumas de ganso y se las puso en la mano a un oficial. Pero nada, ni el vestido inflado como hongo, ni la forma en que la chica aleteó sus brazos, parecía real.

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  • En las noches hondas, en las que el sueño esquivo me abandona a merced de mis recuerdos, es que tomo tu foto y suspiro. Badaling, mi último destino después de años de recorrer cientos y cientos de kilómetros, mapa en mano, mochila al hombro. Cuando te vi aquel día en el mercado, eligiendo frutas con esa singularidad tan tuya, supe que jamás te olvidaría. No pude evitar sentirme seducido por la manera en que devorabas los colores con tu mirada color caramelo. Tus dedos largos, de piel finísima, recorriendo cada textura. Y tu preciosa nariz, fruncida en gracioso mohín, o entregada al placer, según cómo le sentaran los aromas de sus objetos de estudio. Te mostraste tan cálida conmigo, tan auténtica. Nunca te confesé cuánto detesto los damascos. Con gran esfuerzo, comí los que me diste y lo volvería a hacer con tal de volver ver ese brillo de satisfacción en tu rostro. Te recuerdo entusiasmada, contándome detalles de tu visita a los Mosúo. Entre ellos la idea de promiscuidad no existe, me decías, el concepto de paternidad tampoco. Una de las últimas sociedades matriarcales que quedan en el mundo, exclamabas enredada en ademanes. Y yo te miraba, arrebolada, cómo te apartabas el cabello de la cara, tan natural, tan mujer, y en lo único que pensaba era en besarte. ¿Habrás terminado tu tesis? Seguramente. Ya debés ser la Doctora en Antropología que tanto deseabas ser. No tengo noción de todo lo que caminamos y vimos en esos tres días, mis sentidos sólo te percibían a vos, menuda, vivaz, tratando de acomodarte a mi paso. Tu inteligencia me apabullaba. No era ese genio prolijo y predecible de quien toma buenas notas y subraya cada título con color. No, no se trataba de eso. Tu capacidad era superadora. Una inteligencia de las que sorprenden, de las que generan cosas nuevas, que inspiran respeto, hasta temor. Revivo en mi memoria el último paseo que hicimos juntos, aquella visita obligada a la muralla china. Tomame una foto y después me la mandás, me dijiste con convicción, tu ojos tibios y ambarados acariciando los míos. De un salto subiste al borde de la muralla y ensayaste una pose de equilibrista que me quitó el aliento. Tus brazos extendidos como las alas de un albatros parecían querer abarcarlo todo, incluido a mí. Te miré a través del lente. Observé tu vestimenta estrafalaria, tu cabello hecho un desorden, tu gesto desprejuiciado y se instaló en mí un sentimiento indescriptible, una cierta aprehensión que en ese instante oprimió mi alma y anuló todos mis sentidos. No podría explicarte qué fue. Es el día de hoy que me lo pregunto y aún no lo puedo descifrar. Esa tarde, me despedí de vos con descortés apuro. Pude notar tu decepción, tu desconcierto, cuando sorteé el abrazo que me tenías reservado y, en cambio, estreché tu mano, casi en fuga. Llegué a casa a los tres días y todo siguió el curso de lo planeado. Inesita, con su habitual eficiencia y esmero, tenía todo resuelto, hasta el más mínimo detalle. Fue una boda preciosa según dicen. Diez años después, nada malo puedo decir ni de mi matrimonio ni de la familia que tengo. Lo único que sé es que, en todo este tiempo, nunca me he reído tanto ni he sentido tan intensamente como en esos tres días en Badaling en los que te tuve conmigo.

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  • Presión de grupo
    Maldición. Tal vez debí hacer caso y ponerme el paracaídas, como los demás. Ahora, si esta falda no falla y consigo tocar tierra en una pieza, como de costumbre se burlarán y dirán: «Suerte de principiante…» Maldición.

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  • Machismo.
    Sí, según yo, la celebro. Ella dijo, pues, que era un día para celebrarse y que debía tratarla con mucho amor. A mi, sinceramente, me da lo mismo. Ella nunca cambia. Qué día de la mujer ni que nada. Es un animalito que se rige por los sentimientos y nada más. Mírala, todo lo que hace sólo por abrazarme.

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  • *** La Joroba de Shanía ***
    Desde pequeña fue relegada por su deforme condición. Destinada a ser una mujer solitaria y mal amada. Víctima de constantes burlas, Shanía se recluía en medio del bosque donde no podía escuchar los insultos de la gente. Nunca nadie la había amado, nunca nadie la había mirado si no con asombro y horror.
    Así que caminó sin rumbo fijo, con ganas de desaparecer en medio de tanto verde. Comenzó a subir la gran montaña. Pasarón días y noches, semanas completas y en el pueblo la gente se preguntaba por ella. Cuando por fin sus pies descalzos y llenos de ampoyas tocaron la cima de aquella enmorme montaña, ya no sintó soledad. Se sentía liberada y poco a poco comenzó a notar que su joroba descendía de su espalda hasta sus pies, para salir misteriosamente de su cuerpo y convertirse en una roca.
    Shanía había soportado por mucho tiempo aquellas humillaciones, pero ahora se sentía ligera… tan ligera como para volar. Y así aquellos cansados pies, lentamente se despegaron de la tierra y Shania comenzó a subir hacia el cielo, subió tanto que lentamente se fué convirtiendo en una estrella fugaz.
    Días después en el pueblo comenzaron a buscar a Shanía, siguieron por el camino que la chica tomó. Y misteriosamente tambien subieron aquella montaña, sorprendidos encontraron la joroba de la chica convertida en piedra. En la cual estaba grabadas estas palabras «Fuí un ángel enviado por Dios, dispuesto a ayudar a esta población. Pero como nunca nadie se dignó a escucharme y solo se limitaban a reirse de mi, subí al cielo y me convertí en estrella fugaz… pero no concederé deseos jamás»

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  • Pensamiento

    si, puedo correr como la más rapidad de todas las criaturas, si puedo soñar como el más habil de los filósofos, si puedo escalar como el mas intrepido de los monstruos, si puedo sonreir como la mas pura de las virgenes pero no no puedo volar como las gaviotas, no puedo alzar el vuelo agitando mis alas, no no puedo volar, pero si puedo imaginar que lo hago, mientras sigo escribiendo en esta silla de ruedas.

    atte: Flor de los sueños

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  • El Lago de los Cisnes por fin se logró, fueron días y noches completas de baile y ensayos.
    Después de los aplausos, un despliegue de pirotecnia y un plato de arroz fueron el pago simbólico del amor a Tchaikovsky.

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  • El viento se le metió como una pelota bajo las faldas y salió despedida hacia las nubes perdiéndose sobre ellas. Aquél día llovió sangre en el pueblo y los cultivos nunca más se volvieron a desarrollar. Solo crecen brotes sin mas, así se quedan. Dicen que es por la sangre de la niña. Yo creo que es porque era una niña muy tonta, de esas que tientan a las tragedias tan solo por ser el centro de atención y ahora todos pensamos en ella.

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  • Ricardo Pludena
    08/03/2008 9:16 pm

    Solución

    Un día, los espantapájaros del pueblo dejaron de ser efectivos. Las aves que venían de las montañas arrasaron con todas nuestras cosechas. La hambruna asoló a la población entera. Entonces Begoña subió a las cumbres y decidió convertirse en el primer espantapájaros viviente; ni un solo pájaro fue visto esa tarde entre los sembradíos. Cuando Begoña regresó por la noche al pueblo, para descansar y alimentarse antes de su próximo turno, le preguntamos cómo había logrado ahuyentar a las aves. El secreto, nos confesó, está en quedarse completamente inmóvil, no danzar por todos lados como lo hacen los espantapájaros de heno.

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  • Y sentir el viento rozando mis manos, fría y suavemente,dejando atrás un
    largo camino recorrido sin dar tregua o marcha atrás,escapando de mi
    pasado, tratando de volar hacia un nuevo futuro, buscandome sin encontrarme
    en este largo camino. Siguiendo hacia adelante, tal vez sin un destino
    fijo, sin ninguna convicción ni ganas de creer.
    Tan sólo con la esperanza de empezar a ser.
    Dejando que el viento me libere de mis pensamientos, dejando que sea mi
    único amigo y confidente, para que cuando se marche se lleve con él todos
    mis secretos y pensamientos, para que se lleve todo, y yo pueda ser libre.

    Se q esto no es un cuento, no es un escrito ni un pensamiento, pero fue
    una idea que cruzo por mi mente al ver esa imagen.

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  • Descubrió, con un ojo que se agrandó al verla, a la muerte dentro de una cajita musical. Incrédula, se cubrió la boca con una mano. A hurtadillas se acercó al cuarto de sus padres y con una oreja en la pared oyó rugidos de placer. Al fuerte latido de su corazón se sumó una sonrisa. Azotó la puerta de su casa y dueña de una emoción tan grande como si hubiera estado contenida por miles de años corrió a través de la hierba y sin detenerse se aventó al barranco con la misma emoción con la que un niño se avienta por una altísima resbaladilla.

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  • se me hace interesantisimo tu blog, y una maravilla el concurso, lo acabo de descubrir en medio de una conmocion calcitrante…. vaya mis mas sinceros saludos, y un abrazo desde venezuela… ya estare participando para nuevas competencia…..

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  • [Fuera de tema: gracias, Nick, y acá nos leemos. Un saludo.]

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  • Fotografía

    -Mami, ¿si abro los brazos podré volar?
    -No, no puedes.
    -¿Ni aunque de un salto muy grande?
    -No cariño, tampoco.
    -Mmm… y si mi falda se infla así como un globo ¿me elevará?
    -Ay hija no preguntes esas cosas!

    Tan sólo cerré mis ojos, sentí la leve brisa y me imaginé volando, llegando al horizonte a una increíble velocidad, observando como me miraban los que no creían en que volaría. Justo en el minuto preciso, justo en el límite de la felicidad abrí mis ojos y vi a mamá enfocándome y capturando aquel momento sublime.

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  • Gronnol era una devoramundos. Todo el mundo lo sabía, pero nadie en el mundo debía saberlo, porque Gronnol llegaba a cualquier mundo saltando órbitas y se comía desde el polo más frío hasta el centro más fundido. Planetas chaparros, gigantes, porosos, áridos, llenos de agua, cremosos, anillados, perforados, cuadrados. Todos y todo lo que en ello viviera o muriera entraba en la barriga de Gronnol; sin sobrevivientes, sin ruinas, sin hoyos negros, sin migajas.

    Así pues, ningún mundo podía advertir a otro de la existencia de Gronnol porque, antes de emitir un alarido, las mandíbulas olorosas de la devoramundos probablemente ya lo habrían triturado.

    En realidad Gronnol no era muy grande. Todos los mundos que frecuentaba la miraban como una gigante, pero medía a lo sumo unas noventa veces lo que un individuo de un planeta promedio en este lado de la galaxia. En proporción, como si a un ratón se le obsequiara una bola de queso del tamaño de un globo aerostático. Gronnol saltaba, Gronnol rascaba y Gronnol devoraba; tierra, gusanos, aguas, babas, conejos, ramas, basuras, ciudades, comunas, arenas y patios. Yo a Gronnol, la soñé saltando.

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  • Volví a abrir aquél album de recuerdos y con mala suerte confirmé que ya no me acordaba de Ana.

    La vi en esa oscura fotografía que tomé en nuestra expedición añeja, olía a recuerdos fatuos.
    Recordé lo frágil que era, lo inocente (y sin embargo febril) que podía llegar a ser.

    Lo grágil vino a mi cuando la recordé recostada todo el camino en mi regazo.
    Lo inocente, con aquella foto, me dijo que su sueño era volar como pájaro sin parvada justo a mi hogar, sí, la recordé diciéndome:

    — Mira Gustavo, puedo volar, mírame — gritaba.
    — No insistas Anna, tu no puedes volar. — le dije sin afán.
    — Mírame entonces porque quizá sea un ave de paso — sonriendo sarcásticamente volteó al ojo de mi cámara — Apuesto que tu cámara sí lo podrá captar…

    La extraño,
    cuanta razón tenía.

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  • No es mi costumbre hacer fé de erratas, pero en mi trabajo es complicado concentrarse.
    dice: grágil.
    Debe decir: frágil.

    Saludos.

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  • La historia oculta de Don Juan

    Sí, aunque no lo crean recientemente está en la mira la posibilidad de que Don Juan sí haya existido, y que muchas de las vivencias que Carlos nos cuenta en sus libros puedan ser ciertas. No sólo eso. También se ha dicho que, como todo ser humano, tuvo ciertas aventuras con mujeres mágicas que derivaron en hijos, y no sólo eso, sino también en nietos, y una cierta oculta y rara estirpe de seres espirituales con capacidades similares a las del abuelo. Prueba de ello sería la reciente fotografía publicada en un suplemento cultural de cierta ciudad engañosa (sólo ahí encontró lugar), donde un joven de seudónimo Don Genaro, asegura haberla tomado cuando una amiga suya, ebria, en un momento de efervescencia emocional causada por el alcohol, se confesó nieta del brujo y yendo contra las reglas de la familia quiso demostrarlo saltando de una montaña a otra extendiendo la energía de sus extremidades. A pesar de las negativas por miedo e incredulidad, la nieta se aferró, y entre los gritos de todos saltó para llegar a la montaña más lejana. Lo logró, asegura el joven, y no sólo eso, sino que lo hizo de regreso alcanzando la misma orilla de donde partió (momento que está capturado en la fotografía). El destino de la joven se desconoce, y su identidad es confusa pues la imagen es poco clara en el rostro y “Don Genaro” no la revela. Existe la posibilidad de que la muchacha, supuesta nieta de Don Juan, haya resbalado en ese momento por su estado etílico, pero nadie está seguro pues aún se está intentando identificar el lugar para buscar el cuerpo o en dado caso encontrar alguna prueba que ayude a identificar a la chica. De cualquier modo, mientras algunos especialistas hacen pruebas a la imagen y buscan datos, ya muchos escritores oportunos preparan libros para explotar la aún no confirmada historia oculta de Don Juan.

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  • Martha Patricia
    11/03/2008 5:50 pm

    LA ESPERA…
    Aunque muy pocos conocen de su existencia, aún sobrevive en la sierra norte de Oaxaca la pequeña región de «rivera», su nombre se debe a los fundadores de aquella peculiar zona… “Los Rivera Garcia” una familia en exceso extravagante que decidió construir su propia provincia donde solo albergarían a sus descendientes.
    Con una insignificante población de tan solo 21 habitantes; los “riveros”, (como comúnmente se hacen llamar); viven resguardados del resto de la población por una gran barda, y solo en lo alto de la montaña se puede observar la superficie verde de su territorio. Pero, cuentan los moradores aledaños, lo que mas llama la atención en este momento es la celebración de un interesante hábito. Marisol, quien ha alcanzado la mayoría de edad, se ha vestido con su más elegante atuendo y espera ansiosa la llegada del hombre, el nuevo inquilino, con quien habrá de casarse. No es una decisión sencilla, pregona Marisol, tendrá que ser perfecto… pero lo esperaré con los brazos abiertos hasta que llegue a mí…

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  • Steppenwolf
    11/03/2008 10:45 pm

    Mi favorita, por el momento, la historia de Lenna y su ave de paso. Y Kowk, tu historia, aunque no la más pulida, ha sido refrescante por motivos personales: desde mis años de pubertad no recordaba las andanzas de Castañeda; me has hecho la noche. Saludos.

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  • :::::::FE DE ERRATAS:::::::::
    En «La Jodoba de Shanía» se me fue un acento.
    Era Pasaron, no Pasarón.
    Disculpas y gracias :S

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  • La mujer sin rostro y cuerpo de niña, subió encima de la muralla, levantó una pierna y permaneció sobre la otra, allí quedó. No tardaron en sucederse las romerías y procesiones al lugar siguiendo la estela de la muralla, en fila, con ofrendas, los feligreses acudían en tropel. No le pedían nada, solo contemplaban aquella figura infantil, después de muchos días, esta al fin habló:
    – Tengo hambre- dijo, bajó de la muralla y se fue a casa.., en su rostro ahora se podían examinar facciones concretas, mientras una multitud con caras difusas , borradas, intentaba despedirla con bocas que no tenían.

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  • Fascinación

    Es 1931, Eolo esta aburrido. Hace tiempo que los barcos usan vapor y lo molinos son solo ornamentales. Es decir: está desempleado. Decide tomar forma humana, hace siglos que no se da su escapadita. Da el salto desde el Olimpo. Algo sale mal: alguna broma de mal gusto. Encarna en un niño de nueve años. Se lamenta, el alcohol y otros excesos quedan descartados. Ante él aparece un pueblo, a lo lejos se ven la montañas. A las pocas horas de andar descubre a una niña. Su sonrisa le causa mareo, sus ojos le hacen pensar en nereidas. Se acerca sin chistar. Me llamó Aurora ¿Cómo te llamas? Eolo, dice él con voz apenas audible.

    La infante juega a la rayuela. Invita al recién llegado. Este niega con la cabeza. Te enseño a jugar, le insiste. Él la observa con fascinación. Ella brinca en un pie, toma una piedra, da otro salto. La emoción al verla balancearse le emociona, antes de darse cuenta los vientos arrecian. La niña cuenta, sonríe. Los aires aúllan al tiempo que aumenta el latir en el corazón del dios encarnado. Entonces el pie, al dar el impulso para llegar a la última casilla, no vuelve a tocar el suelo. La pequeña es elevada por el huracán recién formado. Él grita, llora, no sabe cómo detenerlo, como ponerla a salvo. Zeus aparece a su lado. Toma forma de una madre demasiado delgada. Con solo levantar su mano todo se detiene, la niña baja lentamente, en medio de risas inocentes. ¿Eres una maga?, le pregunta a la mujer. Si, responde ella sonriendo, y al tomar la mano del chico, desaparecen.

    Ella le cuenta aquel episodio a su esposo. Han pasado más de veinte años y muchos huecos parecen insalvables. No puede precisar cuánto hay de fantasía y cuanto de cierto. Él hombre la escucha asintiendo, una idea surge en su cabeza a partir de aquel relato. El niño, el cielo, la maga y el juego infantil, todos le permiten a Julio pensar en un cuento, o tal vez, una novela.

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  • ella era pobladora de los «normaloides», gente que no aceptaba nada que no fuera logico y comprobable,donde todos vestian de gris, y exactamente igual, y no aceptaban pensamientos independientes, ni que nadie tuviera ideas propias, la imaginación era motivo de cadena perpetua; pero ella no pensaba, escribia lo que se le ocurria en la arena, y despues lo olvidaba, para que nadie la acusara de nada.
    un dia, ocupada en sus obligaciones, las cuales nadie le pregunto si queria hacer, simplemente la obligaron a hacerlas, se preguntó qué habia mas alla de las nubes, y se preguntó si podría volar; entonces el sensor que le ponian a todos al nacer, donde monitoreaban su cerebro se encendió, y fue arrestada, condenada para siempre a estar encerrada en una habitación gris sin mas compañia que ella misma; pero para ella eso no fue impedimento, pues a las paredes incoloras y sombrías les puso luz y color en su imaginación, podía ir a donde quisiera dentro de ella, y nadie se lo impediría, y esto ocasionó que el sensor explotara sin control, asi que fué condenada a muerte por la falta mas grande que se hubiera realizado en «normalandia», ser uno mismo.
    se convocó a todos en el centro del pueblo para ejecutarla, y para darle una lección a todo aquel que quisiera pensar por si mismo, nadie sabía como moriría, pues el solo pensarlo, haría que tambien corrieran con la misma suerte, asi que todos callaron cuando la vieron llegar a la plaza, y cuando todo estaba dispuesto, y el verdugo listo, sucedió lo inimaginable, ella se imaginó que sus cadenas desaparecían y desaparecieron,se imaginó que tenía alas y tuvo alas, nadie las vió, porque solo ella las imaginó, y se imaginó que volaba y voló, muy lejos, donde nadie mas la volvió a ver, y nadie mas supo de ella.

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  • No sé cuanto tuve que caminar para poder llegar hasta este punto, el lugar más alto de mí andar, el momento cumbre en el que quiero despegar y salir volando hasta donde tú te encuentras, pero el pronóstico del clima no aseguro que estaría nublado, ello ha cancelado mi despegue para poder estar de nuevo contigo…

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  • Estoy en una terapia que se llama «Muerte y Renacimiento»,
    en Real de Catorce, México. Estoy acompañada por un grupo de
    mexicanos y españoles en donde compartimos culpas, tristezas
    y miedos desde la niñez hasta ese momento en que nos encontra-
    mos ahí. Luego de sacar odios y rencores, subimos a esa Mágica
    Montaña custodiada por los Huicholes, llegamos a RENACER a una
    nueva vida que nos brinda alegrías, éxitos y sobre todo aumen-
    tar nuestra autoestima.
    Un águila real circunda en lo alto del cielo llevándome con
    ella a una altura inalcanzable, donde me siento feliz pero
    sobre todo libre… sí muy libre con el alma limpia y con la
    espada de un espíritu capaz de conquistar al mundo.
    Mi pie en lo más alto de la cima, con la seguridad que dar un
    paso más en lugar de llevarme al vacío, me lanzará a esa nueva
    vida que me espera con los brazos abiertos y cantando a todo
    pulmón: ¡Gracias a la Vida, que me ha dado tanto!

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  • -tomame una foto,para el hi5!!!
    -Va,pero con duidado..
    Gracia al alcohol y la estúpidez de los cinco amigos. Ania se subió y quiso hacer lo mis que karate kid… afotudamente.. en klaf oto salió con uan sonrisa, una milésima de sgeundo después cayó.. hasta hacerse la cabeza mierda.

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  • [Fuera de tema: Steppenwolf, mil gracias por tu comentario, alimentó de sobre manera, mis (hasta entonces pequeñas) ganas de escribir.]

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  • El hombre en equilibrio
    Este hombre parado en equilibrio piensa por breves instantes si quiere o debe seguir con la vida que ha llevado, piensa en el largo recorrido que ha sido su vida, muchos días de angustia y dolor y sólo destellos de felicidad. Añora la piel de su amada, el olor de su cabello, el brillo de sus ojos y luego la soledad. Días interminables y oscuros, la muerte es cruel cuando se lleva lo que amas. La muerte es impía porque no entiende de sentimientos o sí los entiende, a ella no le interesa el amor. Se ve así mismo y piensa en dónde perdió la identidad, en dónde se ha quedado el hombre que solía ser, ahora no es más que un remedo de hombre, con una falda ridícula y con el cabello sucio.
    El hombre por fin sonrie ha tomado una decisión, la parte más difícil de la vida es esa tomar una decisión…. El hombre se libera y es feliz

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  • Abunai Neko
    18/03/2008 10:02 pm

    Un gran alboroto se armó en el hospital, las enfermeras entraban y salían de las diversas habitaciones chocando torpemente con los pacientes que eufóricos celebraban la partida de Diana. Los familiares preparaban ya la demanda a la institución por aquel terrible descuido que los liberaba de tantos años de terpias, clínicas e instituciones mentales.
    >

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  • Abunai Neko
    18/03/2008 10:09 pm

    El relato anterior se publicó incompleto porque la última frase la escribí entre signos de mayor y menor («») dejo la última línea en comillas:

    Un gran alboroto se armó en el hospital, las enfermeras entraban y salían de las diversas habitaciones chocando torpemente con los pacientes que eufóricos celebraban la partida de Diana. Los familiares preparaban ya la demanda a la institución por aquel terrible descuido que los liberaba de tantos años de terpias, clínicas e instituciones mentales.
    «¡Parece increíble! Pensaba que no iba a volver a volar»

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  • ¿Y yo? ¿Hacia donde voy? Me doy cuenta que no he avanzado. Aún así me gusta caminar…Jajajaja! ¡Qué
    ridículo! Mis zapatos están húmedos y mis pies calientes… ¿Por qué será? Ya la tarde me acompaña y aún
    no siento que deba parar. Hoy imagino que mi vida pierde el equilibrio… ¿O lo recupera? ¡Qué más da!
    Bienvenida al mundo, me digo. Voy sola. Me gusta ir sola y deleitarme con las posibilidades que asoman
    ante el camino…Hoy lo presiento difícil… Aún así, mis pies húmedoscalientes habrán de sentir un día
    más…

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  • ¿Quieres volar? ¿Quieres ser libre al fin? En tu rostro se dibuja una sonrisa cuando apenas ayer era marcado por una lágrima. Presiento que hoy te vas; hoy traspasarás esa línea y te aventarás al vacío. Para probar tu libertad. El momento ha llegado. Hoy vences a tu verdugo y te revelas ante él. Hoy serás libre. Tienes al sol, al viento, al árbol de testigos y son sólo tuyos como siempre pensaste. Le das frente a la luz primaveral y por primera vez sientes que acaricia tu cara, sientes calidez y excitación en el acto. Amas a la vida y por amor la dejas, miras más allá de lo visible y le abres la puerta a lo invisible. La vida se vuelve sorda. A punto estás de escuchar las más bellas melodías. La vida es cruda. Tienes el instante en tus manos de soñar. Vienen a tu mente todas esas palabras no dichas; esos helados jamás comidos; el alcohol jamás bebido; los cuerpos jamás sentidos; los “te quieros” jamás dichos…, para ello ya es tarde porque hoy te das cuenta que TODO es un instante…

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  • El guey ese que venía de falda y botas se la pasaba saltando y haciéndose el chistosito. Y la verdad es que a mi me venía valiendo madres hasta que se le ocurrió subirse a la barda, al viento soplar de abajo hacia arriba y a mi voltear a verlo.
    – ¡No mames cabrón!
    – ¿Qué te pasa pinche burguesito? ¿A poco creías que a todos nos gustaba el yugo impuesto por la ropa interior?
    – Chinga tu madre.
    Madrazos y rasguños de por medio al final quedé con un moretón en el cachete izquierdo y una falda rota en la mano derecha. El guey ese, el labio (superior) partido y botas en los pies.
    – Para que se te quite lo revolucionario.

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  • Recuerdos
    Aferrado a su cintura, tímidamente le dije, en mi casa creen que pasaré la noche en casa de Miguel, ella sonrió, bajó la mirada y dijo, en la mía creen que dormiré con Lucía. Salimos tomados de la mano mucho antes que el baile terminara. Una lluvia tenue nos acompañó toda la noche, la mejor noche de mi vida. Amanecimos abrazados. Cuando paró de llover bajamos la capota del auto, ella me besó y dijo, tómame una fotografía, quiero recordar este momento por siempre y extendió los brazos. Era tan bella que creí que la vería volar. Años después nos encontramos en un aeropuerto, no recuerdo haber escuchado casi nada de lo que dijo, no podía dejar de verla. Al despedirnos, dijo: aún conservo tu suéter; aún conservo tu fotografía, contesté.

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  • Ella pensó que elevarse era tan fácil como tomar impulso, levantar sus brazos y que los vientos del clima anubarrado sirvieran de empujón para planear.

    No creía en pájaros de acero, los aviones eran almas migratorias que esperaban su perdón, o mejor la absolución definitiva para estar a la derecha del creador.

    No espero más tiempo y sin pensarlo ni preguntar, al vacío se lanzó, y fue en ese momento de su caída, que su padre la recogió, le seco las lagrimas, peino su pelo, froto el dolor y nuevamente en su cama la recostó para que ella siguiera fantaseando con sus imaginarios.

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  • Cuestión de cerrar los ojos

    La Fe mueve montañas para buscar su pelota. Cuando se cansa de no encontrarla es entonces que se pone a saltar de aquí para allá, como adolescente en la edad de la punzada, por encima de parede, tapias, refgios anti huracánicos hasta terminar despeinada. Algunos, entonces, cuando la ven, han llegado a confundirla con Dorothy Y la Fe, para no dejar a nadie insatisfecho, golpea tres veces los tacones de sus botas blancas de boxeador que le robó en un descuido a la entonces Señora de Oz, ahora divorciada (cuya residencia está al Norte), y desaparece sin dejar huella más que su pelota que se asemeja al mundo.

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  • Sabia volar!!!
    Ella pensó que elevarse era tan fácil como tomar impulso, levantar sus brazos y que los vientos del clima anubarrado sirvieran de empujón para planear.

    No creía en pájaros de acero, los aviones eran almas migratorias que esperaban su perdón, o mejor la absolución definitiva para estar a la derecha del creador.

    No espero más tiempo y sin pensarlo ni preguntar, al vacío se lanzó, y fue en ese momento de su caída, que su padre la recogió, le seco las lagrimas, peino su pelo, froto el dolor y nuevamente en su cama la recostó para que ella siguiera fantaseando con sus imaginarios.

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  • Un año más llegaba la navidad y no pude soportar más no agradecer a ese ser misterioso que se metería por mi chimenea otra vez, a la media noche. De modo que subí por esta misma y le dejé el abrazo guardado de todos estos años en los que me ha hecho inocentemente feliz.

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  • Algunos suben a sus azoteas cómo respuesta a los extremos cambios clímaticos.
    Otros escapan de las brujas – atrapallanto.

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  • Alicia Lepera
    23/03/2008 10:43 pm

    Una última apuesta

    A que caigo antes que la primera gota de lluvia.

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  • Como todos lo gigantes, pisa fuertes y largo, brinca de montaña en montaña, pero esta gigante en especial tiene ciudado de no acabar con las poblaciones, los viejos templos, los charcos que sirven como bebederos o cualquiera de esas cosas que los pequeños usan para hacerse la vida más fácil. La única razón por la cual esta gigante respetaa los pequeños es muy sencilla: los admiraba pantagruélicamente. Se pone su vestidito de veinte por veinte hectareas y en las mañanas una tormenta de fijador para cabello le tratan de contener esos rizos. No pierde detalle para ser cada vez más pequeña; escucha música mientras agitaba su cabeza; se pasa horas viendose en los lagos para decidir que se pondra al otro día y cuando tiene que decidir entre comer veinte o treinta cerdos, siempre opta que veinte para guardar la linea.

    Si le preguntan que por qué le gusta brincar de montaña en montaña, ella dice que pisotea tumbas y que un día a ella también la pisoteara otro gigante.

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  • ¿Serás tu quién me salve?

    Las palabras seguían resonando dentro de mi cabeza pocos segundos después de que Sussel se había encaramado en esa cornisa. Su sonrisa estaba dibujada de un modo que no había visto hace muchos años, inocente, equilibrada. Comenzó a girar sobre su eje sin importarle que sus pies solo estaban en escasos 23 centímetros de concreto y a más de 50 metros del suelo. Justo antes de asomarse me miró; sus ojos azules reflejaban las nubes que por fin cedían; cuatro días ininterrumpidos de lluvia dejaban en el ambiente el aroma del monte mojado.

    ¿Serás tú quien me salve? – repitió justo cuando su danza se detenía. La miré una vez más y recordé porque su silueta se robaba mi aliento. Hermosa figura y apenas 17 años. Hermosa silueta y ya me pertenecía.

    Nunca sabré si pude haberla salvado; cuando quise medir si mis brazos eran suficientes para sostenerla, ella ya había saltado.

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  • […] es cierto, me volé la imágen de otro sitio y le puse “cuento”; así suelo ser. Si tiene copyright, copyleft o copycenter, favor de […]

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  • Una estructura humana, un físico diseñado por la ilusión.

    El comienzo del movimiento ante un inmenso cosmos-naturaleza, donde la mirada caníbal llega a absorber y a formar las sombras divinas-humanas que entran en coito con el observador.

    El desequilibrio en la masa, en la vestimenta que oculta al espíritu anónimo o al suicida.
    La naturaleza se funde a sus espaldas conjuga un inmóvil paisaje que nos transporta a la locura geométrica del sujeto que pretende ser creado por la vista, no por la razón.

    La imperfección del ambiente y del protagonista confunde a la acción inmediata, nos involucra a la invención de un hecho, o quizás a la construcción de un sueño que comienza cerrando los ojos y liberando la sonrisa al exterior del rostro. Todo se maquina en él, en ella, el humano- animal crea un forma, una incógnita que se fermenta y se pudre en nuestra mente.

    La meditación del alma permite a un cuerpo la elevación, hasta caer y besar los pies de la gravedad.

    La oscuridad en el individuo presenta el trayecto del vacío infectado por los colores claros, los espacios en un plano firme nos permite traspasar la frontera de lo monótono, al igual los caminos detallados nos oxigenan a la razón que proyecta el discurso estéril, que la existencia tienen un principio y un final.

    Un instante en el tiempo nos permite comprobar la teoría del sueño, La pasión que arraiga el sujeto es la altura, donde se cree que los dioses existen.

    por Jorge solana aguirre

    http://www.jorgesolana.blogspot.com

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  • SACHERMASOCH
    24/03/2008 5:16 pm

    ¡Al fin!¡Libre del estreñimiento!

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  • Despertar

    Me levanto alarmada por el sonido del despertador, me calzo las pantuflas que están a un costado de mi cama, doy un paso, pero no recibo la firmeza del piso bajo mis pies, sino un vacío que me hace caer. Espero en cualquier momento abrir los ojos de un golpe y verme acostada en mi cama.
    .
    . el momento no llega. En esta oscuridad muevo manos y pies en busca de algo a donde asirme, pero nada se atraviesa en mi caída, sólo un golpe de viento que inunda mi boca dificultando mi respiración; la liga que ataba mi cabello se ha perdido, pues mi rostro se llena de hilos y nudos castaños que entorpecen mi visión; detrás de ellos se esconde algo de claridad. Torpemente logro que mi mano derecha alcance mi cabeza y aparto un mechón de cabello de mis ojos, me encuentro entre nubes que se separan con la fragilidad del papel mojado. Confío en la lógica de los sueños: me siento capaz de sostenerme sobre una nube, junto mis pies (he perdido mis pantuflas) los dirijo hacía las nubes más cercanas, pero éstas se deshacen tras mi contacto. La fuerza del aire parece disminuir, vuelvo a respirar con ligereza, dejo de sostener mi cabello y este no cubre mi cara, lo siento flotar detrás de mis hombros. Los tumultos de nubes de abandonan para ser rodeada por un acogedor azul marino y mi caída deja de experimentarse como tal, tengo la sensación de nadar en un mar en cuyo fondo se cubren de sombras árboles del tamaño de un brócoli y un cerro del tamaño de una piedra. Presiento que el sueño está por terminar, confío en que todo terminara sobre mi cama: estiro los brazos y cierro los ojos para disfrutar de las últimas olas de viento.
    .
    . El pasto roza las plantas de mis pies, siento que me deslizo sobre él hasta percibir la dureza de la tierra que ahora me resulta ajena. Doy algunos pasos largos, abro los ojos… no soy recibida por la imagen del techo de mi cuarto, frente a mí se desdobla una pendiente de árboles a punto de ser escondidos por la noche y desde esa masa se escapa una voz infantil que en susurros me llama por mi nombre.

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  • Liberada a momentos.

    Deje a Mamá llorando en la esquina de su cama, como siempre al sentir
    presencia me pidio que la dejara sola, que otra vez le duele la cabeza.
    Cuanto silencio hay en casa ahora, los dias asi, te extrañamos Roberto,
    sabes, ¿sera porque eras tan libre que nada te detenia? o ¿sera que
    a tu corta edad pocas cosas podias comprender ? o mas bien entendias lo q
    que te convenia como te decia mama mientras cambiaba tu pañal en las
    noches.
    La casa no deja de oler a ti, por eso a veces vengo aca, al patio de
    atras, donde puedo dejar a nuestra madre mirar tranquilamente tu foto, esa
    que aun permanece en su mesa de noche, esa donde sales con tus rizos tan
    bien definidos, esa donde tu sonrisa nos deja sin aliento.
    Mamá, no sabe porque en las tardes me gusta tanto salir, no sabe que tu
    ya sabes dar pasos mas firmes y te gusta salir de tu escondite cuando
    el sol esta a punto de ocultarse o en los dias nublados como este.
    Por eso siempre me abrigo, porque te gusta brincar y saltar en la cima
    hasta entrada la tarde.
    Por eso, a veces quisiera confesarle a mamá decirle antes de que me pida
    que la deje sola, antes de que me de esa excusa boba del dolor de cabeza
    lo mucho que tu y yo nos divertimos aca afuera. Pero ya entendi, con las
    pocas palabras que ya sabes, con las muchas señas que ya haces me detienes,
    sabes que no te dejara irte, y tu, tambien eres muy feliz alla, a donde viejas
    todas las noches.
    Pero Roberto, Robertito, si solo pasa un rato a casa y le dices a mamá
    con tus muchas señas que estas bien? ¿Que te gusta la cima? ¿y que no te
    gusta verla llorar tan seguido?
    Tal vez ella dejara para siempre de mirar tu foto y nos acompañaria a saltar
    como tanto anhelas.

    Responder
  • Hola a todos, buenos días. Con este comentario queda cerrado el concurso de este mes. Pronto aparecerán los resultados. Muchas gracias a todos por participar y nos leemos pronto.

    Responder
  • adrián santuario
    26/03/2008 1:42 am

    nomas por participar….

    La Optimista

    Y en verdad
    le oímos decir:
    «Todo va bien…
    hasta tocar el suelo»

    Responder
  • Bastante malitos los cuentos esta vez, creo que podriamos dividir los temas de menos a mas citado, en trasvestis, primer acostón y mujeres voladoras. Ah también hay por ahi unos gigantofilicos, no se si la fotografia no ofrecia mucho a la imaginación. En fin a mi gusto los mas rescatables son: el de soma que se ve esta clavado con el mundo feliz y el de mame. Mame y Soma he dicho, saludos!!

    Responder
  • jejeje… casi nunca escribo nada futurista y ya se me acusa… jeje

    No, bromeo. Gracias, dulce. Nos leemos.

    Responder
  • ¡Gigantes! ¿A quien no le gustan los gigantes? Gargantúa tendría un par de cosas que decir.

    Responder
  • Hola a todos. El ganador del concurso de este mes es «Outseason» de Soma, por la atmósfera que crea y el carácter muy personal de sus imágenes. Reciben mención el cuento sin título de Fernando, «Despertar» de Jimena y «Hesperis» de mAmE.

    Como siempre, muchas gracias a todos por participar; nos vemos el primero de abril con nueva foto y nuevo concurso. Muchos saludos…

    Responder
  • FELICIDADES

    A Soma por su éxito, en particular me agradó Outseason, es bueno sin duda alguna por eso has ganado.

    También me alegro por Fernando, Jimena y mAmE.

    En esta ocasión no logré subir mi cuento «Alas para soñar» así que se quedo en mi PC jeje 😉 Luego los invito a leerlo en mi sitio.

    ¡Hasta la proxima!

    ProductorHNK

    Responder

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