Concurso

Concurso #30

Una vez más, esta bitácora convoca a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:

Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen ilustra una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.

El ganador de cada mes será elegido tomando en cuenta la opinión de quienes decidan opinar, y recibirá un trofeo virtual. (Los concursantes deben dejar una dirección válida de correo electrónico, para poder recibir su premio.) La fecha límite para hacer propuestas es el 24 de abril.

Quedan invitados.

58 comentarios. Dejar nuevo

  • Uno de ellos se había tragado el diamante.

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  • Nadie se atrevía a decirlo, pero todos sabían que ahí tampoco encontrarían la felicidad.

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  • – Déjame ver si entendí bien: ¿Sí encontramos y les damos el cocodrillo en la alcantarilla a los niños nos devolverán la ropa y podremos dejar de vestir bolsas de basura?

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  • Enrique M
    02/04/2008 6:59 pm

    … aun estamos a tiempo, debemos partir, es un largo viaje, el mundo que dejamos aqui arriba está lleno de ironias, de desencantos, no podiamos seguir, pero ahora estamos listos, se que no es la mejor manera pero la ruta de escape es la más segura..!, dejamos atras la escoria, el mundo perdido, vamos en busca de nuestra libertad, este nuevo mundo que nos espera ya lo conocemos por aqui corren libremente todo lo que hemos dejado ir, estamos seguros que no vamos a reencontrar todo aquello que hemos perdido, pero al final del tunel lo encontraremos.
    — Tú siempre imaginando historias yo solo quiero mi moneda de diez, sino tu me la pagas.
    — Que bueno que encontramos las aletas..!
    Pero como quedamos vamos los tres..

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  • Shanduray
    03/04/2008 8:23 am

    ¡Y me decían que no!- gritaba contento el chaval de cabellos rubios y ojoz azules, ante la atónita mirada de los viejos Samurai.
    Me dijeron que ese profundo hoyo que con tanto afán cabe no llegaría a ninguna parte, esperen a que todos vean a donde llegue.

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  • Shanduray
    03/04/2008 8:27 am

    Cazador de Tatuajes: Clap clap clap!!! 🙂

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  • Y como no queriendo la cosa, sin más preámbulos, un dia soleado de Abril empezó el servicio de la linea 12 del metro. Iztaplapa estaba comunicada…

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  • Proceso de recuperación de mi historia.

    Se acabaron los pretextos para entregar mi novela a los grandísimos editores, que nada hacen por alentar mis ánimos de escribir. Pero, justo cuando caminaba, con todo y cigarro en la mano, me iba alejando paso a paso de todos esos nudos mentales que me impedían pensar claramente, imaginaba el proceso de revisión: Deshaciendo mi historia, descalificando mis letras y por demás, mis signos de puntuación. Desvariaba, fue así como justo al momento de atravesar la calle, mi único ejemplar caía a la coladera que se encontraba justo en medio de la calle, calló. Por unos minutos me atreví a admirar el escenario: Mis letras nadando en la cloaca de agua, navegando libres por fin, sin necesidad de tantos editores y críticos, sin importar lo sufrido en cada oración, en cada párrafo. Fui feliz por unos minutos, hasta que el contácto con la editorial (hombre admirable) gritó: ¡Lenna! Pero ¿Qué haces?, hay que sacar ese borrador a como de lugar, toma, aquí traigo unos trajes que nos podrán ayudar.

    Tomé las bolsas de plástico con pleno deseo de no recuperar mis letras, con el firme deseo de que desembocaran en algún lugar lejos de aquél instante. Sin motivar la recuperación de aquella novela.

    Del proceso de recuperación, sólo se salvó una hoja: El título de la novela.

    A empezar… ¿De nuevo?

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  • BUSCANDO LA EPIDEMIA
    Se corrió la voz por toda la Galaxia que en el planeta Tierra quedaba el último virus contagioso de esa enfermedad de antaño llamada amor. Todos los miembros de la Galaxia corrían afligidos por todos lados y pensaron que eso era algo horrendo. Nadie quería experimentar en carne propia esa enfermedad reconocida ya hace muchos milenios como “Demencia Transitoria”, sí bien era cierto que esa enfermedad se había erradicado hace siglos; las bibliotecas virtuales contenían la información precisa y los registros sobre esa enfermedad. Nadie por supuesto desearía sentir esa sensación de estar perdido, de mariposas en el estomago, de la temperatura que ruboriza las mejillas y menos aún la angustia de perder a alguien. En la actualidad se vive tan libre, sin ataduras hacía otro individuo, sin obligaciones, los pensamientos y la ideas están enfocados únicamente al trabajo y a las obligaciones, todo lo qué se deriva de esta enfermedad es obsoleto como los poemas ridículos entre otras varias cosas. Es por ello que enviaron al planeta Tierra a éstos legendarios y experimentados buscadores de enfermedades para exterminar el virus. No tienen idea de si el virus está inoculado en algún terrícola. Las encuestas demuestran que se han dibujado en los rostros un gesto que en las bibliotecas virtuales se conoce como sonrisa y sonidos que auditivamente no se han escuchado, es un sonido similar a una exhalación pero que dista mucho de un quejido doloroso. Hay miedo y terror estos síntomas no se conocen en la actualidad. Buscan erradicar la epidemia.

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  • La felicidad y el amor son como un dragón que se persigue toda la vida….

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  • La felicidad y el amor son como un dragón que se persigue toda la vida….

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  • Los esquimales de plástico terminaron de hacer su hoyo en el glaciar de asfalto. Y lograron su objetivo: pescar unas focas de peluche.

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  • Felipe Huerta
    04/04/2008 7:55 am

    Funes el desmemoriado

    – ¡Y que sea la última vez que se te olvidan dentro las llaves, so imbécil!

    – ¡Sí, mi amor!

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  • AL INFIERNO

    -Rescatar a tu madre, carajo, sólo a ti se te ocurre.

    -Váyanse, si quieren.

    -Además, no creo que por aquí se llegue al infierno.

    -Tú que sabes; ayúdame con esto.

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  • Qué pasa camaradas!? ya encontaron algo?
    -no señor, pero parece ser que eso que apesta es una cafetería con una siglas que dicen CGH..
    -Maldita sea, con razón ese olor a mierda..
    -Sí señor y al lado hay unos emos
    -No puede ser.. evacuen a toda la población, y trata de taparlo bien, no sea que vaya a salir algun escritor con aires de grandesa…

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  • Perdida.

    Es inútil, ya recorrimos media ciudad a través de sus intestinos y nada de Siva. Maldita culebra. Qué digo, maldita presidenta. Cómo se le ocurre tener una anaconda de mascota y además instruída. Ora guey, te toca leer el poema. Esta vez grítalo, a ver si ahora sí lo escucha y la atrapamos.

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  • ¿Y está usted seguro —le preguntó al pollero— que en China es más fácil trabajar como ilegal?

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  • Las piernas les temblaban y aunque el calor era insoportable no pensaban exponerse a una posible infección al abrir la alcantarilla.
    Hacía siete días habían arrojado el cadáver de aquel gato que se había asfixiado con un diamante del tamaño de una ciruela en casa de Jaime, quien siendo el más terco de los tres, seguía empeñado en recuperar la piedra.
    Mientras lo miraba abrir el asqueroso agujero, empapado de sudor, Carlos no se atrevía a decirle que el jodido tesoro era de plástico.

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  • Te dije que el abuelo Ulrich era de uranio. Te lo dije y no hiciste caso. Te lo dije cuando se averió el microondas, cuando se fundió cuarenta y siete veces el fusible, cuando c-a-s-u-a-l-m-e-n-t-e en su visita de verano estallaron todas las bombillas de la casa. Te dije que cocer huevos con la mano derecha no era normal. Te dije que tu madre no se cayó en el Gran Cañón en sus vacaciones hace tres años. ¿Que dónde está Jimmy? ¿que dónde carajo está Jimmy? Tu padre lo estaba abrazando hace diez minutos.

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  • A veces, por diversión, los infelices siguen en el trabajo hasta bien entrada la noche. También se juntan los fines de semana para adelantar pendientes.

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  • Felipe Huerta
    07/04/2008 7:37 am

    Alta Tecnología

    – ¿Estás seguro Gervasio que por aquí vamos a llegar a nuestro tesoro petrolero en las profundidades del Océano antes de que nos ganen la carrera las potencias extranjeras?

    – ¡Claro Melquíades! Recuerda que nos lo dijo muy claramente el gerente del subdepartamento de exploración, explotación, uso y abuso de mantos petrolíferos y similares.

    – ¡Ya cállense la boca y apúrense par de holgazanes! que nos puede comer el mandado alguna potencia extranjera… Y tú Gervasio, no vayas a perder el papelito que ahí vienen indicadas CLARAMENTE las instrucciones a seguir.

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  • El arma biológica que estaban preparando no resultó como esperaban, y liberaron un virus que se contagiaba por el contacto con el aire, fue entonces que hubo una epidemia de amor en la ciudad.

    Y todos comenzaron a quererse como nunca, a repartirse besos, a decirse cosas al oído, a escribir poesía, a sufrir de palpitaciones, a caminar tomados de la mano, a cocinar pasteles, a regalarse flores, a acariciarse con ternura, a hacerse el amor en sitios públicos.

    El gobernador entonces llamó a consejo a las cúpulas económica, religiosa, política y social, todos ellos inmunes a cualquier posibilidad de ser infectados, y ordenaron de inmediato que la población fuera a vivir al drenaje profundo, en donde los humores apestosos casi mataban al virus inmoral, hasta hacerlo prácticamente inofensivo.

    Aunque con cierta frecuencia se ordenaba salir a la superficie a jóvenes varones, siempre en grupos de tres, enfundados en trajes estériles, con alguna parte del cuerpo descubierta, a que se inocularan sólo un poco y regresaran a trabajar, por el bien común, en perpetuar la especie.

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  • Esa mañana los tres hombres decidieron explorar el mundo, esos hombres de hoy no acostumbraban ver hacia el cielo, es mas no conocian del cielo y las estrellas, de las nubes y de la luna, no conocian la accion de mirar arriba. Esos tres se pararon alrededor de la alcantarilla, sus miradas se cruzaban, uno de ellos se atrevio a abrirla, la puerta para salir de este mundo estaba abierta, pero al ver hacia abajo descubrieron que tampoco habia nada que ver, en silencio cerraron la alcantarilla y regresaron en silencio a sus casas, encendieron la television y en silencio siguieron su vida.

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  • -¡Espera!-alardeó el falso jefe.-Pasamos al plan b.¡Esto no me huele bien!

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  • Estos samurais, escaparon de una larga batalla en la china y al cavar el gran oyo pues terminaron sorprendidos…
    !!salieron por una cluaca!!

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  • –Disculpe, joven, ¿habla usted inglés?– Al tiempo que me preguntó extendió un folleto de unas cápsulas alemanas; eché un vistazo al texto en el que se revelaban las virtudes de una fórmula que dotaban a quien las consumiera de la capacidad de ser invisible.
    La apariencia provinciana del sujeto despertó mi desconfianza; ¿qué podría hacer con un arma de esa magnitud? Unos minutos después me pedía una mínima cantidad a cambio de la maravillosa fórmula germana. Dudé un poco, pero la original del truco me motivo a aceptar el trato.
    Según las una píldora era suficiente para ser invisible por 48 horas, Mi imaginación transitó en las posibilidades: conocer de cerca y sin intermediarios el mundo femenino; acudir a cualquier espectáculo sin pagar; ver el mundo real de la política; viajar sin restricción de cupo y costo. Sabía que me engañaba, pero era divertido el sueño.
    Dejé de lado mi interés de mandar al laboratorio el contenido de las píldoras -–si se trataba de una droga, seguro sería capaz de dominarla–, así que el sábado siguiente hice lo que me parecía adecuado: Me tomé la primera de las 24 píldoras de invisibilidad. Me miré en el espejo y no noté cambio alguno; sin embargo, la gente en la calle fue la mejor prueba de la eficacia de mi nuevo juguete.
    Probé todas las alternativas que había previsto. Hice una cuenta bancaria muy nutrida y me enteré de las actividades de mujeres hermosas en la intimidad. Consumí más de la mitad del frasco sin pausa; pero cometí un error al divulgar el terrible secreto de un gobernador local.
    Muy pronto me convertí en noticia, pues se había iniciado una cacería patrocinada por el gobernador fraudulento. La imaginación no tiene límites: los medios hicieron de mí un monstruo, un experimento científico y hasta un extraterrestre. La recompensa “vivo o muerto” alcanzaba los seis ceros,
    Tenían mi foto –por un descuido en el cálculo del tiempo fui atrapado por la cámara de grabación de la oficina del gobernador– y las advertencias eran innumerables. No había, decía, garantía de que yo no fuera portador de enfermedades infecciosas altamente contagiosas.
    Mi departamento estaba sitiado; todos se lanzaron a la cacería ataviados con cualquier elemento casero para evitar las infecciones. Esperaba despertar y descubrirme en un sueño; pero no sería así, era real y el contenido del frasco se agotaba.

    He tomado la última píldora, El tiempo se acaba y no he dormido por miedo a no despertar jamás. Los miro: forrados en bolsas de basura esperan encontrarme y volverse millonarios. Estoy exhausto, no puedo correr más. Dormiré 20 minutos un poco antes de ser visible, con suerte y despertaré en un laboratorio donde viviré el resto de mis días. Con suerte.

    Responder
  • –Disculpe, joven, ¿habla usted inglés?– Al tiempo que me preguntó extendió un folleto de unas cápsulas alemanas; eché un vistazo al texto en el que se revelaban las virtudes de una fórmula que dotaban a quien las consumiera de la capacidad de ser invisible.
    La apariencia provinciana del sujeto despertó mi desconfianza; ¿qué podría hacer con un arma de esa magnitud? Unos minutos después me pedía una mínima cantidad a cambio de la maravillosa fórmula germana. Dudé un poco, pero la original del truco me motivo a aceptar el trato.
    Una píldora era suficiente para ser invisible por 48 horas, Mi imaginación transitó en las posibilidades: conocer de cerca y sin intermediarios el mundo femenino; acudir a cualquier espectáculo sin pagar; ver el mundo real de la política; viajar sin restricción de cupo y costo. Sabía que me engañaba, pero era divertido el sueño.
    Dejé de lado mi interés de mandar al laboratorio el contenido de las píldoras –si se trataba de una droga, seguro sería capaz de dominarla-, así que el sábado siguiente hice lo que me parecía adecuado: Me tomé la primera de las 24 píldoras de invisibilidad. Me miré en el espejo y no noté cambio alguno; sin embargo, la gente en la calle fue la mejor prueba de la eficacia de mi nuevo juguete.
    Probé todas las alternativas que había previsto. Hice una cuenta bancaria muy nutrida y me enteré de las actividades de mujeres hermosas en la intimidad. Consumí más de la mitad del frasco sin pausa; pero cometí un error al divulgar el terrible secreto de un gobernador local.
    Muy pronto me convertí en noticia, pues se había iniciado una cacería patrocinada por el gobernador fraudulento. La imaginación no tiene límites: los medios hicieron de mí un monstruo, un experimento científico y hasta un extraterrestre. La recompensa “vivo o muerto” alcanzaba los seis ceros,
    Tenían mi foto –por un descuido en el cálculo del tiempo fui atrapado por la cámara de grabación de la oficina del gobernador– y las advertencias eran innumerables. No había, decía, garantía de que yo no fuera portador de enfermedades infecciosas altamente contagiosas.
    Mi departamento estaba sitiado; todos se lanzaron a la cacería ataviados con cualquier elemento casero para evitar las infecciones. Esperaba despertar y descubrirme en un sueño; pero no sería así, era real y el contenido del frasco se agotaba.

    He tomado la última píldora, El tiempo se acaba y no he dormido por miedo a no despertar jamás. Los miro: forrados en bolsas de basura esperan encontrarme y volverse millonarios. Estoy exhausto, no puedo correr más. Dormiré 20 minutos un poco antes de ser visible, con suerte y despertaré en un laboratorio donde viviré el resto de mis días. Con suerte.

    Responder
  • «…si de veras queremos encontrar», ya nos advirtieron los cainitas del peligro de buscar en profundidad: «nada hay para hallar que ser el espejo de uno mismo, rasurado de miedos y límpido ante indecisiones mortales: ¿bajamos juntos?»

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  • –Ya ni la jodes Tacuacha, nomás a tí se te ocurre disfrazarnos así para meternos en la bóveda del banco-
    –Pinche Chacuano tan pendejo, Nagual, explícale pa’ que son las bolsas de plástico-
    –Tá fácil, son pa’ no embarrarnos si volvemos a darle en su madre a los tubos del drenaje-
    –No animal, son pa’ sacar la lana, ni modos que saquemos nomás la que nos quepa en los bolsillos-
    –Ahhhhh, simón, ora sí vamos a darle-

    Responder
  • A ver si ahora sí pasan bien los guiones y los saltos de línea.

    A darle

    –Ya ni la jodes Tacuacha, nomás a tí se te ocurre disfrazarnos así para meternos en la bóveda del banco.

    –Pinche Chacuano tan pendejo, Nagual, explícale pa’ que son las bolsas de plástico.

    –Tá fácil, son pa’ no embarrarnos si volvemos a darle en su madre a los tubos del drenaje.

    –No animal, son pa’ sacar la lana, ni modos que saquemos nomás la que nos quepa en los bolsillos.

    –Ahhhhh, simón, ora sí vamos a darle.

    Responder
  • jessica victoria kuri
    10/04/2008 6:49 pm

    Sólo

    Nadie alcanzó la paz de la sombra en el caserío fingido, sus rezos los amortajaron en sus camas; sólo yo y los idiotas que vestí de color de sangre enferma saldremos de estos aires ponzoñosos; ni en estos momentos de fuga olvido quién soy para ellos. El sol hace insoportable el anonimato, el refugio de los que se hunden en la entraña hiede, y de todos los fraternos sólo yo y los idiotas estaremos seguro, no hay rastro visible en el agujero de los sacrificados, no queda mas remedio que pisar abajo sus despojos y ahogar con las mascaras la fetidez de sus miserias. En el final del túnel pensaré quién de los dos idiotas será escalón y quién será piso, en este escape llegaré sólo a otro caserío fingido sin respirar sus aires, sin beber sus aguas, tomando para mi valías pequeñas cuando el silencio abrume sus casas, tesoro del que vive para abrazar otros fraternos; ¡Levanta ya la tapa, entremos a la paz de la sombra¡

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  • En el futuro, los actos más absurdos seguirán dando sentido a las vidas humanas. Los campamentos para intoxicación que promueve la nueva secretaria del humo y catástrofes dirigidas, se volverán con el tiempo actos cotidianos, y populares, alejados de cualquier tipo de estigma elitista.
    Esperamos ver en un par de años, juntas vecinales operando en toda la estructura de la ciudad, con bajo presupuesto y un mínimo de equipo: un supervisor, dos usuarios con máscara, trajecitos de hule más plano impreso a doble cara y en tamaño carta.
    Para la contaminación deportiva, por ejemplo, el fabricante recomienda el uso de pastillas rojas (equivaldrían a 4 de las tradicionales azules ) con un rendimiento máximo de ocho distritos de tamaño respetable.
    Se disuelven pronto al contacto con el agua.

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  • Somos pequeños hombrecitos de plástico, caminando por el asfalto caliente de la ciudad. A punto de derretirnos buscamos refugio en las alcantarillas de aguas residuales de las pequeñas ciudades. Te ayudamos a que tomes en cuenta lo que haces en la vida, -¡tus errores! – pero nunca nos tomas en cuenta. Somos fugitivos de todo lo que ustedes esperan. Nos hemos hecho tristes, pues nuestras vidas ahora son mediocres (¡Pero ten en cuenta, que no somos mas mediocres que tu!).
    Pronto, nos extinguiremos. Pronto, no quedara nada de nosotros por que, ya nuestra existencia no es elemental en este mundo…

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  • Recolectores

    –Es la última, chicos –dijo el capitán.
    Después de terminada la inundación de basura, la limpieza general había sido exitosa.

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  • Sueños de infancia
    «Mientras la esperanza siga abrigando al corazón, nada es imposible» ´repetía una y otra vez Julio
    mientras abría la compuerta que los llevaría a conseguir ese sueño tan masticado durante los recreos
    de cuarto año de primaria, por fin viajarían a las profundidades de la Tierra portando orgullosamente
    el traje diseñado en la hoja del cuaderno de Enrique quien sería la cabeza de la misión. Jorge, como era
    costumbre en él, no perdía de vista ningún detalle de ese mágico momento, el instante en que dejarían de
    ser autómatas para convertirse en héroes, en sus propios héroes.

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  • Tunica

    Túnica, tú única, tú unica, tu nica, tu ni ca, tunica… la palabra le entró como aguijón y se quedó en su mente cuando los vio correr. Túnicas rojas, negras. Darwin desgranaba la palabra en su cabeza hasta que las letras se desmoronaban, dejaban escapar el sentido apresado en ellas. Ahí está, se dijo cuando obtuvo los resultados que le enviaron de la central. Antes había eliminado el acento para acceder a un banco más amplio de información. Ya los había visto, siempre furtivos, huyendo. Habían tratado de capturarlos, sin éxito y ahora, luego de ser asignado al sector con mayores apariciones, era imposible que escaparan.

    Recordó a Montag, a Mildred, a Faber, a Granger. ¿Qué importaba ya, si él sería ascendido de puesto y las carencias serían menos? Literatura, libros, a la mierda. ¿Qué importa? Leer trae sólo desdichas: la muerte de su hija Greta envenenada por la tinta, la de su madre, acelerada cuando leyó sobre el linchamiento del grupo de bomberos, entre ellos su padre, que incendiaban libros por mandato del gobierno. Esos pinches lectores de mierda, putos tunica-memorizadores, se dijo.

    Darwin sabía leer, su padre le había enseñado hasta antes de la disposición, cuando Sapir confirmó que el lenguaje influencia las maneras en que la gente piensa y comenzaron a destruirse toneladas de libros, pero evitaba problemas y conservaba sólo los libros autorizados. No quiso seguir los pasos de su padre, al contrario. Quería borrar con el exterminio esas tres huellas dolorosas en su pasado y en su memoria, por eso, gracias a tanta rabia, se convirtió en neutralizador.

    Ahí estaban. Eran tres tunica-memorizadores abriendo una tumba. Varios neutralizadores le habían advertido. Sepultan a sus pares verticalmente. Antes les vacían la cabeza, extraen el cerebro y guardan ahí papeles y otras cosas, recordó. Seguro habían extraído algún texto. Perros, deberían exponerse a la tinta, se dijo. La imagen de Greta agonizando le oprimió el corazón. Darwin se preparó. Perros, se dijo, y antes de que la bala saliera por el cañón del arma una lágrima le nubló la vista…

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  • «Aviso a la comunidad»

    Si usted está interesado en donar ambos brazos a cambio de una gran suma de dinero, acuda a nuestras instalaciones en Cerrada 46. Una vez ahí nuestros asistentes le indicaran el camino y la protección necesaria para ingresar al lugar.
    Nota: No se permite donar un solo brazo. Según la calidad del órgano será la cantidad de dinero. La empresa no se hace responsable por contagio de enfermedades e infecciones.
    Por su discreción, muchas gracias.
    Atentamente: Carnicería Don Benito.

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  • El sol se oculta tras la superficie azul de la atmósfera y deja caer algunos bostezos sobre el pavimento uniforme y grueso, los cables largos de luz se mecen por el contacto sigiloso del viento que despierta del sueño escasos arboles que posan y admiran el paso del tiempo y el abrumador eco del silencio.

    Aparecen tres almas de plástico deshidratadas por las búsqueda intensa de sus cuerpos. Teñidas por ordinarios colores naranjas y negros ellas se internan en una superficie Santa que les designo Dios. Esta superficie subterránea cuenta con un canal y una imperfección circular en el exterior que se equilibra con una tapa metálica, donde los cuerpos condenados van pasando frente a la circunferencia que pertenece cerrada, para su reencarnación espiritual al ser abierta.

    Los susurros de las almas se liberan, y escogen el alma profeta que abrirá el túnel donde intentara pescar el primer cuerpo que se refleje en su mirada para sobrevivir. El alma mayor se inclina y trata de levantar y desplazar la tapa metálica que se resiste con su peso, la luz penetra minuciosa y trata de reflejar lo que acontece en el interior del túnel, un abismo iluminado y algunos gases se liberan por la diminuta abertura.

    Esperaron horas, días, años, siglos y ningún cuerpo cruzo la abertura del canal, en la larga espera las almas inmóviles agonizaron al saber que el túnel escogido estaba suspendido por falta de recursos económicos del gobierno.

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  • El TITULO ES ALMAS DE PLASTICO.

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  • -¿And now what?
    -I don’t know Frank.
    -Amazing, ¿right?
    -Yes.
    -¿What do you think, Roberto?
    -Gee, well fellas, I don’t know…
    -Oh, please Rob!
    -I must talk with the other guys first.
    -¿Really?
    -It’s complicated. You know, with the Pasaporte Secreto and everything.
    -We’ll do anything. Anything you ask.
    -Anything, ¿right, Frank?
    -Anything.
    -Fine.
    -Awesome!
    -(Sigh.) Just don’t tell anyone… Here we go.

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  • Mientras el resto de los Exiliados Atómicos lograba la velocidad delfín del pez que bucea el interior de la tierra, Tedio se dedicaba a realizar mínimos aportes tangenciales esperando lograr el equilibrio necesario y recuperar los diamantes perdidos. Ganar tiempo era fundamental para él, que estaba convencido de alcanzar el sismo que vendría a colocar la pista fatal y el anhelado tobogán. También a acomodar la misma falla que debería transitar para llegar a la tienda oracular, donde la enigmática Isabella Nu no se presentaba aún pero ya se la podía sospechar… intuir su melena encrespada por la sal marina y su silueta, iluminada por una luz distinta. Incluso, sin duda el silencio era su capacidad, se la podía llegar a adivinar (aunque adivinar no es una palabra feliz aquí) maquillándose lentamente bajo un spot o carbunclo.
    Al bajar, ella se adelantó y los saludó con una ancestral reverencia.
    Ahí estaba la increíble fiera cuya armadura carnal quedaba atenuada por el pareo zoológico que la envolvía: dos o tres jirafas nocturnas estirándose hacia unos saturnos verdes (¿o serían sus pechos?), la láctea vía de la diosa Nut.
    –Nadie despierta solo.
    Abrieron los ojos y fantasearon la aparición de Venus. Pero era Isabella la que, sobre la mesa geomántica, se inclinaba frente a ellos. Y al dejar deslizar su pareo de esa manera mostraba el bien que pretendía ocultar: su bellísima piel de cobre androide.

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  • UN MONSTRUO EN EL PUEBLO.

    No sabían como terminaría todo cuando destaparon aquella coladera del pueblo…

    Todo comenzó un sábado por la mañana cuando Raymundo y sus amigos Patricio y Ofelio impusieron un reto alocado.

    Vivir una semana completa bajo el pueblo, usando una alcantarilla que nunca fue concluida y vistiendo un atuendo de plástico, sólo llevaron lo necesario para sustentarse por una semana, más no sabían que encontrarían ahí abajo.

    Dos días después, todos en el pueblo se preguntaban por aquellos chicos que siempre inventaban retos fuera de lo común, eran muy conocidos por sus locuras, comenzaron a pensar que se habían retirado, nadie conocía a la familia de los mismos ni de donde venían, solo estaban “De paso”, al tercer día después de haber iniciado el reto, todas las noches algo o alguien hacía destrozos por doquier, los botes de basura tirados, jardines deshechos, ganado destazado, y sólo encontraban una marca, “PRO” ¿Qué significaba? ¿Serían los chicos tratando de pedir ayuda? ¿O serían ellos mismos…? ¡Un monstruo en el pueblo!

    ProductorHNK

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  • La primera ves que le vieron no pudieron dejar de mirarle.

    Responder
  • (Vegüenza absoluta!!!!!!!!!!!!!!!!, Va de nuevo y bien escrito)
    La primera vez que le vieron no pudieron dejar de mirarle.

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  • LA MASCARA

    No me gusta envejecer, por eso me unto mi mascarilla en las noches, para vencer al tiempo. Nadie sabe mi edad y eso me da vida. Pero una noche, encontré una arruga en el espejo, después de lavarme.

    Ahora busco en el drenaje algún vestigio de mi antiguo rostro.

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  • Cortex Limbico
    22/04/2008 2:24 pm

    RECETAS TANTRICAS PARA JODER A LOS AMIGOS

    — Pura mierda que en ésta alcantarilla se encuentra el Santo Grial.

    Juana María no dejaba de transpirar. Tras un calor que sofocaba el último suspiro, la asfixia parecía tener el resultado inverso. Ir hacia el centro de la tierra en una tarde soleada no era encomio fácil.

    Realmente el asbesto no era el mejor de los amigos y menos para explorar drenajes.

    — oyes, ¿no dejaste muy lejos la camioneta?

    Ciertamente a menos de cien metros, estaba “la rucaila” , una especie de vilipendio de la mecánica automotriz, armatoste insulso de Troya hecho realidad, a quien le iban a meter lingotes de oro radiactivo hasta su madre.

    –.No que era el santo grial, ahora me salen que vamos a entrar a la Reserva Federal como perros por su casa –. Graham José lo supo en ese momento. Lo habían engañado todo el tiempo y ahora permanecía inmóvil, impávido hacia su próximo e inmediato destino.

    Hacer bombas era fácil. Convertirlas como materia prima para ser vendidas como armas letales incluidos gases suburbanos, también era fácil.

    LO JODIDO ERA OLVIDARLA!!

    Y era cierto. Dos meses antes, le habían jurado amor eterno y sin límite alguno.
    Juana María estuvo de testigo y hasta les prometió ser madrina si todo salía bien con la venta del material radiactivo que usurparían en la central de Energía mas vigilada del país. Fue ella, la difunta Trinidad la que hizo todo el plan y la que diseñó el “vestuario de protección antimateria”.
    Pero en el primer intento en días previos, ella quedó sumergida en un maremagnum de lodo. Ahora, si la encontraban, descuartizada y en franca podredumbre, ni siquiera la iban a saludar en su santa tumba, vaya ni flores le llevarían. Sólo le iban a dar las gracias, pero eso sí, le iban a decir que jamás la olvidarían.

    — Has changuitos tú Arturo, y deja de sostener como menso ese papel, que yo si sé de planos.

    — Si güei, ayúdale con esa madre. Santo Grial mis Güebos! Sepan que es por ella que los acompaño.

    Graham José daba órdenes, no podía moverse y no precisamente por el traje de seguridad que ostentaba. Su recuerdo era técnicamente paralizante y el miedo de hallarla era más estúpido que haberla amado la primera vez sin condón, y en el jardín de sus suegros. La amaba en silencio, de eso no cabía duda. Ella le había contado que la leyenda del Santo Grial era un cuento de nunca acabar, una transposición metaléptica y ambigua que no necesitaba reconocimiento alguno. Que el verdadero tesoro se encontraba en su corazón y en la memoria de los amantes, que ese era el tan mentado cáliz perdido que se habían inventado los curitas cristianos para entretener al vulgo.

    — En una de esas hasta nos toca pelear contra las ratas, contra la misma iglesia, contra alarmas aniquilantes e incendiarias, contra sofisticados artificios de seguridad; quien quita y además: contra el olvido.

    — Si cierto, hagamos changos y metámonos como ratas en la pinche alcantarilla, antes de que alguien nos fotografíe. El tiempo es oro…

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  • LA VIDA ES (CASI) SUEÑO
    Ellos se negaron a admitir que todos sus sueños se habian ido por el drenaje;
    asi que decidieron ir a recuperarlos.

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  • LA VIDA ES (CASI) SUEÑO
    Ellos se negaron a admitir que todos sus sueños se habian ido por el drenaje;
    asi que decidieron ir a recuperarlos.

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  • La vida lujosa.

    No existe una vida con más lujos que la de vivir sin teléfono y coche, dijo un gran filósofo de nuestros tiempos. Y a todos con el paso del tiempo les pareció que nada podía ser más cierto.
    Pero el primero fué Jaime Macías, tenía cinco años de haberse jubilado pero a causa de las constantes devaluaciones su pensión no le alcanzaba ni para comer, por eso trabajaba de cerillo en una tienda en la que todos los productos cuestan un dólar. Un día leyó en el periódico la frase del filósofo y ante los ojos incrédulos de la cajera y de toda la clientela se quitó la ropa, se vistió con bolsas del súper y salió corriendo feliz como si lo impulsara el viento. A los pocos días otros tantos lo imitaron y salieron a las calles vestidos solo con bolsitas del súper, en menos de un mes ya eran miles en el país, al finalizar el año millones en todo el mundo.
    Una nueva tendencia generacional decían en los medios, pero que a diferencia de lo acostumbrado, es impulsada por personas mayores de sesenta. Un duro golpe para los jóvenes y adolescentes, que comúnmente son los que innovan con sus tendencias y propuestas a la sociedad, que ahora sus abuelos fueran quienes pusieran las pautas.
    Pero la nueva moda no dejaba nada a la imaginación. Todos nos dimos cuenta entonces de cuanta gente olvidada y solitaria, escondía sus arrugas y sus pequeños cuerpos bajo bolsas de poliuretano. Pronto los niños imitaron a los abuelos y los padres a los hijos, mientras mas antiguas las bolsas mejor. La imaginación funcionó para que se fabricaran todo tipo de atuendos, corbatas con el sello de Conasupo o calzones con el logo de Detodo se veían por doquier, a casi nadie gustaban las bolsas de Wal-Mart y los mas alzados presumían las de la Comer o Soriana. La moda Maciana, como comenzó a llamársele en claro homenaje a su fundador, no quedó en la vestimenta nada mas, siguió a todos los ámbitos de la vida diaria. A la gente se le olvidaba cargar sus celulares, a muchos se les echaron a perder las baterías. Se regresó a los correos de voz y radio pasillo; las cartas escritas con pluma y papel volvieron a ser un éxito, se volvió muy común ver a los abuelitos enseñando a los jóvenes como se sujetaba la pluma, donde iba el remitente, como cerrar el sobre y pegar las estampillas. Los burócratas del servicio postal tuvieron que contratar carteros voluntarios para darse abasto. En las noches era mas común ver velas prendidas cuando uno pasaba de lado a una ventana. Muchos hicieron peceras con sus televisores pues las abuelitas contaban mejores historias que las de cualquier telenovela; se volvieron a ver las estrellas en el cielo. La gente inventó tantas constelaciones nuevas que podrían haberse inventado un millón de signos zodiacales más. La mortandad aumentó brutalmente a causa del gozo por la vida despreocupada. La muerte debió estar muy confundida, pues todo individuo por el cual venía, le recibía con una alegre sonrisa, ya no existía quien le temiera. En menos de diez años la población mundial disminuyó a la mitad. La gente había cambiado las largas vidas prolongadas en salas de hospital por muertes súbitas en lugares fantásticos o festejando con los amigos. También desde que el sexo había dejado de ser un producto de consumo la taza de nacimientos había bajado drásticamente.
    Hoy han pasado treinta años de que los «Macianos» y su cultura se instalaron por completo en todo el orbe. No fue el calentamiento global ni un cometa o asteroide, tampoco una plaga o epidemia, mucho menos la tan pensada tercera guerra mundial. La Humanidad desapareció de repente, por si sola, debido al cinismo en su mas pura y filosófica expresión. A nadie le pareció raro , tal vez fue que quisimos poner tantas cosas en las bolsas del súper, que acabamos por ponernos a nosotros mismos dentro. Hoy, somos solo tres los que sobrevivimos, no quedó ninguna mujer para procrear. Bajaremos a las cañerías para morir dignamente como ya lo hicieron tantos, quizás nos convirtamos en el combustible fósil que usen los próximos seres que dominen la tierra. Esos que tendrán que aprender a hacer mejor las cosas, que tendrán que superar nuestra caótica cultura y sus leyes de mercado.

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  • ¡Que chido! Está muy divertida la idea de una moda impuesta por los viejos. Todas las ideas que manejas me gustan. Tiene una idea graciosa, se ve que intenta ser algo más que algo chistoso, y por eso recrea un escenario en el que se vuelve al pasado. Como lectora me pusiste a pensar qué pasaría ahí. Gracias, estan padres las historias de todos también

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  • 100% Polímero.

    Todas Las mañanas le doy un beso al minino, mientras él nos mira cubiertos con plásticos negros y naranjas.
    — Apuesto que adentro de la panza y de los brazos tienen hule espuma y trapos viejos. —
    — ¿Quien dijo eso, eh? —
    — Caucho, el gato que tiene ojos de canica y no se mueve, Lauro lo guarda en el bolsillo—
    — Pues dile a Lauro que le diga, que eso no es verdad, adentro tenemos polímero, 100 por ciento polímero—
    Billy se arranca con los dientes un pedazo de hule, con una mano exprime la otra, cae un chorro de sudor en la tapa de la alcantarilla.
    —Patrañas, deja de explicarle al gato, solo ignóralo, ¿a caso no te das cuenta que la gente nos mira? —
    Lauro asiente con la cabeza, le cubre la boca al felino con un poco de cinta, después comienza a destapar la alcantarilla.

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  • La estación del sueño

    Dormir sin sueños, sin cansancio, sin emoción, simplemente por la asfixiante rutina que el tiempo nos propone. Cerrar los párpados para que los colores, formas se ausenten y dejarse arrastrar hasta el fondo del paraíso o hasta las alturas del infierno donde el transe interno desatara las conexiones sonámbulas que crearan la razón del soñar. La espera se extiende en busca de algún sueño que fecunde y se filtre en mí.

    Estoy recostado sobre un colchón construido de imanes, donde mi cuerpo reposa depurandose de las toxinas espirituales. Boca arriba entre la oscuridad, mis ojos ocultos entre mis párpados tratan de ver la llegada divina del sueño; esa caminata sonora que anuncia el hambre de la ilusión, de la magia y del realismo que vienen atados en esa estructura metálica que es el soñar. Espero, y el vacío en mi ser se vuelve doloroso por la ausencia, esa alergia que comienza a esparcirse en toda mi humanidad.

    Los miedos con ropaje de fantasmas me reflejan, los duendes carcomen las ideas y los dragones esprimen mi espíritu, todos maquinan la emboscada; los demonios con antifaz de ángeles me persiguen sin cesar, mientras yo en movimiento interno entré al laberinto donde el sueño duerme profundamente con mi fotografía entre los ojos. jj.solana

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  • «¡Ay! Porqué mis botas son naranjas…Hacemos tareas importantes ¿Qué clase de uniforme es este?». Los técnicos investigaban el suelo tratando de recoger lo que parecía ser un pequeño desecho de Uranio. Pronto dejarían Tenesse para ir a Alamogordo en Nuevo México.

    «Estamos en Oak Gred, olvidaron poner un Gucci cerca de la estación.» Dijo Howard, quien vivía en cualquiera de esas casas; la suya tenía un tejado verde, pero poco le ayudaba a reconocerla por la noche. Su mujer, aburrida de tanto apretar botones en la estación, lo esperaba en las noches para que no entrara a la casa equivocada.

    «Pues deberían poner uno. Por algo todo este asunto se llama Manhattan ¿No?» No consiguió respuesta. Limpiaron el uranio; lo metieron en bolsas de basura, mismo material de sus uniformes y partieron. En unos meses, cuando terminó la guerra, el Oak Ridge de chimeneas y reactores había desaparecido. A lo lejos ya sólo podían verse miles de robles recien plantados.

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  • Buenos días a todos. Con este comentario se cierra el concurso de este mes. Quien lo desee, como siempre, puede dejar sus opiniones y recomendaciones. Pronto aparecerán los resultados. Gracias y hasta entonces.

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  • Bueno, fuera de tiempo… pero de todos modos lo pongo. Pensé que la fecha limite era el día 25; ya van varios concursos que se me escapan… en fin. Aunque no entre al concurso lo pogo en el siguiente comentario.

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  • SIN SOLUCION.

    Esa noche no pegué los ojos. Las páginas dieron vuelta, una tras otra. La noche avanzó. De pronto di un salto, la puerta llamaba. Escuché un ronco estentór.

    –Las siete y no te has siquiera bañado, el trabajo llama –decía mi viejo.

    Bostecé y me tendí en la cama; la puerta volvió a llamar. Con pereza, mas por mi lectura interrumpida que por la falta de sueño, tomé la toalla y me fui directo al baño…

    Mas tarde, cuando abrí la perta, las agujas de luz lastimaron mis ojos, sentí sueño, ganas de darle la espalda al sol, volver a entrar y dormir hasta entrada la tarde soñando con mi libro. Sin embargo caminé; luego de unos pasos sentí una masa deshacerse bajo mi pie, bajé la vista, era una caca fresca. Valiéndome madres seguí avanzando, la sensación bajo mi pie era nauseabunda, pero no detuve la marcha. Fue entonces que los vi: tres hombres, dos de rojo, uno de negro, enfundados en bolsas de nailon hurgando la cloaca. Una ráfaga helada llenó mi cuerpo. Di la vuelta, una loca carrera se apoderó de mí, pero, cuando estuve frente al hogar, una figura regordeta de sonrisa irónica me detuvo. Era mi padre quien llenaba la puerta.

    –Regresa y enfrenta tú falta –me decía al tiempo que mostraba mi libro al aire: ‘Fahrenheit 451’ de Ray Bradbury.

    Llorando caí de rodillas; sabía que no había solución. Aunque los quemadores de libros entraran por la coladera, mi padre no me dejaría escapar.

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  • El aire huele a carne quemada
    el oxígeno escasea
    el océano se desborda
    el calor
    la lluvia
    tu desinterés erosiona…

    Animales se extinguen
    de un día a otro, fenecen…
    los insectos desaparecen
    ¡alerta roja!
    ¡mueren las abejas!
    ¡los anfibios mutan más!
    ¡el oso polar no tiene hogar!…

    El calentamiento global
    está de moda
    el sabio desespera
    se desalienta,
    sufre de abatimiento…

    El ignorante pasa de largo
    o finge no saber, quizá sabe fingir bien.

    La cadena alimentaria cambia
    la explosión económica también
    los ríos se contaminan,
    consumo energético domina…

    Que la malaria azota
    al pobre, al abandonado, al marginado

    Nadie es culpable de mareas negras
    de esas manchas que aparecen de un día a otro.
    Es fácil cerrar los ojos, bien fuerte
    y ser histriones, fantoches fanfarrones…

    …Iniciando el día me deprimo
    por el mundo que está malo,
    le duele el Asia – diría Mafalda…

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  • Hola a todos. El ganador del concurso de abril es Jean L por su texto sin título, por su imaginación abundante y muy personal.

    Muchas gracias a todos por participar y nos vemos para el concurso de mayo…

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