Cuaderno

La lista del terror (pequeño caso de plagio)

Actualización del 11 de mayo de 2017: gracias al apoyo y presión de muchas personas que difundieron mi denuncia del plagio y se quejaron en redes sociales, el sitio Culturamas se ha disculpado conmigo en un mensaje privado, ha modificado su nota y ha agregado la fuente. Desde luego, tendrían que haber puesto el crédito debido desde el comienzo (y avisado, y pedido permiso). Pero me quedo pensando que algo se logró. Agradezco mucho a todas las personas que se interesaron en este asunto y me ayudaron. 🙂

Esta nota es exactamente sobre lo que dice el título: un caso de plagio no muy grande (hay quienes se roban libros enteros, atribuyéndose cantidades indecibles de trabajo ajeno) pero no menos cierto.
      El 11 de enero de 2016 publiqué en este sitio (www.lashistorias.com.mx) una nota: «20 grandes cuentos de terror», con una lista de historias de miedo que me gustan y recomiendo. Puse enlaces a la mayoría de ellas (algunas no están en línea). De algunos de los cuentos había copias alojadas aquí mismo, y en esos casos enlacé directamente a ellas. Concretamente lo hice en los casos de «El fumador de pipa» de Martin Armstrong, «El calor de agosto» de W. F. Harvey, «El tapiz amarillo» de Charlotte Perkins Gilman y –en una modificación hecha poco después de la aparición inicial de la lista– «Donde su fuego nunca se apaga» de May Sinclair.

La lista original en su contexto (clic para ampliar)

      Ayer, 9 de mayo de 2017, recibí aviso de un pingback, es decir, una referencia a este sitio hecha desde otro. Resultó que provenía de un artículo del sitio español Culturamas.es titulado «Los 20 mejores cuentos de terror». El pingback indicaba que en aquel artículo había un enlace a un texto publicado aquí: concretamente a la copia de «El tapiz amarillo».
      Visité la lista de Culturamas pensando que se parecería a la mía y tendría referencias a varios textos para que sus visitantes los pudieran leer. Me pregunté cuáles serían, aparte de «El tapiz amarillo», los textos favoritos de ellos.
      Y me sorprendió ver que la lista de Culturamas no era parecida a la mía sino exactamente igual: era mi lista, copiada y pegada en aquel sitio.

La lista plagiada en su contexto (clic para ampliar)

      Los textos están listados en el mismo orden; la puntuación es la misma, incluyendo un par de inconsistencias, y los enlaces están exactamente en los mismos cuentos y apuntan exactamente a los mismos sitios. De hecho, en un caso: el del cuento “Último día en el diario del señor X» de Emiliano González, el enlace apunta a un sitio ya desaparecido, pero que existía cuando hice mi lista. Y en otro: el de «El testamento de Magdalen Blair» de Aleister Crowley, hay una aclaración sobre el texto (que encontré publicado en línea dentro en un archivo PDF) que se mantiene en el artículo de Culturamas exactamente con las mismas palabras que en mi propia nota.
      Quienquiera que haya hecho el artículo se limitó a copiar y pegar mi texto: no se molestó en revisar los enlaces ni en disfrazar de ninguna forma el plagio. Sólo cambió ligeramente el título (para que fuera un reclamo más convencional, supongo, al decir de forma categórica que los cuentos son los 20 mejores, sin apelación posible), dejó fuera una nota que escribí para acompañar la lista y, por supuesto, no da ninguna indicación de que ésta no fue hecha por ellos sino por mí. En ningún lado aparece mi nombre.
      Esto no es un caso de apropiación, remezcla, influencia, citación ni nada parecido. Es la forma más burda y fácilmente reconocible del plagio: tomar el trabajo de otra persona y presentarlo como propio, omitiendo deliberadamente que no lo es, intentando «borrar» a quien sí lo hizo. Mi artículo no es más que algunos párrafos y una lista, un texto breve, pero un texto que redacté yo, que me costó cierto tiempo ante la computadora y bastante más a lo largo de muchos años, leyendo cuentos de miedo que luego recordé para recomendarlos. Uno que publiqué sin fines de lucro y sigue siendo de acceso gratuito (en Las Historias ni siquiera hay publicidad para «monetizar sus contenidos», como sí la hay en aquel otro sitio).
      Publiqué un reclamo a Culturamas en Twitter; hasta este momento [nota: 10 de mayo, alrededor del mediodía] no he recibido respuesta alguna, pero algunas otras personas han sugerido que no es la primera vez que algo así sucede en ese sitio (ni en otros semejantes). Qué pena.
      Francamente, no deseo ninguna reparación más allá de que se indique la fuente de la que ellos tomaron la lista (aunque una disculpa no estaría mal). Y sospecho que no voy a tener ni eso, y en cambio sí habrá quienes me troleen y me incordien en línea. Pero al menos puedo dejar esta nota como una constancia de lo sucedido.

La lista original y la lista plagiada, lado a lado (clic para ampliar)

26 comentarios. Dejar nuevo

  • El plagio es detestable. Inescrupolosos se aprovechan de tu trabajo. En todo caso quédate con la satisfacción que eres muy bueno Alberto, por eso te plagian.

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  • Qué bien que tu influencia se esté dejando sentir en otros, pero qué mal que no se crédito a quien realmente hizo el trabajo. Muy cómodos se hacen de contenidos que lucran sin darle crédito. Una suguerencia: quien de una u otra manera hemos sido alumnos tuyos y seguidores de tu trabajo a través de esta página debiésemos mandarles mensajes de protesta. He dicho.

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  • Una historia que a lo mejor te hace gracia: por ahí de 2013 estaba buscando un cuento mío que rondaba intelné y me encontré con que alguien había plagiado un cuento mío y lo había publicado como propio en su cuenta de Myspace. La publicación era de años antes, pero mi cuento era de… no sé, como del 95, no exagero. Me acuerdo mucho de que estaba muy sorprendida y de que ni siquiera me dio coraje, porque, una, era una cuenta de Myspace y, dos, ¿quién me conoce a mí? Creo que lo habían copiado de un fanzine impreso y le habían cambiado algunos giros. El cuento era malón y principiante, como lo que cualquiera escribe a los veinte años, pero que alguien se diera a la tarea de teclearlo y adjudicárselo me sigue sorprendiendo mucho. Por ahí debo tener los pantallazos. Lo más gracioso, para mí, es que recuerdo perfectamente la situación en que escribí el cuento (en una máquina de escribir mecánica) y dónde estaba y cómo se me ocurrió la idea, porque recuerdo la imagen en mi cabecita.
    En fin, eso. Por lo pronto ya fui también a protestar al sitio plagiador.
    Un abrazo, Alberto, ojalá este sea un incidente menor y no se repita con ningún texto tuyo 🙂

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  • Muy mal lo que hace cierta gente y lo malo es que se acostumbran a hacerlo porque no hay quien los señale. Por eso sigue exigiendo que al menos te den el crédito. Bastante trabajo cuesta hacer las cosas para que se las pirateen así nomás. Saludos.

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  • Hola, Alberto, es la primera vez que me atrevo a comentar por aquí, aunque te sigo desde hace un tiempo y tus listas y los relatos que seleccionas me encantan, y estoy de acuerdo con los demás en que si te han plagiado es porque eres muy bueno en lo que haces y qué pena que sitios web como estos se apropien del trabajo de uno, y encima ni siquiera te den una respuesta, un «lo siento», algo, no se les iba a caer la tecla si lo hicieran, en fin, vergonzoso, y desde aquí te animo a que sigas haciendo el trabajo estupendo que haces siempre.

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  • A mì me pasò con un post en el que di todas las variantes emocionales del òrale para una amiga polaca… luego vino alguien a reclamarme que se lo habìa yo robado a alguien màs que lo grabò y emitiò al aire. O sea, que al final el que se parò el cuello como muy ducho con mi chamba saliò ganòn y quedè yo mal… este es uno de muuuuuuchos como cierta personita que se adjudicaba mis cuentos e incluso mi experiencia personal como propia… (no es de asombrarse que lleve tanto tiempo yo bajo tierra, pero esa es otra historia).
    Volviendo al punto: es que tenemos que darle «copy-right-print» a todo por si acaso?
    Veàmonos pronto, hay màs fotos que tomarles 🙂

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  • Riicardo Moreno
    11/05/2017 6:52 am

    Para mostrar el orden de inmoralidad intelectual que habita en muchos sitios de la web, basta un botón de atraco como éste. Qué lamentable lo que te hizo ese Culturamas, Alberto; tu aclaración y denuncia es pertinente al menos para exhibirlos. Un abrazo!

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  • Consejo práctico. Todo lo que pongas en internet imprímelo y ponlo en un USB. Luego mándamelo por correo certificado. Al recibir no abras el sobre, guárdalo como garantía. Si alguien te plagia, entonces ve con un notario, que certifique tu obra. Y presenta tu denuncia por plagio.
    Recuerda que también existe Creative Commons.
    A mí me pasó con una nota menor. Pero aprendí y desde entonces cuido más mi trabajo. Saludos

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    • Supongo que tu autocorrector cambió «mándatelo» por «mándamelo»… 😉 En todo caso, gracias.
      Conozco esa estrategia, aunque no pensé tener que usarla con textos publicados aquí. Y ya estoy viendo lo de Creative Commons. Saludos.

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  • Rubén Hernnández Hernández
    11/05/2017 11:54 am

    Mi estimado Alberto, estos sinvergüenzas te rinden un homenaje, pero si deberían reportarse con una lana.

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  • Mayra Elizondo Cortés
    11/05/2017 12:45 pm

    Me parece muy lamentable. Querido Alberto, haces muy bien en mostrar la falta y en quejarte acerca de la información y el trabajo apócrifo que exponen. Pero además, y algo que me parece muy valioso, es que nos sigues enseñando acerca muchas cosas, ahora sobre dignidad y orgullo. Por mi parte cuentas como siempre con mi apoyo, y mostraré mi desacuerdo en el propio sitio evidenciando la situación. Un fuerte abrazo y agradecimiento.

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  • ¿Te imaginas qué padre sería citar tu lista comentarla abiertamente? Decir por qué sí pondrían tal cuento o cual no les parace y cuál agregarían, abrir la discusión, pues, armar tertulia, enriquecer. Saludos

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  • ¡Geniaaaaaaaaaaaaaa! Ya te dieron crédito. Qué bueno que ya pusieron la fuente. Ya iba a ir a quejarme también. Lo mejor hubiera sido que lo hubieran hecho desde el inicio pero bueno…
    ¡Buena tarde para todos! 🙂

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  • cesar de leon
    06/06/2017 3:15 am

    Me paso con un pequeño cuento infantil que realice hace ya algunos años, http://obrascortasdeteatro.mx/cuento-infantil-el-nino-que-queria-estar-solo/ y después de algún tiempo sin querer me encontré esta noticia del país de Argentina en donde plagiaron mi cuento y tan solo cambiaron un personaje (Trollingo) por unas hadas http://www.vocesdelospueblos.com.ar/cultura/estreno-sala-llena/ deje un comentario en ese diario pero al poco tiempo lo borraron, se siente primero orgullo que alguien haya tomado en cuenta algo escrito por mi, pero después se siente uno desolado y con frustración por no saber que hacer, por lo pronto lo registre en creative commons, mas no se si tenga validez.

    Entiendo por lo que pasaste, y que bueno que te hayan dado el crédito que mereces

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  • […] para dejar una noticia: tal vez algunas personas recordarán que, el año pasado, el sitio Culturamas.es plagió una nota aparecida aquí e intentó hacerla pasar como contenido original suyo. Sorprendentemente, […]

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