Cuaderno, Noticias

Alan Moore antes de Watchmen

Por diversos problemas, varias reseñas encaminadas a la sección «El libro del mes» no podrán aparecer por el momento. Entretanto, dejo este texto, sobre varios libros previos al más famoso del escritor británico. Más adelante puede aparecer otra nota sobre los libros de Moore publicados después de Watchmen; mientras, dos de ellos ya han sido comentados aquí (de hecho, aquí y aquí).

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Alan Moore. Foto de José Villarrubia
Foto de José Villarrubia, tomada de la novela Voice of the Fire

Éste es el escritor que ha revolucionado la forma del cómic, ese arte casi siempre menospreciado, y lo ha elevado a nuevas alturas de reconocimiento y calidad artística tanto en sus trabajos más personales como en sus guiones para Superman o Batman; éste es el ocultista contemporáneo que se dedica a reflexionar sobre el sentido del universo mientras escribe un grimorio para consumo masivo; éste es el rebelde que ha dado la espalda a las grandes empresas de medios para cultivar sin concesiones su propia visión de la existencia y el arte; éste es también el hombre barbado y melenudo, con manos repletas de anillos, elevado por un episodio de Los Simpson a la altura de las grandes celebridades de nuestra era.

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Alan Moore en Los Simpson
Alan Moore en Los Simpson (2007)

Irónicamente, gran parte de este reconocimiento se debe a las películas basadas en su obra y al hecho de que Alan Moore –contra la lógica de la fama y la riqueza– reniega de ellas en vez de apoyarlas, incluso a costa de regalías y privilegios. Luego de Desde el infierno (From Hell, Albert y Allan Hughes, 2001) y La liga extraordinaria (The League of Extraordinary Gentlemen, Stephen Norrington, 2003), pésimas ambas, Moore exigió que su nombre no se incluyera en ninguna otra adaptación fílmica de su trabajo y no se le menciona ni en V de Venganza (V for Vendetta, James McTeigue, 2005) ni, ahora, en Los vigilantes (Watchmen, Zack Snyder, 2009), que mientras escribo es una de las películas más vistas en el planeta. Afortunadamente, los medios globales (siquiera para explotar la noticia sensacional) han cubierto ampliamente la anomalía del historietista que truena contra los estudios de Hollywood en lugar de colaborar con ellos o incluso de intentar convertirse –como Mark Millar y algunos otros guionistas y dibujantes– en un proveedor de historias pensadas sobre todo para el cine. De modo que Alan Moore es más conocido que nunca antes y, probablemente, habrá muchas personas que se asomen a su trabajo y se den cuenta de cómo Los vigilantes, V de venganza, Desde el infierno y La liga extraordinaria son, en sus versiones originales, obras importantísimas del llamado arte secuencial. Será un acto de justicia: estas cuatro obras (etiquetadas como novelas gráficas y de hecho iniciadoras, junto con las de un puñado de otros creadores, de un nuevo aprecio por el cómic) son sólo una pequeña porción de todo lo que Moore ha publicado, y aunque éste –mago, narrador y artista conceptual además de guionista– ha pasado la mayor parte de sus treinta años de carrera en una relativa oscuridad, no deja de ser uno de los pocos autores verdaderamente geniales que viven hoy en el mundo occidental. Y el desarrollo de este genio puede verse desde sus comienzos.

Alan Moore nació en 1953 en Northampton, una ciudad industrial de la provincia inglesa en la que vive todavía. De familia pobre, no tuvo ninguna educación formal más allá de la preparatoria (o su equivalente, que en su caso fue una grammar school), de la que fue expulsado a los 17 años por vender LSD («era el traficante más inepto del mundo», declara). Moore pasó algunos años trabajando en empleos miserables; en la segunda mitad de los setenta, pese a estar ya casado y a punto de ser padre, decidió aprovechar la influencia de sus lecturas más tempranas (novelas de aventuras, relatos de ciencia ficción y, sobre todo, comics) para intentar ganarse la vida como dibujante y guionista. Después de un tiempo de publicar tiras escritas y dibujadas por él en fanzines y revistas, decidió que nunca sería un dibujante competente y optó por concentrarse sólo en escribir. A fines de los setenta tuvo su primera gran oportunidad como colaborador en Doctor Who Weekly y 2000 A.D., dos de las revistas más prestigiosas de la escena británica de aquellos años. También trabajó por un tiempo para Marvel UK, filial de la editora estadounidense, escribiendo guiones del superhéroe Captain Britain (Capitán Bretaña).

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Portada del especial anual de 1985 de 2000AD, que incluye una historia temprana de Moore
Portada del "anual" de 1985 de 2000AD, que incluye una historia temprana de Moore

Las dos primeras historias importantes de Moore –ambas concebidas como narraciones con planteamiento, desarrollo y desenlace, y no como series «abiertas», al modo de las que se publican aún hoy en la mayoría de las revistas de historietas convencionales– comenzaron a publicarse por entregar en la revista inglesa Warrior y tuvieron una historia accidentada: tardaron años en completarse y terminaron reunidas por otros editores. Pero las dos se convirtieron en obras esenciales. La primera es V de venganza (1982-1988), hecha en colaboración con el dibujante David Lloyd y surgida parcialmente de la preocupación de Moore, en los tempranos ochenta, por la política ultraconservadora del régimen de Margaret Thatcher. Moore tomó la imagen del país opresivo que veía surgir y la convirtió en la historia de un cruel estado totalitario, fuertemente estratificado, que se ve amenazado por un anarquista oculto siempre tras una máscara con los rasgos de Guy Fawkes (un disidente inglés que en el siglo XVII intentó volar el edificio del Parlamento en Londres) y el seudónimo V.

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Una edición de V for Vendetta
Una edición de V for Vendetta

La versión fílmica de James McTeigue, aunque no mala, se inventó una historia de amor muy poco convincente y además omitió varios de los detalles más importantes de su fuente. Estas omisiones son inevitables en cualquier adaptación, porque ninguna transposición puede, ni debe, ser perfectamente «fiel» (páginas impresas e imágenes en movimiento son medios distintos). Sin embargo, la queja constante de los fans más aguerridos –que las adaptaciones no dejan sino el esqueleto, una sombra pálida del material original– permite ver que una gran aportación de Moore, desde estos primeros trabajos, es el uso de la forma del cómic, habitualmente tenida por insustancial y frívola, para crear historias de enorme densidad, en las que texto e imágenes son interdependientes de varias formas distintas a la vez y buena parte del sentido de la obra total está en alusiones, referencias, connotaciones. En V de venganza, por ejemplo, el personaje está más cerca del ideal del hombre renacentista (o del superhombre de Nietzsche) que del prototipo del superhéroe de la época: pelea muy bien y tiene (desde luego) deseos de venganza, pero también habla de literatura y filosofía y administra, en uno de los episodios más extraños de la novela, una terapia de choque semejante a un ritual chamánico. Y todo el acento está, en el fondo, en sus ideas. V logra destruir la estructura vertical del poder pero su fin no es convertirse en un nuevo dictador, ni provocar el caos, sino instaurar lo que él llama un auténtico régimen anárquico: una nación a la vez ordenada y en la que el pueblo pueda prescindir de sus gobernantes.

Por último, alrededor de la trama de V, que va volviéndose más y más enérgica a medida que se suceden los capítulos, el mundo de la novela se construye con numerosos episodios de personajes secundarios, todos empeñados en sobrevivir en circunstancias adversas y cuyas penas se tratan, cada tanto, con el desapego irónico de números de cabaret; de hecho, el texto proporciona letra y música de varias canciones que resumen, al modo de muchas del periodo de entreguerras de la Europa del siglo XX, la vida desolada de una cultura a punto de desaparecer.

La segunda gran obra de este periodo es mucho menos conocida, pero aun más importante: Marvelman, o Miracleman (1982-1989), ilustrada por Garry Leach, Chuck Austen y, de forma muy destacada en las últimas entregas (las mejores), John Totleben. Moore la comenzó en Warrior y es, en cierto modo, la continuación de una serie que ya existía, protagonizada por un superhéroe británico de los años cincuenta: una copia del Capitán Maravilla (también conocido como Shazam), es decir, una copia de una copia del arquetipo de Superman. Pero Moore tomó al personaje, que nunca había pasado de ser una imitación y no tenía sobre sí la atención mediática de otros más conocidos (incluso, de otras imitaciones más conocidas), y lo sometió a una profunda revisión. Fue la primera vez que utilizó esta estrategia, que sería central en ésta y varias obras posteriores.

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Miracleman (dibujo: Garry Leach)
Miracleman. Dibujo: Garry Leach

La idea tras las revisiones moorianas es, siempre, explotar el potencial ignorado o aún sin descubrir de personajes o iconos preexistentes, utilizándolos en historias que, sin negar su carácter ni los «sucesos» de su pasado ya establecidos por otros artistas, permitan interpretarlos de una manera nueva. Si los personajes aparecieron en obras de un subgénero particular, Moore los coloca en tramas menos restrictivas o creadas deliberadamente para subvertir las convenciones que les dieron origen; si son personajes derivativos, su falta de originalidad se «compensa» con la exploración profunda de su naturaleza, sus implicaciones, sus asociaciones simbólicas y su lugar en la cultura (popular o de la «otra»). En el caso de Marvelman, Moore partía de la imagen de un superhombre genérico: fuerte, invulnerable, capaz de volar, rubio pero de cejas negras (?) y vestido con la proverbial malla ajustada al cuerpo que (según el novelista Michael Chabon, entre otros) pretende celebrar la belleza del cuerpo desnudo, fuerte; poco más que la fantasía habitual de poder adolescente que, desde el mismo Superman, se manifiesta en el hecho de que el héroe tiene una identidad secreta de apariencia menos gallarda, menos poderosa, con la que los lectores pueden empatizar más fácilmente para luego imaginarse con los poderes de su otro yo. Como el Capitán Maravilla, Marvelman, en realidad el niño debilucho Mike Moran, decía una palabra secreta (Kimota!) para transformarse, y vencía a todo tipo de villanos para mantener la felicidad de un mundo idealizado, casi perfecto.

Moore volvió a escribir la historia de Moran/Marvelman, respetando todo lo previamente «contado» por otros guionistas e ilustradores (incluyendo la presencia de dos «ayudantes» o héroes secundarios, llamados Kid Marvelman y Young Marvelman) pero reinterpretándolo en un tono más grave y buscando contrastar la ingenuidad de los episodios originales con una visión más descarnada y, si no realista, al menos más adulta de la idea del superhombre. Nuevamente Nietzsche sale a colación, incluso en citas textuales, pero aquí la revisión de la moral del superhéroe no la convierte en un discurso libertario como en V de venganza: al contrario, el centro del Marvelman de Moore (cuyo nombre fue cambiado a Miracleman por sus editores cuando comenzó a publicarse en Estados Unidos, para evitar conflictos con la Marvel) es una reflexión sobre los límites de la ética cuando se ve enfrentada al poder absoluto.

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Miracleman #1 (clic para ampliar)
Una página de Miracleman #1 (clic para ampliar)

En una doble vuelta de tuerca que sonará a más de una novela de Philip K. Dick, Mike Moran, quien ha crecido para convertirse en un adulto cualquiera y cree sólo haber soñado sus aventuras como Miracleman, redescubre la palabra mágica y resulta tener los poderes sobrehumanos del héroe; más aún, todas sus aventuras (según descubre más tarde) tuvieron lugar…, pero sólo subjetivamente, mientras vivía prisionero en una instalación militar, en estado de privación sensorial y conectado a máquinas que forzaban en su cerebro las percepciones de una existencia ilusoria mientras era sometido a experimentos y vejaciones de todo tipo. Moran, de niño, había sido sólo uno más de los experimentos del malévolo doctor Gargunza, quien en sus sueños artificiales se manifestaba como un villano más pero en realidad fue su «creador»…

Miracleman, previsiblemente, se venga de sus captores, pero esto es sólo el comienzo de una demolición radical de todas las ideas que giran alrededor del concepto del superhéroe. El personaje no ha hecho (ni hace, en verdad) un solo acto heroico en el mundo «real»; cuando por fin se le enfrenta da una muerte horrible a Gargunza porque puede hacerlo y, llegado el momento, no se une al orden establecido ni lo subvierte, sino que lo supera, lo deja atrás: el héroe es literalmente inhumano, más que humano, y a medida que encuentra a los muy pocos seres en el mundo que pueden comparársele –y a otras criaturas más avanzadas aún que provienen de otros planetas– empieza a asumir el papel de dios: a disponer la transformación del mundo entero de acuerdo con sus propias ideas sobre el bien y la virtud, sin atender ninguna ley ni prejuicio humanos. La reaparición de Kid Marvelman (rebautizado también como Kid Miracleman) enloquecido y convertido en una fuerza destructora absolutamente amoral, es el clímax dramático de la serie en el clásico número 15 de la revista, ya para entonces publicada por la editora estadounidense Eclipse Comics:

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El clásico (e inconseguible) Miracleman #15
El clásico (e inconseguible) Miracleman #15

Sin embargo, el número siguiente es el auténtico remate de toda la serie y, probablemente, el desarrollo final, la última palabra sobre la idea del superhéroe, que se lleva literalmente hasta sus últimas consecuencias. Derrotados los últimos villanos, reconstruido el mundo tras terribles catástrofes, los superhéroes son literalmente dioses en la Tierra y, además, objeto de adoración religiosa. Aunque el propio Miracleman duda sobre la justicia de lo sucedido, no puede (y acaso no quiere) evitarlo: la realización de la fantasía del poder absoluto implica o la pérdida de la humanidad, falible por definición, o la insinuación de una ruptura total con los límites del entendimiento humano, que puede conducir lo mismo a la iluminación que a la locura. El Miracleman de Moore, agotado por largo tiempo y nunca reimpreso debido a una maraña de problemas legales entre diversos autores y editoriales, produce de todas formas una impresión duradera a quien consigue leerlo, sea en una copia impresa o en los formatos digitales que circulan por la red. Cualquier visión de la idea del superhéroe que intente volver a la simplicidad originaria de la metáfora da una nota falsa: éste es un trabajo que trasciende incluso sus orígenes culturales y se inserta en la gran literatura, la que no depende de etiquetas ni de jerarquías.

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Miracleman #16
Dos páginas de Miracleman #16 (clic para ampliar)

V de venganza y Miracleman llamaron la atención de la DC Comics, una de las más poderosas editoras de comics del mundo, que invitó a Moore a publicar en los Estados Unidos. Moore, además de republicar y concluir la primera de las dos series mencionadas con DC, comenzó en 1984 una nueva revisión para esta empresa, escribiendo muchos números de la revista Swamp Thing (La criatura del pantano), una serie de horror que bajo su dirección se volvió extraordinaria e introdujo, en el «universo» de los comics de DC, no sólo numerosos personajes sino una nueva cosmogonía, llena de detalles y trabajada con enorme cuidado. Su personaje central pasó de ser un monstruo cualquiera a –en un guiño semejante al de Miracleman— un ser casi omnipotente, un guardián de la naturaleza que a la vez servía para hacer ácidos comentarios de actualidad y para sugerir una vez más, de una forma menos radical pero no menos inteligente, las posibilidades de complejidad y sofisticación del cómic. Justamente el éxito de La criatura del pantano, el primer cómic estadounidense declaradamente «para adultos» desde los años cincuenta, dio origen al sello Vertigo, especializado en ese tipo de historieta, así como a las carreras en los Estados Unidos de varios escritores británicos (como Grant Morrison, Neil Gaiman, Peter Milligan y Jamie Delano) que fueron contratados a fines de los años ochenta para «repetir» el fenómeno Moore en diversas revistas.

Para 1985, el propio Moore ya se encontraba –entre otros proyectos– trabajando en Watchmen, con la colaboración del dibujante Dave Gibbons.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

46 comentarios. Dejar nuevo

  • Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Por diversos problemas, varias reseñas encaminadas a la sección ?El libro del mes? no podrán aparecer por el momento. Entretanto, dejo este texto, sobre varios libros previos al más famoso del escritor británico. Más adel…

    Responder
  • Alan Moore antes de «Watchmen»: http://bit.ly/xfVfC

    Responder
  • Esclarecedor texto, estimado Alberto. Llevo años tratando de leer Miracleman sin conseguirlo, ¿alguien por aquí sabe de un link donde pueda leerlo?
    Empezó a publicarse The Saga of the Swamp Thing en formato de pasta dura y en el volúmen uno no aparece todavía el trabajo de Moore, pero esperaré al siguiente.
    Saludos.

    Responder
  • Exquisito! Este texto me despertó el apetito por el trabajo de Allan Moore, un hombre con un talento tan deslumbrante que casi casi justifica su peculiar mamonería.

    Un abrazo, maestro

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  • Buenísima la nota, …aunque, en cierto grado, deje el sabor agridulce de saber que apenas viajando podría conseguir esos comics.

    Saludos!

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  • Hola, Abraham. Qué bueno que te interesó el texto. Por desgracia no sé de ningún enlace donde leer Miracleman… 😉

    Un abrazo, Pedro. Sobre don Alan, bueno, por suerte sólo nos toca leerlo, y al menos en su caso, al contrario de tantas personas de trato difícil, hay talento… 🙂

    Rafael, en calidad de mientras algunos de esos comics pueden conseguirse al menos en versiones digitales. No es lo mismo, pero…

    Gracias y saludos.

    Responder
  • Maestro:

    Muy pedagógico su ensayo. Me dejó pensando (Resultado que por sí mismo ya tiene su mérito). No soy una persona conocedora del cómic. Tal vez porque aunque me resulta interesante, el buen cómic es caro y difícil de conseguir. No tengo la paciencia ni la competitividad de los coleccionistas de este tipo de obras de arte para buscar en anaqueles legendarios uno de los mil ejemplares de alguna edición limitada destinada a convertirse en el obscuro objeto del deseo de un nutrido grupo de despilfarradores. Yo, como el promedio de las chavas de mi edad y gustos, no tengo más méritos en el mundo del cómic que saber diferenciar a Superman de Batman y pensar que un superhéroe con pantimedias tornasoladas como Robin, debe ser la pareja gay del vampirito encapuchado. Como virtudes adicionales puedo agregar que dicen que me parezco a la primera novia del Hombre Araña, sé que me enamoraría de Wolverine, que Marv es mi hombre ideal y que -como puede usted comprobarlo con el dibujo que acompaña cada uno de mis comentarios- prefiero ser la novia del Guasón, que una doncella en desgracia esperando a un socarrón con mallas y los calzones por fuera que venga a rescatarme. Fuera de eso, no sé más de cómics que lo que he visto en algunas películas basadas en ellos.

    La mayoría me gustan a secas. Puedo decir que Sin City, 300, Darknight, X Men, entre otras, me han parecido fantásticas y que, en la mayoría de los casos me han provocado interés por leer las historietas (interés que, desde luego, desaparece cuando para ello hay que ponerse a buscarlas). Dirá usted “Bueno ¿y ésta qué? ¿Creerá que éste es el diván de un loquero para venir a despepitar sus traumas con los cómics? No, distinguido maestro, más bien, aprovechando que obviamente es usted un versado especialista en estos temas, mi intención es afligirlo con unas pocas preguntas:

    Disfruté mucho la película “Los vigilantes”. Me pareció una historia formidable. Según su opinión, siendo usted alguien que ya leyó la versión impresa y yo alguien que no la leerá nunca ¿Es buena la película? ¿Respeta la historia original lo suficiente como para decir que honra al comic (novela gráfica, para no ofender a los comiqueros) en el cual está basada?

    Los personajes me parecen exquisitos. Rorschach sencillamente me sedujo (me casaría con él). ¿Les hace justicia la película a los personajes originales?

    Me gusta el cine y a veces siento que en el mundo de la literatura se hace poco trabajo para desarrollar esa veta de la disciplina literaria. Me parece que el cómic, por su contenido visual, es la forma de expresión que más acerca a la literatura con el mundo cinematográfico, sin embargo hacen falta creadores literarios que trabajen en función de contar historias para la pantalla. Creo que el secreto del buen cine no está tras las cámaras, sino bajo la pluma ¿Hay en México un buen taller de creación de guiones cinematográficos?

    Hijole, creo que ya son muchas preguntas…
    Oops!

    Responder
  • Beatriz S.
    16/03/2009 2:01 am

    Para aquellos interesados en conseguir cómics:

    http://www.totcomic.com/webapp/

    Esta es sólo una de tantas páginas, buscándole, sí se encuentran «fácilmente » y se pueden hacer pedidos en línea.

    http://www.sitesmexico.com/directorio/l/librerias-comics-mexico.htm

    Responder
  • Yo ya vi la película. Debo decir que tiene una gran fotografía… Pero como a todas las películas de DIck, a esta de Moore le quitaron mucho de la carga política que hace interesante al personaje Roscharch.

    Debo a mi lectura temprana de Watchmen, la lectura de lugares vastos y tenebrosos, en el área de los experimentos sociales y la conspiranoia…

    Sé que como a Dick, a Watchmen lograron quitar las referencias demasiado explícitas… Además, extrañamente cambian el final de un atentado terrorista usado para apoyar una política globalizadora. En lugar de una fuerza alienígen falsa se usa al Doctor Manhattan.

    Sirven para la misma función, pero como sabemos los que seguimos a las agencias de seguridad del mundo, no han sido pocas las situaciones en que se ha usado el mito extraterrestre para hacer operaciones o para sugerir un gobierno mundial.

    Basta pensar en la vasta cantidad de películas que buscan progamarnos con estas idea, Independence Day, para empezar… la guerra de los mundos, etcétera…

    De hecho, creo que es conocido el experimento de dar por radio noticias falsas para ver cómo reaccionaba la gente ante la idea de una invasión extraterrestre. Kissinger sugirió lo anterior con la finalidad de unir al mundo bajo el imperio anglosajón.

    A estas alturas, después de seguir atentamente a Obama, puedo estar seguro de es otro más de los farsantes. No va a cambiar nada. Está ahí para distraer por un poco más de tiempo.

    Dick y Moore son seres aborrecibles, sucios, llenos de ese aire hippie de San Diego tan falso… Pero lo cierto es que hay pocos autores que hayan sido tomados en serio por las agencias para imitar sus sueños.

    Actualmente, todos sabemos que las élites producen la realidad a través de la cultura pop, del entretenimientos audiovisual anglosajón y las soft drugs.

    Que la guerra de las drogas fue durante mucho tiempo falsa.

    Y que ahora, en México, tengo la información suficente para imaginar que la CIA está detrás de la desestabilización de nuestro país con la finalidad de ampliar la compenetración del bloque norteamericano con el pretexto de seguridad y crisis económicas, para utilizar a nuestra mano de obra como los nuevos esclavos del siglo veintiuno.

    Como verán, estoy loco…

    Ah, y me gustaban antes los comics, pero mi coleeción está olvidada en un cajón.

    Ahora me gusta más coleccionar libros del siglo xix de impresión mexicana.

    Saludos, Alberto.

    Qué padre artículo.

    Responder
  • Hola, Fernanda. Yo creo que, como con todo, de los comics tenemos todo el derecho de tomar lo que nos interese y de seguirlo hasta donde nos interese y nada más. Por si tienes ocasión, me dicen que van a estar vendiendo una traducción del Watchmen original en puestos de periódicos, así que en dado caso no sería difícil de conseguir. Sobre los cambios del libro al cine…, sigo sin ver la película, pero por lo que he leído (y Soma parece estar de acuerdo en este misma página) las ideas en el libro son más afiladas y los personajes más problemáticos (es decir, Rorschach es más Rorschach). Habrá que ver. Ah, y del taller de guión, no sé, pero trataré de averiguar.

    Gracias por los enlaces, Beatriz.

    Soma, muchas gracias por lo que escribiste. No me extraña demasiado que la versión de Snyder (que todavía no he visto, qué barbaridad) le quite filo crítico a la historia original (300, después de todo, era una versión más de «los puritanos virtuosos y guapísimos contra los malvados feos de piel oscura y costumbres disolutas»). Y la interpretación de por qué se habría suprimido lo del falso invasor me parece perfectamente plausible. En cuanto a Moore, Dick y las agencias…, creo (espero) que todavía nos quede espacio para pensar por nuestra cuenta. De veras que sí.

    Saludos a todos…

    Responder
  • Desde Kubrick no ha habido cine.

    Un saludo, Maestro.

    Aprovecho para cagarme en la nueva novela de Volpi y en los mamotretos de futbol de Villoro, que sólo vienen a dañar algunos cuentos rescatables, que, como sabemos, no pasan de ser tristes parodias de Bolaño y Fuentes.

    ¿Ya está en gandhi o en el fondo Los Esclavos?

    Responder
  • Soma, me gustó mucho lo que escribiste sobre The Watchmen, me ayudó mucho a entender los puntos débiles de la película. Es una pena que te cagues en las novelas de alguien, para eso hay bacinicas. En lo personal, prefiero no leer lo que no me gusta y cagar en los retretes, así la literatura en general no se llena de mierda. Desde Kubrick no ha habido cine, ahora nomás hay miércoles de dos por uno…

    Maestro, gracias por el tip, me encantará comprar mi primer cómic por instrucción de mi teacher. Cuando vea la película estaría chido que nos regale su opinión… digo… nomás por puro morbosa, porque imagino que coincidirá con la de Soma.

    Responder
  • jejeje…

    Perdón por el exabrupto, Mujer.

    Tenía que desquitarme con alguien.

    Acabo de tirar de la azotea un millar de cuartillas donde guardaba un cuidadoso catálogo de mis delusiones.

    La primera vez que leí la Historia de la Locura en la época clásica no pude dejar de ver caras montruosas en la oscuridad de mi apartamento de estudiante.

    La prosa de Volpi me produce asco. Y eso que me dieron el manuscrito antes de que llegaran a la imprenta.

    Espero me disculpen, Alberto, los lectores y las cantantes de ópera, pero es que acabo de leer a Onetti.

    Todo lo demás parece tan arrítmico y vanidoso.

    Un gustazo encontrar fanáticas de Kubrick, ¡son tan escasas!

    Responder
  • Ya que estamos en esto, dejo un link a una animación de watchmen…

    Ignoro su calidad.

    http://video.google.com/videosearch?q=watchen+comic&emb=0&aq=f&aq=f#q=watchmen&emb=0&dur=3

    Responder
  • Gracias por el enlace y los comentarios, Soma. Ah, por cierto, me dicen que la novela ya está en las librerías del Fondo pero no en Gandhi. De todas maneras, pronto aviso aquí de la presentación en el DF, donde también habrá ejemplares, seguro.

    Fernanda, prometo que pronto voy a ver la película. 🙂

    Responder
  • Pues tu novela será una de mis próximas adquisiciones, Alnerto.

    Saludos,

    Responder
  • Hola, Alberto, sólo para saludarte y para preguntarte cuándo llega el libro a Monterrey.
    Recibe un abrazo

    Responder
  • Soma, gracias. Ojalá te guste.

    ¡Julio, qué sorpresa…! Yo espero que llegue pronto. Ya debería estar al menos en librerías del FCE; la Gandhi se tarda un poco más… Cualquier cosa que sepa, avisaré. Un abrazo.

    Ah, por cierto, ya vi Watchmen.

    Responder
  • Felipe Huerta
    24/03/2009 11:32 pm

    ¿y que tal watchmen?¿la recomiendas?
    FHH

    Responder
  • Pues… No sé, Felipe. Es una película visualmente muy atractiva (en especial su primera mitad, y la secuencia de créditos es preciosa) pero creo que se queda en lo palomero. Peor, tiene agujeros en el argumento y se debilita mucho al final. No será al cine lo que el Watchmen original fue al cómic, eso seguro. En fin…

    Responder
  • Maestro ¿Está bien lo de maestro? Capaz que en una de estas me dice que ni que fuera López Dóriga ¡Guácala! Además, en la escuelita yo a los maestros siempre los hice ver su suerte… ¿Está mejor Alberto?

    Creo que su frase final responde fregonsísimamente mi pregunta. «Watchmen película no será al cine lo que Watchmen dibujo fue al cómic». En cualquier caso, sigo enamorada de Rorschach. A los dem´´as pueden hacerlos bolita y tirarlos a la basura, ja , ja, ja.

    (Ciertamente, la secuencia de créditos es de las mejores que he visto).

    Responder
  • Hola, Fernanda. Por cierto: sí, Alberto está mucho mejor. 🙂
    Por fin se me hizo ver la película… Lástima, porque se nota que fue hecha con afecto por la novela original. Debo decir que Jackie Earle Haley como Rorschach es de lo mejor que tiene, eso sí.
    Saludos…

    Responder
  • Saludos a todos, he llegado aquí por saber un poco de qué va la peli de watchmen que ayer vi y en lo personal me gustó, aunque no he leído el «comic», pero seguí leyendo los comentarios y me pareció muy interesante el no. 8 de Soma, es una realidad de lo que pocos se han dado cuenta.
    En fin, me podría seguir horas escribiendo e intercambiando puntos de vista pero da gusto encontrarse con gente que tiene los ojos un poco abiertos a la realidad.

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  • Hola, Jack. Si te asomas al cómic te espera una buena sorpresa incluso habiendo visto la película.

    Y sobre la realidad, bueno, creo que muchos tratamos y algunos andamos por acá.

    Saludos…

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  • andrea eduardina
    06/04/2009 3:21 pm

    los que quieran miracleman, busquénlo en amazon o en ebay, no hay pierde.
    pagan con paypal y les llega a donde quieran, se recomienda un p.o box o
    apartado postal para mayor seguridad, se tardará unas 2-3 semanas

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  • Gracias por el dato, Andrea… Gusto verte allá en el Virreyes, por cierto. 🙂

    Responder
  • Hola Alberto:
    Es indiscutible como las versiones filmicas de las novelas Moore se quedan cortas con respecto al original. Simplemente en Watchmen todos los personajes tienen una complejidad que dan miedo, sobre todo Dr. Manhattan y Rorschach, que cualquier cuestión visual no compensa todo el pequeño universo de detalles que contiene cada capitulo (y hasta entre capitulos Alan Moore se da el lujo de complementar su historia y sus personajes).

    No he tenido la suerte de leer Miracleman, pero si recomiendo ampliamente el trabajo de Moore, que Alberto ya menciono bastantes titulos, hasta un «How to write comics» que anda por ahi se disfruta bastante su lectura.

    Que estes bien Alberto, ojala pronto te des la vuelta por Torreón otra vez.

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  • Gracias, Iván. Eso espero yo también. 🙂 Entretanto, suerte.

    Responder
  • KE tal Alberto has escuchado sobre Paco Roca? dónde puedo conseguir ese tipo de comics?? en el DF…

    http://www.elpais.com/articulo/cultura/barrio/salir/elpepucul/20090409elpepicul_4/Tes

    Empece a leer comics.. novelas gráficas… etc desde tu clase en la EDDE saludos!

    Responder
  • Hola… No había escuchado sobre él pero me imagino que se pueden encargar algunos de sus libros en sitios como El Péndulo o Comicastle. Aunque tal vez la mejor opción sería pedirlos en línea a alguna tienda española… Se me hace que me pondré a buscar y si hallo algo, aviso.

    Suerte…

    Responder
  • Con las peliculas de Moore han ido de menos (de cero) a más. LHE es una mierda total, al igual que From Hell, pero V de Venganza y Watchmen resultan sobresalientes, aunque hayan perdido filo en lo político. La primera está impecablemente realizada, y la historia de amor, aunque un poco forzada, no deja de ser bella. Y la segunda perdió la hecatombe final, no por infilmable sino por impagable, siendo además que la producción requirió que entrara al quite Paramount, porque la Warner no quería gastar más en un cómic tan sombrío.
    Comprendo que Snyder haya preferido utilizar a Manhatthan en el climax para crear un desastre más sencillo de filmar y menos perturbador, aunque lo que sí no disculpo es que omitieran los detalles más derechosos de Rorschach. Como si los gringos fueran tan open mind.
    Ajá, y Dick Cheney es taaaan lindo…
    Eso sí, lo mejor de Watchmen es el uso de la música y la secuencia de créditos. Eso no viene en el cómic y es más que brillante toda esa revisión iconográfica.

    Gracias.

    P.D. Aún no veo Constantine, y aparte no he leído tampoco Hellblazer, pero ya les contaré, ya…

    Responder
  • Alberto, gente del mundo…

    Presumo una compra muy buena que hice.

    En Mixup, en el apartado de ofertas, encontré las cuatros horas del cómic narrado y utilizando las ilustraciones de la novela gráfca completa; para quienes no gustan tanto de leer comics, es algo excepcional… Y aparte el precio es algo irreal, noventa pesos por esta magna obra de Moore es una super oferta.

    Ah, y por cierto, si quieren ser políticamente correctos crean en la versión de Candás.

    Yo sé que estoy loco…

    Es como la extraña propaganda desde hace varios meses de la Vacuna para H1n1.

    Me extraña que le hecharan tantas ganas en EEUU para que la gente pensara que es muy natural la inyección.

    Algo raro hay cuando la máquina propagandística se hecha a andar.

    Alejandro Magno era macedonio. Su cultura era helenístia, sus maneras, sus ropas… ¿Por qué en la reinterpretación que hace el «hombre más listo del mundo» toda la simbología es egipcia?»

    Se sabe que hubo ilustraciones del Magno vestido como faraón en los frescos de la destruida Alexandría; de todos modos, parece exagerada la representación de símbolos egipcios sobre el SOL y la LUZ en Watchmen.

    Los Obeliscos, las pirámides, el templo de LUXOR (que bajo muchas discusiones etimológicas, se considera relacionado con el término LUX)…

    Los únicos fanáticos egiptólogos que conozco que se interesen en la política están entre los masones y otras sociedades secretas.

    Todo este aparato simbólico es tan extraño como la pirámide que está en el billete de un Dólar, y que es muy similar al triángulo dentro del círculo de la Corporación PYRAMID en Watchmen.

    (Hablando de Pirámides y Ojos, que alguien me diga a qué se debe esa misma obsesión en otra gran película -muy admirada por Alberto y por mi- que se llama Blade Runner, elementos que sabemos son de Scott, no de Dick)

    Desde hace mucho tiempo, que las élites aprendieron que la comunicación simbólica era lo mejor para tratar temas delicados que no incumben a lo ciudadanos.

    Por eso Mozart retrata a los masones en la flauta mágica, una excelente ópera. Y que deja mucho que pensar, acerca de que, precisamente, las mejores partes de la trama son las que canta el enemigo de los masones (interpretados como Neo-egipcios en las versiones más antiguas de la puesta en escena) la Reina de la Noche…

    La Reina de la noche, que si no me equivoco es básicamentela luna… Como se puede comprobar en las escenografías más primitivas y más sofisticadas para la obra, durante la aria más famosa de toda la ópera.

    Es muy similar al simbolismo de la vigen maría, que aparece siempre representada sobre el creciente de una luna o venus (no sé bien), lo cual nos confirma que todas las religiones judeo-cristianas y árabes son básicamente construccciones alegóricas sobre movimientos astrales, que nacen de la visión comológica babilónica del Zodiaco. Son mitos útiles basados en una temprana obsesión por la «música de la esferas».

    Pocos saben que las torres gemelas (construcciones que se repiten en todo el mundo) tienen que ver con los dos pilares del templo de salomón. Estos dos pilares, según la Biblia, no sostenían nada, y eran puramente decorativos. Incluso tienen nombres: Jacquim y Boaz.

    Por eso hay muchos dibulos masones con dos o tres pilares, dependiendo del mito, y significan cosas religiosas.

    Por eso la verdadera capital del mundo es Nueva York, de la logia Yorkina, en donde se da el verdadero el estado imperial, o el «Empire State».

    Por supuesto, todo es coincidencia, y yo sufro delusiones literarias.

    Responder
  • Les pido encarecidamente que no me hagan caso de ninguna manera. Yo no soy ni de chiste una autoridad, soy tan sólo un pobre imbécil que de vez en cuando ve películas y lee cómics pirateados de Internet, y que cuando está aburrido escribe comentarios que no deberían ser tomados en serio por nadie.
    La verdad, no me acuerdo de los detalles que cita Soma, los cuales han de ser ciertos, y si no lo son me da igual. A mí lo que me importaba era señalar que las dos películas que elogié se dejaban ver precisamente porque resultaban razonablemente fieles al material original, y que a pesar de estar seriamente descafeinadas no caían en las barrabasadas de los otros filmes, que sí están como para recomendárselos a los enemigos.
    De antemano afirmo que yo no soy ni seré ninguna autoridad en nada. No amerito a becas ni a premios porque ya se me quitó ese vicio y mi única aspiración en la vida es cobrar mis quincenas y que no me señalen con dedos flamígeros.
    Dicho lo anterior, quedamos todos tan amigos.

    Responder
  • Gracias por el aviso, Soma.

    Por otra parte, ni tú ni José necesitan defenderse de nada, creo.

    Saludos…

    Responder
  • No pensaba decir nada más. Literalmente, no pensaba escribir nada más en esta página ni en ninguna. Pero la verdad es que no me siento bien con todo esto y tengo que expresarlo.
    Primero, lamento haber escrito el último mensaje. No lamento lo expresado, sino la manera. Ya bastante desagradable es el entorno y nuestras circunstancias personales, nacionales, intelectuales o las que sean para que encima uno (yo o el o la que sea) se azote tan jaladamente en estos espacios y dé la nota discordante. Nuevamente, lo siento.
    Ahora, yo tampoco siento que me tenga que defender de nada, pero a veces resulta lo contrario. Lo escrito por Soma me molestó mucho no porque la idea fuera ofensiva contra mí, porque fuera un problema personal o porque el comentario fuera tomado a la ligera, sino porque se me cita como «políticamente correcto», lo que se traduce como «ligero» o «sumplista», o «blando» o sabrá dios qué más, cuando lo único que comentaba es que las dos adeptaciones perdieron filo, pero que habían mantenido un grado considerable de apego y habían ganado cercanía con un público que no hubieran tenido en su versión original. Nada más.
    Pero el punto no es que alguien crea algo sobre mí leyendo mis comentarios, o que Soma aproveche lo que escribo para aventarse un rollo que no deja de interesante. Lo que me molesta es que la gente que más o menos se dedica o está aficionada a las cosas relacionadas con el arte (o sea, los cuatro gatos medio ilustrados que a diferencia de la inmensa mayoría de nuestros compratriotas, podemos leer y razonar algo sin salir corriendo a embrutecernos), como lo somos los que leemos y participamos en esta página, a la menor provocación tenga que demostrar su erudicción, incluso a costa de la aparente superficialidad de un comentario, de una opinión personal o de cualquier alusión a creencias, querencias o rechazos personales.
    Y a ello, lo que puse sobre lo que soy, lo defiendo, porque es la verdad: soy un pobre imbécil (o podre diablo o un pobre lo que quieran, para el caso da igual…) porque por más que lea, o entienda, o malentienda, no paso de ser tan sólo un tipo más o menos informado sobre varias cosas, pero nada más. En relación con lo anterior, detesto profundamente que me utilicen como un medio rápido para lucimiento personal. Ya habláré ampliamente sobre el tema en el apartado sobre los intelectuales, pero si quiero cerrar con algo más: no tengo nada contra Soma, ni contra nadie, pero sí me disgusta estar a la defensiva por lo que sea. Ya bastante complicada es la vida como para que éste, que es un espacio dedicado al gusto personal por la literatura y demás cosas, se vuelva imposible porque andamos jugando a ver quién se luce más. Por favor, relajémonos. Aquí no dan puntos extra ni nos ponen diez por responder primero. Gracias.

    Responder
  • ¿Alguien se anima a opinar sobre estos puntos de Soma y José? Creo que haría falta (y sigo pensando que los dos están a la defensiva cuando no hay necesidad: todos los puntos de vista pueden contener algo valioso, y creo que nadie se ha metido con nadie).

    Saludos a todos.

    Responder
  • Tengo la maldición del Dedo y la Llaga…

    Soy conspiranoico, no me tomen en serio.

    Perdón por «lucirme»

    Responder
  • Vi esto hace poco y recordé que ya había expuesto aquí mis teorías conspiranoícas.

    http://www.youtube.com/watch?v=ahjPQjQGdbU

    Es un trailer para una nueva producción de una serie televisiva sobre una invasión extraterreste.

    A la cual se suma no sólo la unión del mundo, sino la reducción poblacional.

    Además, de que se puede ver que está llena de mensajes subliminales….

    Referencias en el trailer al CHANGE, HOPE y sobretodo al A DAWN OF A NEW DAY (veáse logo de Obama) lo hacen aún más sospechoso.

    No están anunciando de que se trata todo esto.

    Si alguien tiene duda:

    http://www.barack-obama-now.com/pix-2008/designforobama-sflewie.jpg

    Un ejemplo más de programación:

    http://www.youtube.com/watch?v=CAzgjXrwpso&feature=fvw

    Y una explicación un poco loca:

    http://www.youtube.com/watch?v=9LfSfczyhUk

    A ver qué piensan de esto

    http://www.easypedia.gr/el/images/shared/7/73/State_Coat_of_Arms_of_the_USSR_(1958-1991_version)_transparent_background.png

    Responder
  • Responder
  • Estos enlaces que has dejado están rarísimos, Soma… Me asomaré a ellos (a los videos, en especial) con calma. Mientras, saludos.

    Responder
  • Saludos, Alberto.

    Me encantan los simbolismos, las alegorías y lo oculto.

    Por ejemplo, recuerdo que una de estas conversaciones virtuales me contabas sobre tu afición a la película Blade Runner.

    ¿Nunca has notado que la película está llena de Ojos, Pirámides y símbolos solares?

    Obvio, primero es la apertura, donde sale un ojo navegando el cielo que se posa sobre una pirámide a la que le falta la piedra capital. (Piensa en el sello detrás del dólar).

    Si se duda que el edificio de Tyrell sea una pirámide, sólo hay que ver toda la simbología egipcia en la recámara de Tyrell, llena de obeliscos, esfinges, halcones y búhos, temas recurrentes egipcios.

    Segundo, hay enfoques de ojos repetidamente en las pruebas sicológicas Voidt-Kampf (creo que así se llaman).

    Pero, sobretodo, ¿recuerdas donde van los replicantes primero? Van a un lugar donde se manufacturan ojos, y en la entrada de la tienda hay un curioso símbolo ocular.

    Los anuncios flotantes enfocan ojos también…

    En toda la película se repiten estos motivos. ¿A qué se debe esta obsesión ocular?

    Todo eso son motivos de Scott, no de Dick.

    Yo, incluso he llegado a pensar, viendo las películas de Scott, que el no hizo la película de Blade Runner: es demasiado buena para él.

    De Moore saltamos a Dick.

    Responder
  • (Un paréntesis)

    Y de Dick regreso a Obama el farsante:

    http://www.youtube.com/watch?v=y2tTCzD-NYo&feature=related

    http://jordanmaxwell.info/J1.jpg

    Alberto Chimal ya ha publicado aquí algo sobre Alesiter Crowley, fundador de la Orden Hermética del Amanecer Dorado… Creo que no necesito más explicación.

    Hay que jalar los hilos hasta reventarlos.

    Para terminar, la portada de un comic, para no salirnos de los simbolismos traídos a las tiras cómicas.

    http://dyn3.media.forbiddenplanet.com/products/16818020.jpg.size-300_square-true.jpg

    ¿De qué se trata ese comic? De una fuerza alienigena encubierta, conquistando al mundo…

    http://img1.fantasticfiction.co.uk/images/n50/n253746.jpg

    Responder
  • Un día tendremos que mandarle esta conversación a Alan Moore; ¿recuerdas From Hell? 🙂

    Responder
  • Ohhh sí… Tienes razón, Alberto, esta conversación paranoica va mucho con el tenor de esa película/comic.

    De hecho, yo me suscribo a esas teorías sobre el asesino.

    Alguna vez te oí conversando sobre asesinos seriales y me convertí en fanático cañón a partir de tu exposición.

    Recuerdo con agrado un ensayo de Cortázar sobre ese desquiciado poeta Jack el Destripador.

    Se debería hacer algo parecido con los mexicanos, son interesantes.

    A propósito, Alberto. ¿No ibas a participar en la reedición del Libro Rojo?

    Compré el nuevo Libro Rojo y no te encontré, te esperaba en esa páginas.

    🙂

    Responder
  • Alberto!

    Mira la siguiente noticia, y dime que no sientes Twilight Zone, después de todo lo que he dicho en este post.

    http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/02/18/AR2010021805888.html

    Responder
  • Si hubiera sido «Golden Dawn», Soma… Brrrr. 🙂
    Ah, por cierto, me toca salir en el siguiente tomo del Libro Rojo. Y te debo un mensaje. Pronto. Saludos…

    Responder

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