Taller literario

Taller literario: «mi psiquismo»

Borges y Bioy, en el chisme

En el Borges de Adolfo Bioy Casares, entre las innumerables víctimas del vitriolo de los dos amigos escritores, aparecen varios personajes tan memorables que no parecen reales. Tal vez el más notable es la señora Beatriz Bibiloni Webster de Bullrich, perteneciente a la mejor sociedad de Buenos Aires en los años cincuenta y protagonista de muchos episodios ridículos que Borges cuenta, entre risas, a Bioy. Pocas palabras la definen:

La señora Bibiloni de Bullrich explicó a Borges: «Así como a usted le interesa conocer poetas y escritores, a mí me interesa conocer gente rica».

Y la siguiente anécdota da para un pequeño ejercicio:

Otra vez, la señora jugaba al bridge con unas cuantas personas en una casa frente a la plaza Vicente López. Como se enteraron de que en la plaza había fuegos artificiales, salieron a verlos. La señora Bibiloni explica: «de pronto vimos una bola de fuego que avanzaba sobre nosotros. Yo, con mi psiquismo, comprendí que no me pasaría nada. Después tuve que ir a la farmacia, porque salí con las piernas llenas de quemaduras».
BORGES: «Es invulnerable a la realidad. El cuento es perfecto: se ve una persona cegada por la vanidad. En la misma frase se elogia por el psiquismo que le permitió intuir que no le pasaría nada y reconoce que se quemó».

Para aprovechar la recomendación de Borges (como se pueden aprovechar muchas otras: el libro es un depósito riquísimo de reflexiones y juegos literarios), se puede inventar la historia completa de un personaje semejante a la señora de Bullrich, o bien –más difícil y meritorio– un solo parlamento suyo que, como el del psiquismo, permita ver su pensamiento: su ceguera y su vanidad.
(Inútil, por supuesto, toda disculpa a los descendientes de la pobre señora: pero todos en el libro de Bioy, incluyendo al autor y a su gran amigo, son igualmente mostrados en su plena humanidad.)

11 comentarios. Dejar nuevo

  • 1.- Siempre he sido un caballero, además de generoso y valiente; así que cuando di vuelta en esa esquina y vi que esos tres maleantes estaban a punto de asaltarla, supe que no podía ser testigo de su tragedia sin ayudarla; así que me di media vuelta y regrese por donde venía cubierto en mi bendita ignorancia.

    2.- Se me hizo cruel matarlo, así que simplemente la dejé ahí para que muriera por si mismo.

    Un saludo para todos…

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  • – No, esos no. Los más rojos. Busque por abajo. ¿Cómo me va a dar esos tomates verdes?. Déjelos para los demás. Y cámbieme la planta de lechuga que está un poco feita. Eso, y los zapallitos. Tenga. Monedas no uso. Se las debo, o es lo mismo. Si son monedas. Por qué no me hace un favor y me da una bolsita más. Dos mejor. A ver, no. En la cartera Gucci no me entra. ¿Me manda al chico?. ¿Pero cómo le voy a dar propina si son tres cuadras?. No está bien, lo llevo. Deje que Martita, mi criada, lo lleva por mi. Martita vaya adelantándose, ni bien llegue a la esquina la sigo. Espere a que llegue que llevo las llaves. Casi me rompen la cartera con esas bolsas pesadas.

    ——

    Soy Argentino, claro. Diálogos similares al de Borges se pueden encontrar frecuentemente en las zonas de clase alta. Bullrich es un apellido de clase alta.

    Es la mezcla de una idiotez invencible con una cultura superficial.

    Para ser Argentino uno debe contradecirse pero con autoridad.

    Claro, hay matices, no somos todos Bullrich.

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  • hahahaha como en qué paginas anda esa parte? «invulnerable a la realidad» haha Espero que lo tengan en la biblioteca por que está groserametne caro; no todo los groupies de Borges somo ricos.

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  • Vean el indice temático del libro en http://www.borgesdebioycasares.com.ar. Tiene una entrada espeecial para la Bibiloni.

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  • Hola a todos y gracias por los textos…

    Hernán, lo de la autoridad en la contradicción es un excelente aforismo. Y por supuesto estoy de acuerdo contigo: Bullrich es una anomalía risible (terrible).

    Fernando, la página es la 62.

    Emilio, gracias por la referencia… Espero llegar pronto a la parte donde la señora «conversa con la virgen»…

    Muchos saludos.

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  • Bioy no sabría supongo que esa señora fue aquella a la que Borges le dedicara los dos poemas de amor que escribió en ingles y que están publicados en su obra poética. Tampoco aclara (asumo que de buena fe) que esa señora había tenido un derrame cerebral que la dieron por muerta un par de años antes de esos comentarios y un cáncer mutilador. Antes era amiga de Borges por que compartían el placer por la lectura y el ingles, primer idioma de Bibiloni por que su madre no hablaba español. Ademas Bibiloni no es un apellido de la oligarquía. La calle escolta de la UBA lleva su nombre por que su padre dedico su vida al derecho. Termino el anteproyecto del 26 en una silla de ruedas con sus piernas amputadas. En honor a esa vida le pusieron su nombre a la calle. Abuela si fue una de las mujeres mas lindas y exóticas de su época. Hasta el derrame no hacia esos comentarios. Después lamentablemente le costaba hilar una frase y se quedó casi toda su vida en su casa. Solo veía a Borges los miércoles cuando venia a almorzar a casa. Fueron muy amigos antes pero en los años de esos comentarios que tienen un poco de mala fe de Bioy era mas amigo de la familia por qué abuela ya estaba enferma. Gracias. Su único nieto. Bony bullrich.

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    • Hola, señor Bullrich. Yo no sabía nada de lo que usted me dice (y busqué en internet más datos sobre su abuela, sin éxito, cuando apareció el texto). Incorporaré lo que me cuenta en la nota. Saludos cordiales.

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  • Alberto: Salió un artículo en el diario La Nación cultura donde me da la razón respecto de los dichos de Bioy. Lo puede buscar por mi nombre más Beatriz Bibiloni. Se llama Bioy Casares alcanzado por una venganza artística. Por supuesto que no es nada personal. Solo en defensa de la obra poética de Borges ya que a Beatriz Bibiloni le dedica los poemas Ingleses y Bioy no aclara que luego tuvo un derrame cerebral. Solo menciona que en 1958 no reconocía más a nadie. Pero en 1952 dice que balbuceaba vaga y babosamente con gran debilidad y no dice porque. Que era invulnerable a la realidad y hasta cuenta que remedios toma. Es decir crea un personaje de novela, basado en hechos reales pero sacados de contexto como ardid literario. Muchas gracias. Saludos cordiales.

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  • Daniel Pauni
    17/08/2020 5:09 pm

    gracias por los aportes sucesivos que iluminan la obra de Borges y ese proceso misterioso que convierte el esplendor transitorio de BBW en una permaente fuente de poesía. La realidad cruda no alcanza con sus dolorosos detalles (el ACV que seguramente no se llamaba así, los comentarios de dos amigos en la intimidad que jamás debian trascender pero por suerte, nos llegaron) a las alturas de los versos que siguen quemando al joven Borges. Gracias al nieto que nos permite entrever a esa abuela que deslumbró a toda una época

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  • Salió otro artículo en el
    ABC de España: “La musa secreta de Borges” de Beatriz Martín Rodrigo. Sobre Beatriz Bibiloni.

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