Cuaderno

Thomas M. Disch (1940-2008)

El 4 de julio se suicidó Thomas M. Disch, uno de los más interesantes escritores estadounidenses. Fue narrador, poeta y crítico literario y tiene la distinción de haber sido favorito tanto de Stephen King como de Harold Bloom (en cuyo Canon occidental figura En alas de la canción, una de sus mejores novelas). En sus últimos años, según declaraba, sus editores le habían rechazado numerosos proyectos y su situación se volvía cada vez más precaria, lo que agravaba una depresión que padecía desde la muerte de su pareja de treinta años, el poeta Charles Naylor, en 2004.

Al parecer era demasiado brillante, demasiado polémico, demasiado acerbo para ser acogido sin reservas en un medio como el que había elegido…, y tal vez sus elecciones lo perjudicaron: en los años sesenta, Disch emigró de su natal Iowa a Nueva York y, para no competir con los escritores de literatura «general» que se disputaban las revistas «serias» en la ciudad, optó por unirse al movimiento de la «Nueva ola», que intentó revitalizar la ciencia ficción anglosajona en los años sesenta y demostrar que podía ser una literatura adulta y seria; los resultados los conocemos. A la vez, aunque «salió del closet» desde 1968, siempre negó ser un autor de literatura gay y apenas se refirió a la cuestión en su trabajo. De esta manera se volvió blanco de dos clases distintas de prejuicios.

En cualquier caso, sus novelas son grandes en el subgénero en el que fueron publicadas y también fuera de él. Campo de concentración (1968), 334 (1972), En alas de la canción (1979) y El ejecutivo (1984), por mencionar cuatro de las más importantes, son trabajos de excelente hechura, de excelente oficio literario, y además repletos de personajes entrañables, en los que nunca se disfraza el dolor ni la tristeza de la condición humana. Su lectura no es para quienes buscan escapismo, entretenimiento inocuo y sin consecuencias. Recordando algo que escribí hace poco, deseo sinceramente que su destino no sea el olvido, que también está reservado, a veces, a lo demasiado extraño (lo dijo el mismísimo Samuel Johnson: «nada extraño perdura»…, aunque lo dijo, claro, de Tristram Shandy).

Apenas puede encontrarse nada de su trabajo en la red (y ni hablar de traducciones); mientras veo si esto puede remediarse, dejo un enlace a «Understanding Human Behaviour» («Para entender el comportamiento humano»), un cuento suyo, muy celebrado, de 1981.

4 comentarios. Dejar nuevo

  • No lo conocía pero suena muy bien, y las recomendaciones literarias que has hecho y que he leído me han gustado mucho.

    Responder
  • Gracias… Disch es realmente un gran escritor. A lo mejor algunos de los libros se pueden encontrar en los saldos de librerías grandes; así conseguí En alas de la canción.

    Un abrazo.

    Responder
  • Gaiman puso el link a uno de sus cuentos «Descending». Acá para el que lea en inglés:
    http://www.scifi.com/scifiction/classics/classics_archive/disch/disch1.html

    Responder
  • Una pérdida lamentable, considerando quién fue Thomas Disch, como persona y escritor, y las circusntancias que lo llevaron a decidir terminar con su vida. Y sí, parece haber sido ninguneado siempre, no obstante la calidad de su obra. Qué bien, Alberto, que hayas considerado esta noticia y este breve recordatorio de su persona. Coincido con algunos otros lectores de la red, que al comentar su muerte consideran que uno de los mejores homenajes que se le puede hacer es recuperar y leer su obra. De hecho, prácticamente toda se encuentra colgada en la red, de donde se puede descargar gratis (p.e. en la maravillosa página de Sadrac están disponibles 334, Campo de concentración, Los genocidas y Doctor en Medicina; El ejecutivo lo pueden descargar de Libros Taurus, donde también hay algunos cuentos suyos. En Gandhi, me parece que circulan algunos ejemplares de la última obra suya traducida al español, El Cura, que sin ser una de sus mejores obras, es una buena muestra de su calidad literaria). Y sí, En alas de la canción creo que debe figurar como una de las majores novelas no sólo de la cf, sino de la literatura en general.

    Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Entrada anterior
Sobre el compromiso
Entrada siguiente
Oskar y compañía