Concurso

Concurso #71 y Concurso #72 (doble especial de aniversario)

Para celebrar su aniversario número siete, esta bitácora convoca a un concurso doble, con premios especiales: los ganadores de una y otra versión del concurso recibirán un paquete de libros que incluye novedades, rarezas y más. Cualquier persona interesada puede participar en cualquiera de los dos concursos, o en ambos, con tantos textos como desee. He aquí las explicaciones e instrucciones:

CONCURSO 71
Éste se llevará a cabo del modo habitual, a partir de la siguiente foto:

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Concurso 71 (clic para ampliar)

Las instrucciones:
1) Suponer que esta imagen representa un instante de una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están presentes, qué hacen. No se trata de explicar la imagen, ni de escribirle un pie de foto, sino de tomarla como punto de partida para imaginar una historia propia.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.

La fecha límite para proponer textos es el 29 de octubre.

* * *

CONCURSO 72
Éste, en cambio, se llevará a cabo exclusivamente el día 31 de octubre, de las 0:00 horas a las 23:59, hora del centro de México, por medio de Twitter (es decir, para participar es necesario tener una cuenta de este servicio gratuito).

En este caso se partirá de esta otra foto:

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Concurso 72 (clic para ampliar)

Las instrucciones empiezan igual que siempre:
1) Suponer que esta imagen representa un instante de una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están presentes, qué hacen. No se trata de explicar la imagen, ni de escribirle un pie de foto, sino de tomarla como punto de partida para imaginar una historia propia.

…pero difieren en esto:
3) La historia debe escribirse en Twitter y, para que se reconozca, marcarse con la etiqueta (hashtag) #LH72. Esto significa que no podrá tener más de 134 caracteres de extensión, considerando la restricción de longitud de las notas de Twitter.

El día 31, las historias que se etiqueten así podrán irse leyendo desde este enlace.

Los textos ganadores serán seleccionados considerando la opinión de quienes decidan opinar.

Quedan invitados. Y, como siempre, muchas gracias a todos los lectores que se asoman (y que hasta vuelven) a esta bitácora.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

75 comentarios. Dejar nuevo

  • Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Para celebrar su aniversario número siete, esta bitácora convoca a un concurso doble, con premios especiales: los ganadores de una y otra versión del concurso recibirán un paquete de libros que incluye novedades, rarezas ……

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  • Fabián G. G.
    06/10/2011 9:37 am

    Dos dudas entrecruzando la puerta; una con ventaja a ver lo poco observable, la otra, con un misterio perpetuo, como su vecina.

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  • [rutina] mirar atrás resultaba inútil… desde el mostrador no podía ver más que el estrecho pasillo y las cortinas de los cuartos cinco y seis.

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  • Alberto Calderón P.
    06/10/2011 11:30 am

    Solo 5 segundos después de la tercera llamada abrió la cortina, la oscuridad anunciaba el inicio del espectáculo, atrás las telas blondas dejaban escurrir un halo de luz al interior, no tuvo tiempo de cerrarlas el acto de su vida había terminado.

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  • Alexis Pulido
    06/10/2011 3:19 pm

    La visión de aquel enigmático pasillo le hizo permanecer en silencio, contemplando la humildad de las cortinas y la continuidad numérica que se posaba sobre ellas, olvidandose por completo de la proyección a la que se dirigía…

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  • Caminando en lugar de paso vió, al lado de su puerta «Cornizas para voyeristas, el desfile al finito orgasmo» y encontró entonces nuestra diverción para los martes aburridos.

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  • él la seguía y, al doblar la esquina del pasillo otro más. Al fondo los números mostraban los camerinos y el escondite de ella.

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  • Libia estaba aterrada. Tenía ya 12 años esperando el día en que por fin se hiciera efectiva la pena de muerte a la que estaba sentenciada por el asesinato de sus hijos. El pasillo no era frío como en las películas, pero el sentimiento era más atroz que el que podían expresar los actores en las mismas. Para gracia suya y desgracia del carcelero, apenas vio las dos puertas cuando su corazón se detuvo.

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  • Hijo de SemiDiosa y SemiHombre
    07/10/2011 4:04 pm

    Una Sala de cine a otra Sala, del mismo cine, en su primera vez.

    – Y ….y como es??, que se siente??, feo…. o bonito.
    – No te preocupes, no te pongas nerviosa y solo siente, ya tu verás si te agrada o no, si te digo algo, te predispones, para bien o para mal, es mejor que lo descubras por ti misma, solo ten los sentidos abiertos, siente, escucha, ve…solo déjate llevar por el momento y ya…
    – Si… creo que entiendo lo que me dices… pero…así, a grandes rasgos…digamos el procedimiento, el protocolo, o como se dice….
    – Bueno… mmhh, a ver… primero entra una persona con un aparatito para colectar todo lo que no debe de estar en tu piso, ellos le dicen la basura, esa es la parte que a mi mas me gusta, sentir esas diminutas caricias mmmmhhhhh, que rico, en ocasiones esas multiminicaricias son muy rápidas y aaayyy manita ni te digo más porque hasta se me enchinan las paredes,….
    – Dijiste que no me ibas a decir lo que se siente…
    – Ya, ya, esta bien, esta bien, déjame tomar aire que ya me acalore, bueno pues, después se sale y pasado un tiempo se encienden las luces en tu interior, aquí es donde viene lo que no me gus…perdón, perdón, empiezas a escuchar un murmullo que empieza a crecer muy rápidamente y apenas te das cuenta, se te meten en forma instantánea varias personas a la vez, casi siempre así sucede, hubo un tiempo que se pusieron de moda las películas a domicilio y hasta extrañabas a las moscas…en fin… viene el motivo por el cual trabajamos aquí, se apagan las luces en tu interior y empieza la película y del tipo de película que proyecten en tu parte frontal, depende de cómo te la pases las siguientes dos horas, a mi me gust….. o bueno ya!….solo quiero agregar que pase lo que pase o lo que es lo mismo, pasen la que pasen, yo aquí estoy a tu lado para lo que se te ofrezca, a ti te toco el numero 6, solo cuídate de la 1 y de la 2 dicen que antes eran un tugurio de mala muerte….ah y también de la 7, es muy amiga de ellas….

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  • Anayansi Saucedo
    07/10/2011 4:05 pm

    Entró corriendo por la puerta número seis, creyó que de ese modo regresaría en el tiempo.
    Lo que padeció dentro fueron horrores que ni en sus peores pesadillas había imaginado.
    Salió temblando por la puerta contigua. Nada había cambiado.

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  • Gustavo Casas
    07/10/2011 8:57 pm

    (NUDO) Visité todos los rincones de esta ciudad, que ya ha de parecerte siniestra. Dejo para ti el mensaje que me hubiera gustado hallar en este punto: «Imaginar que al final del pasillo alguien te espera, quizá insinuando que ansiaba tu llegada o que habrías de tomarle por sorpresa, no será suficiente, querido viajero. Yo ya he salido del teatro, te corresponde concluir la función».

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  • Roxana Xamán
    08/10/2011 8:08 pm

    Me torturaron porque mi pareja debía dinero a los chinos. Fue en la sala #5 de un antiguo cine. Alrededor de veinte personas esperábamos turno en la habitación. Los vapores pululantes del ambiente, mezcla de jengibre, soya y sangre, nos obligaron a mantener la cabeza a ras del suelo. De entre nosotros brotaban alaridos. La falta de muros internos permitía ver con claridad el sufrimiento del otro. Dos ancianas de pelo negro lacio, en qipao, me dieron a escoger ¿En el ojo o en la vagina? Señalé el ojo porque necesito sentir. La más vieja encajó un alambre en el centro de la córnea. Me preparé con dolor imaginario tan fuerte que el real fue imperceptible. Salí de ahí con el metal colgando, el cual mi cuerpo expulsó pasados unos minutos, quedando en su lugar una burbuja, marca de vergüenza. Salí por un pasillo con alfombra roja alrededor de las 6p.m. Afuera, en la calle, la gente me juzgaba.

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  • David Rubio Esquivel
    09/10/2011 4:44 am

    EL NÚMERO.
    Al despertar, lo primero que vio el crítico de cine fue el reloj que, en su pantalla de cristal líquido anunciaba las cinco de la mañana con seis minutos (05:06).
    Aquel día cumplía cincuenta y seis años (56).
    Desayunó un plato de cereal con leche. A pesar de que él no se había percatado, estaba consumiendo justamente cincuenta y seis hojuelas de trigo y arroz y quinientos sesenta mililitros de leche.
    Todo en su día se trato del mismo número: 56.
    Por la tarde, fue a ver una película que le habían recomendado sus conocidos. El nombre no es importante, imagínenselo ustedes coincidiendo con el mismo número.
    La película era en la sala 5. Pasó por enfrente de la sala 5 y 6 y se quedó en medio de ellas, incapacitado por quién sabe que a entrar a su sala correspondiente.
    Cayó al suelo.
    Un latido, dos latidos, tres latidos…cincuenta y seis latidos inconsciente en el suelo y al tratar de dar el latido cincuenta y siete, su corazón se apagó para siempre.
    Cincuenta y seis personas viéndolo morir y, finalmente, viéndolo muerto.
    Al llegar al cielo, el crítico de cine pregunto que habitación le tocaba ocupar.
    Ni siquiera tengo ya que decirles cual.

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  • Salvador Ficticiano.
    09/10/2011 5:02 am

    Un día alejándome de ella y al siguiente, pensando que la necesito.
    ¿Cómo es que tratar de encontrar respuestas a la vida se transformó en un vicio sabiendo que, detrás de aquellas puertas podría encontrarse una boa constrictor o un felino hambriento?
    Hoy me toca inspeccionar las puertas cinco y seis. Detrás de una está la respuesta al dolor, detrás de la otra hay un tigre esperando alimento.
    Creo que no hay mucha diferencia, cualquiera de las dos puertas me conducirá a una respuesta al dolor.
    Elijo la cinco.
    El mundo se apaga y la paz sobreviene.

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  • Wendigo Irukandji
    10/10/2011 11:02 am

    ¡Me carga…! Otra vez la «5».
    ¿Qué en este putero no habrá nunca variedad?

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  • Nunca imagine que las salas de privado de este table dance fueran tan pulcras y organizadas. ¿Cual me toco? !A si! la seis.

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  • Una vez que llegué a los vestidores, no comprendía por qué me habían dado dos llaves. Cuando acabé de vestirme para ir a la alberca y a los toboganes, decidí abrir el misterioso vestidor número seis. Ya nunca bajé a la alberca. Me he quedado desde hace muchos días aquí adentro. No conozco este lugar, hay mucha gente amable y risueña. El tiempo es ahora algo que no me importa. Lo único que quiero es seguir tomando este té tan delicioso que prepara la señora cubana del lugar y que me hace tener muchas amistades…

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  • Raúl Picazo
    10/10/2011 12:37 pm

    Me quedé a mitad del pasillo mirando con indecisión la entrada 5 y 6 del Teatro Múgica.
    Dos pinches cortinas rojas.
    Quizá estaba detrás de la puerta 5 esperando.
    Le gustaba hacerlo en la alfombra roja, con ese olor a viejo.
    Me quedé en silencio esperando percibir un ruido.
    Estaba paralizado, dedo aceptar que tuve miedo. ¡Puta madre! ¿Dónde chingados se ha metido?
    El silencio me envolvió.
    Cuando me decidí avanzar y traspasar la puerta 5, por la cual atisbé un pequeño movimiento, escuché emerger del fondo de alguna de las puertas un: ¡por aquí! ¡Sígueme!
    Aun sin tener certeza de donde provenía la voz de Samanta, di la media vuelta y salí.

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  • Como en todos los cuentos árabes, el guardián advirtió: al pasar una de estas puertas encontrarás la muerte; si escoges la otra, dentro de unos días, volverás a este punto.

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  • Errare humanum est

    Abrió sigiloso la puerta. Se deslizó disimulado entre las sobras del cortinaje. Observó a la mujer engalanándose frente al espejo. La miró fijamente, sus ojos colisionaron. El chasquido del percutor arañó el silencio. Quedó tendida en el suelo, naufragando en un charco de sangre. Parsimonioso desmontó el silenciador y abandonó la estancia. Caminando hacia la salida, un pensamiento obturó su mente. Giró sobre sus pasos, el número cinco brillando encima de la puerta. Suerte que quedaba una bala en la recámara. Montó de nuevo el silenciador y abrió sigiloso la puerta número seis. Antes de disparar miró apresurado el reloj, llegaba tarde al próximo servicio.

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  • A. U. Tor
    14/10/2011 4:17 pm

    Dualismo Sádico.

    Acostumbraba a entrar algunas veces por atrás, como los franceses, hasta que supe que eso la humillaba demasiado. A partir de entonces entro por atrás exclusivamente.

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  • Laura Alejandra Moncayo Díaz de León
    14/10/2011 10:51 pm

    El científico se encontraba frente a ellas, una mostraba duda y la otra indecisión. Debería elegir el antecesor o el sucesor, el número par o el non. Siempre es la misma perturbación, basado en el axioma de la vida,no se da cuenta de la simplicidad de las cosas como cruzar cualquiera de las dos.

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  • El hijo desobediente
    16/10/2011 12:55 am

    Magenta y Topacio, mis únicos dos mejores amigos, desde siempre, mis únicos dos primeros amores, pero había llegado el momento, no hay plazo que no se cumpla, las manecillas del reloj tomaron firmemente la estafeta de manos del calendario, Magenta le caía mal a mamá, escandalosa, dominante y buena cocinera, como mamá, Topacio era tímido, o más bien reservado, temeroso de equivocarse pero no inseguro. A ella le gustaba el cine de terror, a él, el de ciencia ficción, ese día, sería como lo había planeado, después de librerías, galerías, museos y una buena comida, a uno de los dos le declararía mi amor durante la función de cine, en la sala 5 pasan «La Isla» y en la sala 6, «Allien, el octavo pasajero», aún tengo mis dudas pero como dicen «si dudas, no hay duda»……

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  • Milton Rodríguez
    17/10/2011 12:13 pm

    La «Y» aparece cada noche
    al cerrar los ojos
    en el norte o en el sur
    como dulces
    como fruta

    A veces morder la fruta
    es como al inicio,
    malo,
    Pero está noche se recupera el paraíso
    estoy seguro,
    pues está en el norte,
    muy al norte,
    el teatro al norte,
    y esta vez es claro,
    dos agujeros negros para entrar a la sala lacustre llena de calma;
    numerados: 5 y 6.
    Sin embargo,
    despierto despierto en otra «Y»
    como en cada «Y» por resolver.
    Me pregunto si algún día llegaremos ambos
    yo del 5
    yo del 6
    y recorrer el árbol de la ramas a la raíz esta vez

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  • Dulces recuerdos.
    El lugar apestaba a humedad, sudor y semen, olores divinos que en la actualidad me provocan un cosquilleo que comienza en el pubis y se extiende por todo mi cuerpo llenándome como el aire llena un globo hasta hacerlo reventar.

    Escondida tras las cortinas observaba el espectáculo de mamá. Era la mejor, se movía por el pasillo como un felino en celo y ofrecía su mercancía. La caja de cigarros y dulces que llevaba era un pretexto para conseguir a los verdaderos clientes, esos hombres desesperados que salían del cine a media película buscando la satisfacción que la pantalla no les ofrecía.

    Mamá iba con la presa y juntos recorrían el largo pasillo, yo esperaba entre las cortinas, contaba hasta cien y salía del escondite para realizar mi trabajo. Antes de tomar el pantalón del pobre pendejo (así los llamaba mi mamá “pobre pendejo”, el mundo está lleno de “pobres pendejos”), escuchaba un poco tras la puerta del baño. Me gustaba el sonido de queja entrecortada, la respiración agitada, los gritos reprimidos, el chocar de las carnes… mi mamá deslizaba el pantalón bajo la puerta y yo sacaba la cartera y tomaba el dinero y la identificación del tipo. Con el botín escondido entre mi ropa corría a sentarme en la última fila de la sala seis para esperar mi premio.

    Quieta y con los ojos cerrados gozaba por anticipado del placer que llegaría. Mi mamá entraba y rozaba mis labios con el pequeño pedazo de carne flácida que le arrancaba a los hombres. La carne salada y suave se deshacía en mi boca.

    Ningún pobre pendejo revisó las bolsas de su pantalón después de estar con mamá, ella siempre cobraba antes del servicio; al terminar ellos se vestían apresurados y recorrían el pasillo hacia la salida con cara de olvido sin darse cuenta que en su aventura habían perdido algo más que la cartera.

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    • Eugenio López
      28/10/2011 8:20 am

      Hasta crees que quien se mete con una vieja en un cine o un burdel deja la cartera en el pantalón. A menos que te pongan una droga en la copa, vas a lo que vas y no le dejas ni un peso de más a la jinetera.

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  • Llegó al final del pasillo. La duda lo invadía, tendía dos opciones frente a él, la de estar solo, pero ser el hombre más rico del mundo, o la de tener una familia perfecta, pero ser un don nadie. Se asomó a la primera, yates, casas, lujos, reporteros, fama y mujeres lo estaban esperando. En la segunda en cambio, se alcanzaba a ver un acogedor hogar, con olor de pie de manzana y una cabeza rubia metida entre las sábanas. Sobre una mesa, había una foto de él con la rubia, en el día de su boda. Volvió a asomarse en la primer puerta, y todo fue muy sencillo. Camino rumbo al destino que había escogido desde el principio.

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  • Llegó al final del pasillo. La duda lo invadía, tendía dos opciones frente a él, la de estar solo, pero ser el hombre más rico del mundo, o la de tener una familia perfecta, pero ser un don nadie. Se asomó a la primera, yates, casas, lujos, reporteros, fama y mujeres lo estaban esperando. En la segunda en cambio, se alcanzaba a ver un acogedor hogar, con olor de pie de manzana y una cabeza rubia metida entre las sábanas. Sobre una mesa, había una foto de él con la rubia, en el día de su boda. Volvió a asomarse en la primer puerta, y una mujer de pronunciadas curvas lo tomó de la mano, llevándolo hacia su destino.

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  • La puta le indicó el camino y al momento le entró el remordimiento.

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  • Alexis Pulido
    19/10/2011 11:31 pm

    Teatro en un recuerdo.

    -¿Esto es un cine papi?
    -No mijo, esto es un teatro.
    -¿Y qué es un teatro, papi?
    -Pues verás Pedrito, un teatro es el lugar donde los sueños se hacen realidad, es un lugar mágico. Aquí se cuentan historias…
    -¿Historias felices, papi?
    -No siempre son felices, también hay historias tristes, lo importante…
    -¿Y porqué la gente viene al teatro papi, si a todos les gustan las historias felices y no las historias tristes?
    -Mira mijo, yo no sabré mucho de actuación, expresión corporal o esas cosas, solo sé que esa magia que se siente en cada obra es la que atrae a las personas, cada historia contada, sea feliz o sea triste, siempre nos hace regresar, porque no hay nada como los sentimientos y sensaciones que se viven con el pasar de los actos. Sabes, tu abuelo me traía al teatro cuando era un poco mayor que tú, de ahí le agarre el cariño, vas a ver que también te va a gustar. Preparate para vivir un sueño…

    Preparate para vivir un sueño, esta oración prevalecía en la mente de Pedro, veinte años después de haber visitado, por primera vez, un teatro. Su aparición en escena estaba próxima, esta vez daría vida a Jean Valjean. Mas que nervioso, se sentía alegre, sería la primera vez que su padre lo observaría en escena, deleitandose con una historia, en la cual, su hijo merecidamente sería el protagonista.

    Su padre ansioso, se encontraba en medio del público aguardando por la tan esperada aparición de su amado hijo, en el escenario de ensueños poseído por el número seis. En ese instante era imposible dejar de pensar en aquellos ojitos soñadores de Pedrito, cuando en su primera función, no perdía los pasos de ninguno de los actores, maravillado por la bondad que emanaba aquella radiante actriz. Y como olvidar aquel destino fijado, por un niño que no rebasaba ni los cinco años de edad:
    -Voy a ser un héroe papi…
    -¿Cómo que un héroe Pedrito?
    -Si, voy a ser como el señor que vimos allá adentro.
    -Se llama actor Pedrito.
    -Bueno, entonces voy a ser un actor…

    Una pequeña lágrima resbaló por la mejilla del padre, cuando vió a su hijo salir de las tinieblas, para anunciarse majestuoso e imponente sobre la lóbrega Francia del siglo XIX.

    Siendo condenado a cárcel por el robo de una ínfima pieza de pan, Pedro de reojo vió a su padre, sentado y extasiado en su butaca, entonces volvió a recordar la mágica charla previa a su función primigenia.

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  • Moda.

    La moda de las cabinas voyeuristas llegó a su punto álgido —al colmo si se prefiere— cuando eso del suicidio comenzó a hacerse popular.

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  • Descubrí horrorizado que todos las religiones se equivocaban. Nunca se había tratado de vivir de acuerdo a un conjunto de reglas. Sólo se trataba de atravezar la cortina adecuada.

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  • Al final de un pasillo, dos puertas. Detrás de una me espera una 45 cargada. En la otra hay un corredor largo que da a una alcantarilla, justo en el centro de la ciudad. Estoy aquí en este pasillo luego de una larga borrachera. Aun llevo cargando en la mano un vaso de plástico lleno de tequila y limón. Detrás de mí, dos gorilas me dicen: ¡Camine, ya no se haga pendejo! Soy Secretario de Gobernación y de lo único que puedo dar fe, es de un asesinato.

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  • Muchas son las circunstancias que evitan que dos personas se encuentren. El destino existe sólo para aquellos que creen en él, aunque aparece y desaparece como si de su voluntad se tratara.

    Cuando Ulises estaba en el teatro para encontrarse con Lili, miraba desde el pasillo, la última prueba: dos puertas. ¿Cual de las dos lo llevaría a posarse a su lado?

    Imposibilitado para decidir, esperó. ¿Cómo es que antes no había sentido esto por otra mujer? ¿Porqué seguía yendo y viniendo a lugares que desconocía sólo para conocerla?

    Trompetas con sordina y una voz de mujer soprano atravesaban las cortinas para estremecer los pensamientos de Ulises, que todavía no apresuraba a decidir.

    En su cabeza vislumbraba los finales posibles: otro hombre estaría junto a ella; lo desafiaría a duelo y moriría, o se retiraría para que ella fuera feliz. O al encontrarla, vería el monstruo que es, y por el devoto amor profesado, después de un pasional encuentro, se retiraría sin más.

    Nada lo convencía de entrar, menos encontraba una pista que lo ayudara a elegir alguna puerta. ¡Que imbécil, se dijo a si mismo, esperaré en la puerta principal a que todos salgan, así la veré.

    Lo hizo. No la encontró.

    Lili era la cantante, salió por la puerta trasera, reservada para los artistas que iban al teatro.

    Ulises asumió que ella nunca estuvo ahí, y tras ese fracaso, siguió su vida y se dedico completamente a su trabajo, en el cual fue exitoso y salvo muchas vidas, fue un gran cirujano.

    No hubo de nuevo una voz que perturbara sus pensamientos.

    Ah!, el destino.

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  • En 1940, Víctor Cowie fue ingresado en el pabellón en cuyos enfermos carecían de una total concepción de la realidad. Aunque el primero en tratarlo fue el Dr. R , decidió relegar su estudio a mi persona. Cowie que aparte de este caso de perdida de conciencia estaba fisiológicamente paralizado, cuando me presente ante él este parecía reconocerme aunque nunca me hubiese visto, tampoco logro recordar donde nos habíamos conocido -Que era justamente ese momento-
    Me dijo: Usted intentara acercarme a quien en un tiempo fui, aunque no lo lograra, aun así se lo agradezco .
    ¿Muchos doctores lo han intentado?- interrogue-.
    ¿Cómo habría de saberlo? usted lo hace en este momento con aquellas imágenes, pero es tarde, yo ya no pertenezco a su presente.
    Intentando disimular mi sorpresa ante tal declaración, hacia las imágenes: -¿A qué imágenes se refiere exactamente?
    -Por ejemplo ahora me muestra un beisbolista realizando un cuadrangular, usted desea que yo visualice al pitcher que lanzo la pelota, los frutos que generan las semillas, los vástagos que crean una madre y un padre, usted cree un libro, una pintura o un movimiento genere su propio precursor, en la luz del presente rastreamos el pasado, rasgos, vestigios, huellas que preludian la realidad. Pero yo carezco de realidad, veo sombras, no luz, el futuro es mucho mas veloz, tal vez de no ser por las anotaciones que realiza en estos momentos (Yo no tengo libreta ni otro artefacto que me permita anotar) simplemente lo olvidaría «Se distancia progresivamente de quienes lo rodean y de la realidad misma», «si cortamos los lazos con la realidad probablemente su misma condición humana se vea afectada», ¿Cuales son esos lazos doctor?
    Yo seguía absorto, no pude contestar.
    -Einstein menciona que la luz era el único constante universal -me lo ha dicho usted esta mañana- pero el tiempo en que yo vivo es desconsolador, por ello que este paralizado tres días, tres meses, tres años, tres décadas (Resultaba un espectáculo absurdo, mágico y trágico oír hablar de una manera tan activa a alguien que decía estar desolado y prácticamente en la inanición) ¿En qué momento nos conocimos doctor? (Parecía de pronto olvidarme tan rápido como me identifico antes de siquiera presentarme)
    -Dr. Richard Patckinson.
    -No le reconozco, hábleme de usted (Reconocí en él un intento por afianzarse a algún tipo de recuerdo)
    -llevo 10 años trabajando en este centro, soy un hombre casado, ¡mi esposa también trabaja aquí!¿Tal vez la recuerde? es la directora de neurología la Dra. Emily Patckinson
    -No (Respondió secamente, en el mismo tono que había llevado nuestra conversación)
    -Tengo una niña, Ariadna…
    -¿Es esa Ariadna a quien quiere que encuentre?
    -¿Como?
    -En sus notas ha escrito que me encuentro en un laberinto, que usted deberá ser una Ariadna para regresarme.
    -Supongo que sera así, pero en ese caso seguro me refiero a la Ariadna de la Mitología
    -No se nada de Mitología

    Extrañamente el Paciente me había dictaminado la metodología que habría de llevar para su tratamiento. Entusiasmado dije: Explicarle en estos momentos el mito nos llevaría mucho tiempo; pero es como una pieza de piano, aun la mas elaborada composición sugiere notas básicas y cuasi torpes, bajo este principio, ¡toda obra obra puede ser fragmentada!, desde la música a las notas primarias, una pintura a sus trazos y colores…
    -Lo veré en el salón de costumbre (interrumpió secamente), salúdeme a Dan , a las 5 me parece adecuado me retiro.

    En ese entonces no conocía a ningún dan y tampoco conocía lo que habría de hacer con exactitud, en aquella segunda sesión con Cowie. Conseguí una entrevista con el Dr. R para conocer mas sobre el paciente; repitió un tanto las conclusiones que según el señor Cowie yo habría de emplear: «Su distanciamiento con otros seres humanos, lo condenan a la soledad absoluta, incapaz de sentir empatía por los otros o por si mismo», lo mas interesante fue que al parecer Víctor Cowie había presentado esta crisis aparentemente neurológica, cuando se encontraba en un verdadero laberinto físico, la posible tensión acumulada entre discernir entre puerta y puerta lo había llevado a esta «desconexión» , también dio que existía una señora Cowie, pero esta no era reconocida por el paciente, probablemente por que no la «veía» en el futuro en el que ahora estaba inmerso. Finalmente me presento al Dr. Dan Heargraves quien me asistiría en el estudio de Cowie y se había planteado que la forma de regresarlo a la realidad era sustraerlo del «futuro» mediante flash backs.

    Ya en mi despacho no me dejaba de rodar por mi cabeza la idea de que Cowie había sido muy puntual en sus «visiones» del futuro y eso podría enriquecer mas a la ciencia que regresarlo al presente; tan pronto tuve la idea, me sentí avergonzado por ella, igual por el hecho de intentar sacar un provecho, como por el de aceptar sin más que Cowie vivía en el futuro.

    Temprano el Dr. R me comento que debía de reunirme con el Dr. Dan y Víctor Cowie en la aula B a las 5, el propósito era entrevistarlo y obtener los mayores datos posibles que Cowie recordara de su pasado; Cuando llegue el Dr. Heargraves estaba frente a Cowie en una mesa de madera.
    -Tome asiento Dr. Patckinson, la he propuesto al señor Cowie, que es posible retomar su presente, a partir de sus visiones del futuro.
    -Usted se equivoca Dan, lo mio no son visiones o alucinaciones del futuro, lo que yo veo es el presente una bruma de todo a la vez, lo veo en esta mesa delante de mi, lo veo casándose con una bella muer, a la que engaña, veo como su niña crece, como es tratado por su cáncer de próstata, su muerte, sus nietos que no llegara a conocer juegan en el jardín, y usted y el Dr. Patckinson están aquí mirándome, la sorpresa de uno contrarrestándola incredulidad del otro. Los seres humanos han sido extinguidos, vencidos en la arrogancia de ser el centro del cosmos, perecemos como todas las especies.
    -Dan- ¡Pero usted es una de esas especies!, ¿no pudo prevenir tal desastre?
    -La existencia es un fenómeno sobrevalorado, no lo veo como un desastre, si no mas como una bendición
    (Quise intervenir entonces) Entonces señor Cowie…
    -Si entiendo yo soy una especie mas y por ello lo llamo bendición, o acaso habría algo mas que pudiese acabar con el suplicio, no el mio, si no de estos seres que deambulan , yo no soy parte de ellos, aquí es cuando escriben «se sigue distanciando emocionalmente»
    -Un paso atrás señor Cowie, usted aun distanciado ¿se comprende a si como un ser humano?
    -Sustancialmente (Todas sus declaraciones seguían siendo frías, sin énfasis o emotividad alguna)
    -¿Qué es lo ultimo que recuerda de su pasado?
    -(Pareció no escucharme) en estos momentos nuevas galaxias se están creando , nuevas formas de vida nacen
    -¿Y usted Cowie? ¿Nos sobrevivió?
    -Yo no estoy, todo avanza tan rápido, no es posible regresar a cada segundo
    -Dan- Señor Cowie usted pudo vislumbrar su muerte, pudo advertir a los seres humanos de su extinción
    -Eso era solo una de las Puertas
    – ¿Cómo?
    -Hace 10, hace 50, hace 10 000 años, me encontraba en un pasillo, después sabría que una de las puertas me llevaría a vislumbrar el futuro, pero el hecho de presenciar mi propia muerte me paralizaba , como a cualquiera que pudiese presenciarla y mas si agregamos la visión de la muerte de todas las personas existentes y por existir ante mis ojos. (El frió de las declaraciones, continuaba sorprendiéndome)
    -Dan- como conocía usted que atravesar la puerta lo llevaría a ese punto
    -Lo supe justamente al entrar en la otra puerta, la que me llevo al eterno presente, todos los seres humanos, todas las acciones ocurriendo a un tiempo, ahí me vi abriendo cada una de las puertas, cada una de las posibilidades, en un solo lugar, en décimas de segundo estaban a mi alcance toda la humanidad, sus pensamientos, sus deseos, sus aspiraciones, de la suma de cada acción de un ser humano fue fácil deducir el futuro, cambie mi existencia por la de los demás,(Por primera vez su voz se quebraba y su apariencia era mas viva que nunca) todo avanza muy rápido para mi, solo guardo para mi aquel pasillo, ese cabello que provoca el laberinto. No hay mas.

    La señora Cowie conservaba una foto del lugar donde su marido había sufrido el ataque, con esperanzas que me apoyara en ella para hacerle recordar a Víctor Cowie quien era. Pero yo había comprendido que lo que para mi era regresarlo a su pasado, a el le parecía tan ridículo como un prestidigitador que le adivinara su suerte futura.

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  • Escritor Fantasma
    25/10/2011 7:39 pm

    «Siempre por la 5, siempre por la 5, parecemos pobres obreros, destinados a ir al mismo lugar, pero, no esta vez, conoceré la magia del 6»
    Saliendo del 6, supo porque se le destinaba ser el número del diablo….

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  • En la vida tenemos siempre mas de una opción, hay veces que pude que no nos llegue a gustar ninguna, pero en algún futuro esta nos puede ayudar sin que nosotros nos demos cuenta. En todos los momentos, acciones, decisiones y pensamientos que tomamos tienen una consecuencia y esta trae consigo otra y otra; Es el efecto domino que le toma rumbo de nuestras vidas, pero habrá un momento que nosotros tomemos realmente el control de nuestro futuro? Estas puertas son las que debemos decidir muy inteligentemente, porque una vez tomada la decisión ya no hay vuelta atrás. El tiempo corre y la vida también. Hay que aprovechar cada momento de nuestras cortas vidas, como sí ya no hubiera un mañana.

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  • SIEMPRE HAY TRAMPA EN LOS TRATOS CON LEGIÓN
    O
    PUERTAS No. 5 Y No. 6

    Legión te dice que sólo una te salvará. Debes escoger bien. Recuerda que siempre hay trampa en los tratos con Legión.
    Escoges la puerta 5 (la 6 te dio mucha desconfianza) pero pides la llave, no vaya a ser que la tenga cerrada.
    Te encaminas mientras una multitud te mira y descorres la cortina, pruebas el picaporte y ves que gira libre, ¡pero está caliente!
    Te maldices, imaginas a Legión riéndose tras de ti.
    En eso miras entre tus lágrimas como se ondula la cortina de la puerta 6, por el vapor que escapa igual de caliente que en tu puerta. Siempre hay trampa en los tratos con Legión.
    La multitud empieza a cuchichear.
    Metes la llave en tu puerta 5 y finges que intentas abrir, ganas tiempo para pensar como lo hacías afuera: Regresas a tu infancia, a cuando jugabas con tus amigos de la cuadra y eras capaz de hacer trampa en cualquier juego.
    Por fin logras girar la llave hasta quebrarla y dejar dentro la pieza de metal, confiarás en que el calor la atore más.
    Por fin le dices a Legión que la llave se rompió y no podrás abrir esa puerta 5 que has elegido. Por lo tanto exiges en presencia de la multitud que abran la puerta 6, y que si detrás está el fuego significa que ya eres salvo.

    La multitud ve como eres dejado en libertad (por la puerta de servicio) pero tratan de detenerte y parece que lo están logrando, con palabras, con recompensas, con ofertas para ocupar el puesto de Legión.

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  • Daniel Durán
    27/10/2011 6:24 pm

    Llegó al final de las mil y una habitaciones del palacio. El hilo se terminó al franquear la número 7. Se abrió por un instante una de las cortinas y observó la espalda desnuda de la joven. La bestia se revolvió en la habitación contigua, los belfos y su respiración surcaron cada rincón del lugar. Nada que hacer. Dejó a un lado el puñal. Caminó hacia la criatura presintiendo las pisadas de la joven detrás suyo preparando el ataque mortal…

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  • Y después del largo camino que había recorrido se encontró frente a dos abismos antecedidos elegantemente por velos aterciopelados carmín. Desde el principio lo sabía: uno llevaba a la salvación, el otro lo iba a condenar eternamente, el primero le extendía una promesa silenciosa de tranquilidad, redención, abundancia, amor, satisfacción y la dulce dicha de la conformidad. La segunda puerta le ofrecía sufrimiento, dolor, soledad y la promesa de que iba tener una existencia de melancolía y añoranza. Al final, caminó erguido hacia adelante escogiendo lo que había detrás de la cortina 6.

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  • Alberto Calderón P.
    28/10/2011 11:28 am

    Estaba prohibido salir pero la curiosidad fue mayor, quería ver el otro lado de la cortina. Con sus manos apenas extendidas miro solo una simple luz artificial y un pasillo. Ese era todo el gran secreto. De inmediato noto su error, la gente pasaba a través de su cuerpo. Había quedado atrapado entre dos dimensiones.

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  • Antonio de Jesús Fuentes R.
    28/10/2011 3:52 pm

    Dopelgänger

    Aunque siempre he sabido que soy único, único a la manera de quienes somos diferentes; nunca hice alarde de mis dones. Las cosas que me hacen especial las he mantenido en secreto, ocultas, sin darles casi uso. Vivo en las sombras.

    De todas esas cualidades, mi favorita es la del don de la profecía. Puedo conocer el futuro de otras personas fácilmente. Basta un leve contacto físico para que pueda ver como serán en el mañana, precisamente en su justo momento de quiebre o de mayor gloria. A veces retrocedo con espanto, pues me hago involuntario conocedor de horribles secretos y también profeta de las más tristes enfermedades; así que siempre guardo silencio y procuro (¡más no puedo!) olvidar lo que me ha sido revelado.

    Conocí a Sonia una mañana muy gris de invierno. Cuando le di la mano sentí por ella una emoción nueva, maravillosa, que estaba formada por una mezcla profunda de amor y deseo, sentimientos deconocidos en mí y también, sutilmente, por una serie extraña, inimaginable, de emociones encontradas, oscuras incluso, que aparecían en resplandores en mi mente. Me engañé a mi mismo y la amé desde ese instante como ningún mortal lo ha hecho antes. De eso estaba seguro.

    Sonia era actriz, con una carrera en ascenso. Nada sabía yo de la vida y no entendía su mundo. Ella vivía rodeada de adulaciones y de falsas promesas y aunque alguna vez me quiso, terminó por engañarme. Mi rival era un bastardo que yo sabía, terminaría abandonándola dejándola en el mayor desamparo. Fingí no saber nada. Los tres parecíamos dichosos riendo uno del otro.

    Cansado de esa comedia, muerto de celos, planeé la muerte de mi odiado rival. Escogí la noche de un nuevo estreno. Él tomó el palco seis y yo sin que lo supiera, el imediato. No me quedé allí. Me escondí en los servicios, situados exactamente enfrente de nuestros lugares y aguardé con paciencia en el pasillo hasta que aquel saliera tal como lo hacía siempre: antes de concluir la obra e irse directo al camerino de Sonia primero que ninguno. Ni siquiera le brindaba el cálido homenaje de una ovación. Así de egoista era. El silenciador de mi pistola estaba puesto y yo no tenía nada más en mente que accionar el gatillo cuando fuera el momento. Contaba con el tiempo que durarían los aplausos para poder salir del teatro. Antes ya había nulificado las cámaras.

    Lo que pasó a continuación apenas me lo explico. Quizá haya sido producto de la tensión o del odio. Vi de repente, saliendo de la nada, por la derecha, a un hombre de mi edad y facciones, con un smoking y calzado idéntico al mío, venir hacia donde yo estaba levantando sus brazos. Se movía torpemente al tiempo que las luces del corredor y el pasillo fallaban y parpadeaban zumbando mientras convertían en algo extraterrenal el momento. Su andar era cada vez más forzado, lento, como alterado por una conmoción. Lo miré estupefacto, perdiendo la concentración y olvidando casi para que me encontraba allí. Cada paso que el desconocido daba me permitía convencerme de que se trataba de alguien que yo debía identificar. Bajé el arma extasiado y entonces, intempestivamente, sentí una fuerte opresión en el pecho seguida de un ardor profundo en el cuello. Un calor húmedo y rojo salió entonces de mí a borbotones escupiéndose en las paredes mientras mi vista se nublaba.

    Estoy cayendo ahora. Pareciera que muy lentamente y lo he comprendido todo: la visión era una tardia advertencia de mi otro yo, de mi gemelo en otra dimensión, mi dopelgänger y al que no reconocí ni entendí. El dolor y ahora la asfixia, fueron producidos por el finísimo escalpelo que mi rival utilizó para cortarme desde atrás la garganta y ante cuyos pies caeré vencido. Pienso en Sonia… también ahora ella está perdida.

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  • aqui bailan tus horas extras , tus reuniones importantes , tus cenas de trabajo …

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  • verónica Villalpando Castro
    28/10/2011 8:46 pm

    …Finalmente el lugar fue escogido después del olvido.
    La gala hace su aparición en las escalinatas que se encaminan a pasillos y palcos de aquel que en su época fuera uno de los mejores recintos. El público afanado entre risas y murmullos apresuran el paso para no perder tan esperado espectaculo.
    La primera llamada se escucha en el sonido local callando las voces de los presentes. ¡Segunda llamada! y los invitados siguen llegando una mujer da un puntapié al marido, que por discreto que pareciera, no quitaba la mirada a aquella entallada mujer del vestido rojo quien se pierde en el pasillo del palco 5…, ¡tercera llamada! el teatro es cubierto en su totalidad, las luces se apagam dando comienzo a la tenue luz blanca y a la entonada melodia…

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  • Soñé:
    ¿Qué es esto?
    Es el mundo: Puerta 5 tragedia, hambre, muerte, peste, guerras, huracanes, temblores, sequia, narcotráfico, abusos, violencia, corrupción, etc.
    Puerta 6 presente y realidad,
    ¿Otra opción?

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  • Verónica Villalpando Castro
    28/10/2011 9:22 pm

    …Finalmente el lugar fue escogido después del olvido.
    La gala hace su aparición en las escalinatas que se encaminan a pasillos y palcos de aquel que en su época fuera uno de los mejores recintos. El público afanado entre risas y murmullos apresura el paso para no perder tan esperado espectáculo.
    La primera llamada se escucha en el sonido local callando las voces de los presentes. ¡Segunda llamada! y los invitados siguen llegando una mujer da un puntapié al marido, que por discreto que pareciera, no quitaba la mirada a aquella entallada mujer del vestido rojo quien se pierde en el pasillo del palco 5…, ¡tercera llamada! el teatro es cubierto en su totalidad, las luces se apagan dando comienzo a la tenue luz blanca y a la entonada melodía…

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  • Siempre he encontrado fascinante todo aquello que se relaciona con la simetría. Es innegable que la existencia de eso que llamamos «belleza» se debe a ella: no encuentro sinónimos más perfectos. Debido a esto, supongo que a mí me ha generado una especie de impaciencia mayor que a los demás el hecho de que el espejo que se encuentra atravesando verticalmente el pasillo del piso donde trabajo refleje inconsistencias. A todo esto, encuentro sumamente pertinente aclarar la devoción que siento por los espejos, ellos y solamente ellos logran reflejar con precisión quienes somos; obvio no hago alusión a la grosera idea de lo mental, sino a lo sutil que representa lo físico. Regresando a lo que me concierne relatar, aquél espejo del que hablaba no refleja las cosas en un sentido contrario, las refleja exactamente como se aparecen frente a él; si te posas delante de él, te reflejará exactamente en la posición en que te encuentres. Es una auténtica aberración. Quizá los herméticos o gnósticos de antaño encontrarían aquí una significación profunda de los movimientos volitivos de Dios, pero yo lo que encuentro es un serio problema de simetría y elegancia. Pero hay algo más que hace de este «espejo» un artificio irracional, y es que modifica «arbitrariamente» todo número que refleja. Trabajo en la oficina número cinco del segundo piso, o al menos eso pensaba, ya que esta quimera altera el número y lo sustituye por el seis. Busqué la ayuda de un amigo que se encuentra inmerso en el estudio de propiedades numéricas y demás, pero aún él no logró descifrar porque esa cifra y no otra, ya no digamos el porqué en primera instancia el espejo hace esto. Parece no preocupar a nadie, probablemente consideran que sus vidas son cien veces más interesantes que las que refleja ese espejo, pero me pregunto si realmente no somos nosotros los reflejos de aquel espejo, y si no somos nosotros los que hemos modificado arbitrariamente las cifras que en realidad deben ocupar las cosas. Sólo puedo decir que siempre antes de entrar a mi oficina cierro los ojos frente al espejo, con la vaga esperanza de que, al abrirlos, refleje nuestra realidad como cualquier otro espejo lo haría.

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  • Kernighan & Plauger
    29/10/2011 4:15 am

    Algo Rítmico

    Cuando entré acompañado de mis amigos a la sala número 5 de ese nuevo complejo de cines reinaba en el interior una oscuridad total. Solamente escuchábamos un sonido rítmico al fondo. Nos guiamos por él y, por extraño que parezca, terminamos perdidos en esa oscuridad absoluta. Yo topé de pronto con una pared y recordé un algoritmo que leí en el libro «Elementos de Estilo de Programación» el cual garantiza la salida de cualquier laberinto y es el siguiente: » camina a la derecha si puedes, a la izquierda si debes», así fue que, tanteando las paredes y sin ver absolutamente nada logré salir ¡por la puerta de la sala número 6! Ninguno de mis amigos salió conmigo. Fui a la administración de los cines y a petición mía encendieron las luces de las dos salas solamente para descubrir que no se encontraba nadie ahí. No me creyeron lo que nos pasó. En cuanto pude entré de nuevoescondidas a a la sala 5 a oscuras varias veces y volví a escuchar indefectiblemente ese sonido algo rítmico al fondo y las voces de ellos a lo lejos pidiendo auxilio. Les expliqué a gritos el algoritmo para salir pero me decían que algo ahí dentro los había atrapado. He repetido en la oscuridad una y otra vez el mismo método para terminar saliendo siempre por la puerta de la sala 6 pero nunca encontré en el camino a mis amigos. La última vez que lo hice escuché el sonido de siempre pero no las voces de ellos. Ya he dejado de buscarlos pues ha pasado tanto tiempo de que se perdieron que no tengo esperanza de que se encuentren con vida.

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  • LA BOLITA DE HIDRA

    Hecho bolita esperaba detrás de la cortina. Sólo tenía dos opciones: perecer de inanición; pues desde que la esfera lo había botado allí pasaron treinta días, o jalar el trapo y hacerse visible de una vez, pedir algo de comer, ropa para vestirse y contar las increíbles aventuras vividas en Hidra. Pero sabedor de la naturaleza de los terrícolas (él ya se consideraba hidrano), caviló un rato más sobre los inconvenientes de mostrarse al mundo así. En eso estaba, cuando una mano corrió la cortina: lo último que vio fue una suela de zapato.

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  • Memoria física

    El primer recuerdo de su infancia era ajeno, la historia se la contó su madre muchas veces. Nació en el pasillo de un cine, adelantando su llegada un par de semanas. Como ese recuerdo, los que se acumularon después también pertenecían a los otros. Tenía una memoria prodigiosa, capaz de recordar nombres de personas con sus cumpleaños, código postal y números telefónicos incluidos, podía recordar cualquier cosa que hubiera leído, o visto en televisión, el cine, escuchado en la radio, pero era absolutamente incapaz de recordar algo que hubiera vivido. Cada día su madre le escribía que había hecho, con cuidadosas descripciones destinadas a generar sus recuerdos artificiales. Las fotografías eran fundamentales, así como el video, y cuando no había ninguno de los dos se las arreglaba con papel y lápiz, grabadoras, lo que tuviera a la mano. Así había tenido una vida reinventada en su cerebro, si no estaba registrado físicamente algún suceso para él no existía. Hasta que decidió ir a conocer el lugar donde todo había empezado. Ahora estaba en ese pasillo buscando averiguar que le había sucedido.

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  • Amaterasu
    29/10/2011 4:11 pm

    Viendo el lugar ella volteo al hombre a su lado y dijo:
    -Que es este lugar?- dijo ella en un blanco vestido rasgado.
    -Es tu última oportunidad para ser lo que fuiste o jamas serlo de nuevo- le respondió su compañero parado a su lado con semblante serio
    -Tu que odias a los humanos…¿porque escogiste un lugar tan humano para hacerme escoger?
    -Porque este lugar es tu mente, cada vez eres menos mi hermana y mas un humano, intenta recordar, y si recuerdas elige bien- Dijo sin expresión alguna un personaje de obscuro cabello, hermoso pero fuera de lo normal.
    Ella dió un paso para acercarse a ambas puertas, echó un vistazo, en una estaban sus amigos y su amado, todos humanos, y en otra se encontraba el lugar del que provenía, y se veía a ella misma en su usual capa negra y su hoz.
    -¿Puedo escoger?- preguntó
    -Sera la ultima vez- Dijo el personaje desapareciendo
    Ella sin pensarlo cruzo hacia lo que había visto segundo, volviendo a ser un ángel de la muerte, y aquel bello personaje reapareció preguntándole la razón de su decisión a lo que ella respondió:
    -Fácil. Así puedo cuidar a todos esos humanos que odias, y a mi amado en especial, que aunque el jamas me recuerde, lo cuidare. Ahora son un dios enamorado- y dicho esto se marchó riendo.

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  • Yo era bien pinche macho. Y de los buenos. De los que no se rajan a la hora de los putazos. A ti te constaba, Soraya. ¿Cuántas veces no me peleé con los abusones del barrio, que te acosaban a todas horas? Y es que eras una santa para mí, de verdad. Cuántos chismes no me llegaban sobre tu… Me tenías todo bien amansado, todo bien agüado, como los terrones duros que con la lluvia, se te desmoronan entre los dedos de los pies al andar.
    Ahora me sales con esto. ¿Qué te costaba ser discreta, Soraya? ¿Por qué tenías que portarte así, yo que tanto te adoraba? ¿Por qué no le hiciste al menos como las esposas discretas, que se acuestan con el amante cuando su maridito no está en casa?:
    ¿Por qué tuviste que mandarme a traer el desodorante al departamento de perfumería, mientras tú ¡maldita traidora! disque te probabas esa tanga roja que tanto te gustó? ¿Y por qué entonces (si yo era bien macho) tuve que llorar como las nenas a mi regreso cuando vi a lo lejos —mis ojos no me engañan—, a un lado de tus tacones negros, unas piernas peludas con calcetines azules que parecían llegarte por la espalda?

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  • Jaguaraté
    29/10/2011 6:39 pm

    Esperé pacientemente a que pasara. Busqué incluso una silla y esperé. Me acabé los diez cigarrillos que quedaban en la caja y pensé en masturbarme, en reflexionar en Dios, u olvidarme de todo, y hasta renunciar a pasar más horas aquí sin llegar a mi casa, sin hablarle a Ángela, comiendo sólo leche y pan y aguantar las horas hasta que se repita el espectáculo. Hace rato hizo sus acostumbrados ruiditos, cerró la puerta y hasta apagó la luz: los trucos de siempre. Pero muero de ganas de que se repita lo de la semana pasada, porque esta vez sí estoy preparado. Tengo la escopeta que me heredó mi abuelo, tengo la cámara fotográfica lista y el escapulario que me regaló mi madre antes de morir. Estoy preparado. Seguro Ángela ha de estar pensando que estoy de farra, cogiéndome a alguna puta, tomando con Mario o con Edgar, o hasta que me fui de la casa, pero no, aquí estoy: esperando en la oficina a que vuelva a aparecer la niña al fondo del pasillo, en las puertas de acceso a las butacas. Quiero ver otra vez sus cabellos lacios, su ropa de cama, sus pantuflas con ositos en la punta y esa mirada perdida de odio o terror, de cuando la violaron y la dejaron tirada en el piso, con los labios rotos, como dicen que le pasó a esta niña antes de que esto fuera un teatro y dejara de ser hospital en ruinas. Pinches dueños. Si tuvieran que quedarse como yo toda la noche cuidando este pinche edificio. Pinches arquitectos, pinches agentes inmobiliarios, pinches remodeladores que no les importa hacer un teatro sobre las ruinas de un hospital. Pero en fin, esta vez no caeré en la provocación, esta vez voy a poner mucha atención porque si vuelve a pasar y a voltear para decirme que Ángela y yo vamos a morir este fin de mes, le voy a disparar, la voy a mentar su madre, o le voy a sacar una foto, lo que suceda primero. Sí, ya sé que es una locura pensar en dispararle a una fantasma, y más si es el de una niña, pero ¿cómo puedo saber que en verdad es una fantasma, qué tal si es una pinche actriz de esas flacas con cuerpo de niña que actúan aquí cada fin de semana y me están jugando una broma? O peor: ¿que sea uno de los actores gays que se presentan en su drag-queen fest, todos los meses? Además, si éste fue un siquiátrico en otra época, entonces ¿qué tiene que yo me haya vuelto también un loco de remate? Lo que sea… pero yo estoy listo para dispararle a lo primero que se mueva…

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  • Todos estamos muertos, eso lo sabemos mientras esperamos en la cola. Lo que no sabemos es que nunca llegaremos a elegir alguna de las puertas al fondo del pasillo, porque el infierno es estar parado en fila eternamente.

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  • Infierno 5

    Caí en manos enemigas por culpa de un delator que trabajaba para ambos lados del conflicto. El plan de tortura del oponente era tan sofisticado que comenzaba por asignarnos al azar el método para exprimirnos información. De las siete puertas a escoger, tan solo una otorgaba al prisionero la oportunidad de ser liberado sin sufrir de esa pesadilla. Las otras seis eran la forma en que se ejecutaría la tortura tan inhumana la una de la otra que si estuviera permitido escoger sería imposible decidirse por una menos cruel.
    Sin esperanzas de recibir ayuda alguna, recurrí a la mística para hacer mi elección, la número siete, tiene que ser la buena, pensé. Para no variar mi fatal destino resultó no serlo. No sé con que intesiones mi verdugo me llevó a la puerta número cinco, la abrió y me mostró que en verdad existía la posibilidad de liberarme sin me que tocaran un cabello. Ahora caminanos a la número siete para descubrir que cualquier cosa hubiera sido mejor, incluso la muerte.

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  • Felipe Kadick
    29/10/2011 11:11 pm

    Kaiju

    Anunciaban esa película como el espectáculo de monstruos más horrible jamás imaginado. Cuando supe de su existencia me dirigí inmediatamente a verla. Fui de los primeros en llegar a su estreno exclusivo en la sala 5 de conocido complejo. Al ver cómo la gente desaparecía entre las fauces del monstruo, como creí ser el único en percatarme de ello, le prendí fuego de inmediato para evitar que los devorara. Debido al incendio todos salieron corriendo de la sala 5 y se suspendió la función. Me detuvieron, no creyeron mi historia y me encerraron en este manicomio. Ahora en la TV veo que se estrenó de nuevo «Kaiju» en la sala 5 , ya restaurada, y no saben qué ocurrió con toda la gente que asistió a esa función de gala.

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    • Kaiju Fuente: Wikipedia

      Kaiju (??, kaij??) es una palabra japonesa que quiere decir bestia extraña, pero es generalmente traducido al inglés como «monstruo». Específicamente, esta palabra es usada para referirse al género del tokusatsu.

      Este término engloba al Kaiju-eiga (????, ‘kaij? eiga’?, películas de monstruos), películas de Kaiju, Kaijin (referidos a monstruos humanoides) y Daikaiju (???, ‘daikaij?’?), específicamente una larga lista de monstruos.

      El kaiju más famoso es Godzilla. Otros Kaijus conocidos son Mothra, Anguirus, Rodan, King Kong, Clover, Gamera y el King Ghidorah. El Ultra-Kaiju sirve para referirse a los monstruos de la Ultra Series.

      Los modelos típicos de kaiju y Kaijin son animales convencionales, insectos o criaturas mitológicas, además de ejemplos más exóticos. Las características de los monstruos de Choujin Sentai Jetman están basadas en semáforos, los grifos y los tomates; Kamen Rider Super-1 incluye un ejército de monstruos basados en objetos domésticos, como sombrillas y escaleras de mano.

      Si bien el término Kaiju se utiliza en Occidente para describir los monstruos de Tokusatsu y folclore japonés, monstruos como vampiros, hombres lobo, Monstruos de Frankenstein, momias, zombies, y muchas otras entidades de la mitología occidental se encuentran en esta categoría desde la perspectiva japonesa.

      Los Kaiju suelen ser representados estando al servicio de un mal mayor. Algunos Kaiju son guerreros de élite que sirven como la mano derecha de un mayor villano y en última instancia, son destruidos por las fuerzas heroicas. Dicho esto, durante las primeras épocas de Tokusatsu, los monstruos «heroicos» se observaron en las películas Daikaiju Eiga, y no fue hasta más tarde, cuando la televisión Tokusatsu comenzó a utilizar héroes. Estos Kaiju adoptaron muchos rasgos de monstruos clásicos, como la «Criatura incomprendida».

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  • Felipe Hawking
    29/10/2011 11:32 pm

    Principio Antrópico

    Recién había ingresado a la universidad cuando un día me quedé dormido en la biblioteca leyendo acerca del principio antrópico en un libro de cosmología. En mi sueño aparecían dos puertas y una voz me dijo de manera imperativa: «Existen esas dos opciones, la puerta 5 y la puerta 6 si cruzas por la puerta correcta vivirás feliz… si cruzas por la puerta equivocada ahí acabará tu vida». Sin dudarlo ni un momento crucé por la puerta 5 y de inmediato desperté. En ese momento estaba feliz pues creía haber tomado la decisión correcta pues salí con vida del sueño pero de ahí en adelante todos los días hasta ahora me he atormentado con la duda de no saber qué era lo que hubiera pasado si en mi sueño hubiese optado por pasar a través de la puerta rotulada con el número 6.

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    • «vemos el universo en la forma que es porque nosotros existimos»

      Principio Antrópico aplicado por Stephen Hawking al tema del origen y formación del Universo

      Fuente: Wikipedia

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  • Alta traición

    Llega al cine a ver la película «Alta Traición» y se pone a leer su libro de cuentos antes de entrar a la función. A punto de entrar a la sala número 5 escucha unos disparos en la sala número 6. Cree que es parte del ruido producido por la película y no le da la menor importancia. Al ingresar a la sala 5 un policía en la entrada lo detiene y le pregunta por el libro que lleva en las manos. Es un libro, le dice el policía, que difama a la corporación. Lo conduce esposado a la sala contigua. Al entrar ahí tienen detenidas a muchas personas que leían ese mismo libro y van ultimando a una tras otra con un disparo en la sien, acusados de alta traición.

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  • F. K. Ubrick
    29/10/2011 11:52 pm

    Función de medianoche

    Se dice que en conocida sala cinematográfica durante la función de medianoche la gente que asiste puede ver, en pantalla gigante, la forma en que va a morir.

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  • Todas las esperanzas las eh perdido

    -me siguen, están poco atrás de mi, no alcanzare a escapar.
    son muchos y la munición se me acabo solo me queda ese camino, que dudo sea seguro, es mi hora llego el momento…

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  • porfa solo me demore unos minutos, si gano tenme en cuenta :3

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  • Gabriel Fuster
    30/10/2011 1:55 am

    Zaratustra descendió de las montañas, apoyado de su vara cosmócrata, para encontrarse en el cuarto escalón del complejo de multicines, templo del triple Uno, y no esperar más por ese premio especial al mejor efecto de sonido. Frente a la puerta cinco, la masa de parabolanos se agrupa como una turba afuera de la sala de proyección e impide la entrada al extranjero. El anciano que renunció a sus soportes de acanto y palacios, a cambio de la desviación de la luz que construye el rodaje de la eternidad, encara al forastero y le habla como el director que no es fácil de complacer, en nombre de todos.
    -Ningún extraño resulta para mí este forastero. Zaratustra era llamado hace muchos años, pero ha cambiado su nombre artístico. En ese tiempo, tú llevabas tu plato de cenizas a las montañas. ¿Ahora no traes el fuego de vuelta a nuestros valles? ¿No tienes miedo que te encontremos como un pirómano y te castiguemos?
    Zaratustra, rodeado de vocales, responde: “Yo amo al superhombre”.
    -¿Por qué? – interpela una mujer, suponiendo respirar mejor que él.
    -Forastero, el hombre, por principio de cuentas, es un asunto imperfecto. El rango de superhombre puede matarme, viviendo cada día para firmar autógrafos – contradice el anciano.
    -¿Qué hace un santo como tú, entre los dormidos? – acusa Zaratustra.
    -Hago canciones y enseño a las aves que vuelen bajito para escucharlas. Mientras las hago, yo río, lloro y tarareo mis alabanzas a Dios. Mediante la ocupación de la música, yo alabo el Dios que es mi Dios. Pero, ¿Qué nos traes tú de enseñanzas?
    Al momento que Zaratustra escucha la exigencia del viejo, éste hace una inclinación al frente para indicar su despedida, pero es detenido del brazo.
    -Aquellos con prisa de darse cita a la segunda función, levanten la mano para entregarles su boleto antes de que se vayan – habla el anciano universal de las siete manos.
    -No, no me dejes a merced de extraños – solicita el tipo inmovilizado.
    -Vete, pues. Encuentra un lugar donde esconderte, hasta que Dios busque por ti
    De este modo, blanco y negro se separan. Principio del bogomilismo que recorre los pasillos, empujándose y riendo como un par de niños.
    Cuando Zaratustra desaparece tras la puerta 6, el anciano habla a su corazón: “Dios está muerto”.

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  • Fernando García
    30/10/2011 8:46 am

    Alberto, mandé un par de textos pero no puedo verlos 😐

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  • Opciones

    Después de varios años de espera ibas camino a la sala, aquella de la que tanto hablaban tus cientos de compañeros de una celda gigante. Podrías elegir no ir, pero eso significaba ir a un cuarto vacío, esférico, sin gravedad, con un centro que se movía contigo… nadie quería eso, eso sería lo peor. Ya te habían dicho todo sobre las puertas, elegirías una de entre varias. Tenías una posibilidad de salir, si encontrabas la correcta: el premio anhelado, la última oportunidad de entrar al Cielo. Las demás eran diferentes tormentos que durarían toda la eternidad: fuego que no te consumía del todo jamás, viento que te desintegraba y te reintegraba cada segundo, agua que se metía entre tus poros y te expandía, tierra putrefacta al volver a tu cadaver, acero líquido al rojo vivo, metal que mutaba constantemente, entre muchas cosas más… y recuerdos, muchos recuerdos: ése era el peor de todos, pero había diferentes combinaciones también. No importa elegir o no, pensaste, incluso si fuera el vacío, aunque sólo habías ido a la sala porque las voces de los demás te inclinaron momentáneamente a eso.
    Pasaste por la primera puerta que viste.
    -Bienvenido al paraíso, te dijo una voz. -Lo has logrado, dejaste a todo y a todos atrás.
    Caminaste por campos de flores, nadaste en lagos, descanzaste en lugares hermosos, maravillosos. No había dolor, no había pena. Música muy hermosa brotaba en cada paso que dabas, aunque por alguna extraña razón no encontrabas a nadie.
    Después de unos días te diste cuenta del engaño. No dejabas de recordar tu vida pasada y la visión de los demás castigos, de los castigados, del destino y las voces y las caras de tus compañeros. Sí, pensaste: muchos recuerdos, muchos.

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  • La Sala de las Opciones

    Después de varios años de espera ibas camino a la Sala de las Opciones, aquella de la que tanto hablaban tus cientos de compañeros de una celda gigante. Podrías elegir no elegir, pero eso significaba ir a un cuarto vacío, esférico, sin gravedad, con un centro que se movía contigo… nadie quería eso, eso sería lo peor. Ya te habían dicho todo sobre las puertas, elegirías una de entre varias. Tenías una posibilidad de salir, si encontrabas la correcta: el premio anhelado, la última oportunidad de entrar al Cielo. Las demás eran diferentes tormentos que durarían toda la eternidad: fuego que no te consumía del todo jamás, viento que te desintegraba y te reintegraba cada segundo, agua que se metía entre tus poros y te expandía, tierra putrefacta al volver a tu cadaver, acero líquido al rojo vivo, metal que mutaba constantemente, entre muchas cosas más… y recuerdos, muchos recuerdos: ése era el peor de todos, pero había diferentes combinaciones también. No importa elegir o no, pensaste, incluso si fuera el vacío, aunque sólo habías ido a la sala porque las voces de los demás te inclinaron momentáneamente a eso.
    Pasaste por la primera puerta que viste.
    -Bienvenido al paraíso, te dijo una voz. -Lo has logrado, dejaste a todo y a todos atrás.
    Caminaste por campos de flores, nadaste en lagos, descanzaste en lugares hermosos, maravillosos. No había dolor, no había pena. Música muy hermosa brotaba en cada paso que dabas, aunque por alguna extraña razón no encontrabas a nadie.
    Después de unos días te diste cuenta del engaño. No dejabas de recordar tu vida pasada y la visión de los demás castigos, de los castigados, del destino y las voces y las caras de tus compañeros. Sí, pensaste: muchos recuerdos, muchos.

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  • Gabriel Fuster
    30/10/2011 3:38 pm

    Yo tampoco veo posteado el mío

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    • Hola. Todos los textos enviados hasta este momento entrarán en el concurso. Cuando se envía por primera vez un comentario desde una dirección de correo-e dada, el sitio lo retiene para verificar que no sea «spam», pero una vez que se aprueba esto ya no vuelve a suceder. Saludos…

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  • La cuenta final

    Las palmas le sudaban temblorosas. Se terminaban sus oportunidades con la cercanía de la medianoche.
    Derecha: el camino fácil, la salida rápida; una vida limpia y reluciente, un pizarrón vacío. Empezar de cero.
    Izquierda: el bosque embrujado, la carretera empedrada, el aro de fuego; su vida anterior, llena de arrepentimientos y amarguras, con una última posibilidad de ser feliz. Recuperar las riendas.
    Un paso vacilante. Un suspiro de duda. Los dedos cubriendo sus ojos, el pánico llorando un «de tin marín, de do pingüé». El rugido del público la conminaba a decidir. La presión de un espectáculo morboso: una ruleta rusa donde las balas las escoge uno.
    Diez… nueve… ocho… otro paso. Siete… seis… cinco… respirar profundo. Cuatro… tres… dos… sonreír para que te reciban al otro lado.

    Uno.

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  • Elba Irene Vega Fregoso,
    31/10/2011 11:14 pm

    Saldría de la puerta 6 a desnudarme para otros, cuando lo único que quería era asir la noche entera el nombre de tu olor. La estrechez del pasillo me inquietaba, como el túnel, tu boca, que abría con mi lengua entre tus labios. Debo decirte: no eran celos lo que me agobiaba cuando te veía bailar entre los hombres, tus floridos senos descubiertos. Era un deseo ancestral, desesperado, nuevo.
    Por eso te diseccioné, destacé y devoré partícula a partícula, amor mío.

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  • […] concurso se llevó a cabo en la bitácora. Lo gana "Siempre hay trampa en los tratos con Legión" de Neftalí, que juega de manera irónica y original con un tema que apareció (no sé exactamente […]

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